Gracias

Doy las gracias al búho del molino
y también a la oveja trasquilada
cuando el sol en la hierba me ilumina
con sus claros cabellos de muchacha 

Doy las gracias al sabio caracol
que detiene su marcha cuando fulgen
en el cielo febril y lo coloran
unas alas hermosas de gorrión 

Doy las gracias a los lobos del bosque
a la hechicera que sueña con sapos
al sendero de piedra del camino 

Doy las gracias al viento y a los árboles
a las palomas que vendrán mañana
a despertarme con sus alas blancas

Patricio Armando Sánchez


La ciudad

En cada país hay un lugar llamado Talca
y una iglesia de oro con ojos de paloma
kioscos soñolientos: revistas y periódicos
y muchachas sonrientes con el rostro cansado 

Por las calles circulan vendedores de fruta
y alegres panaderos se aprontan a dormir
en lechos semejantes a enormes sepulturas
donde el amor espera sobre unos senos cálidos 

El sacerdote cuenta las perlas de un rosario
y tañen las campanas para anunciar el alba
mientras los comerciantes conversan barren limpian

Automóviles pasan de prisa echando humo
y en la acera sonríen alegres secretarias
cuando los lustrabotas les lanzan un piropo

Patricio Armando Sánchez


Mediterráneo

Sobre la grava azul de Canet Plage busco
el sonido del albatros. No sé si es Ezra Pound
quien en lontananza me hace señas, hoy vivo por
la estrella de otros versos; en el botón de mi
solapa han cagado unos pájaros.
La noche ha sido larga, poco he dormido,
las olas de este mar mediterráneo golpéanme
incesantes los pies con sus martillos, mas, no deseo
esperar a que transidos pescadores me socorran,
y por lo mismo he de liberarme de la sal dormida
en mi cuerpo.
         Extrañamente no puedo respirar como es
costumbre en los poetas, mover estas arenas sería
delatarme. Cuán frío es el aire sobre mis párpados secos. 

(Mar. Tu imantado corazón nunca termina de latir.
Un sorbo beberé de tu ambrosía en un vaso de
cristal guarnecido de zafiros.)

Patricio Armando Sánchez


Retour

"Sentado, tras la copa, está mi hermano
cual un mar que desborda tibiamente,
sonriéndole a los años y a la gente:
la mirada feliz y el pelo cano.

En torno a nuestra mesa está el hermano
que ayer yo vi jugar -sencillamente-
con un trozo de vidrio evanescente,
similar a la forma de mi mano.

Ayer yo pude unirme a su manera
de reír, de saltar, de ser un niño,
cuando huía por caminos de centellas.

Yo buscaba alcanzar la primavera
a caballo de un pez o de un armiño,
y en sus manos hallé nuevas estrellas."

Patricio Armando Sánchez


Septiembre

"Allí donde termina el firmamento,
es decir, en las altas arboledas,
se enredan volantines: y es el viento
quien los deja caer en las veredas.

Y los niños, alegres, van tras ellos
empujándose, apresuradamente:
los reflejos del sol en sus cabellos
esparcidos encima de la frente.

Baten alas gorriones y zorzales
en el cielo azulado cual estrellas
despiertas en los árboles frutales.

Y en el aire semejan a centellas
aquellos volantines, son cristales
con el paso del tiempo: sólo huellas."

Patricio Armando Sánchez










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