En el sepulcro

"Las matas de jazmín y de diamela
del jardín de tu patio, aquí transplanto;
porque esas flores que cuidabas tanto,
no verlas junto a ti me desconsuela.

Aquí al menos mi pecho no recela
de que marchiten su florido encanto;
siempre en la tierra que humedece el llanto
viven las plantas cuando un alma vela.

Solas en el hogar languidecían,
porque eras tú con tu color y riego,
la ninfa de la fuente, el sol de fuego

que en sus tallos y vástagos nutrían,
y tendrán nueva savia en tus despojos
cuando estén mustios de llorar mis ojos."

Ricardo Rodríguez Cáceres



Un rosal

"Para tu muerta ese rosal envío,
que no es amiga mano ni piadosa
la que al pie de una tumba no se posa
a ofrecer flores al sepulcro frío;

y en un sitio tan lóbrego y sombrío,
le basta al muerto que en quietud reposa,
el vuelo de una leve mariposa
y unas flores cuajadas de rocío.

Sembrado ese rosal sobre su fosa,
quizá en aquel lugar llene un vacío,
y al florecer la primavera hermosa

o al desgranar sus perlas el estío,
le ofrezca más de una fragante rosa
cuajada en llanto del recuerdo mío."

Ricardo Rodríguez Cáceres




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