Más allá

Más allá de la forma,
de tus manos cansadas;
más allá de la sombra,
de tus mil madrugadas;

más allá del secreto,
que escapa a la palabra;
más allá del confeso,
que la tristeza labra;

más allá de los mundos,
que toca tu mirada;
más allá de los rumbos,
del alma enamorada...

Allá en nuestro lucero,
allá, mi amor te espero.

Más allá de los lienzos,
que acarician tu piel;
más allá del portento,
del amor que te es fiel;

más allá de tu cuerpo,
que es óbolo divino;
más allá de aquel puerto,
que unió nuestro camino;

más allá de los vientos,
que llevan los sentidos;
más allá de los tiempos,
y los besos vividos...

Allá en nuestro lucero,
allá, mi amor, te espero.

Más allá de la sangre,
del dolor y la guerra;
más allá de tu hambre,
y de tu vieja tierra;

más allá de la fiebre,
y de la enfermedad;
más allá del perenne,
don de la soledad;

más allá del hastio,
de la ligera suerte;
más allá del ladrido,
de la cánida muerte...

Allá en nuestro lucero,
allá, mi amor, te espero.

Ricardo R. Ruiz


Me voy de ti

Tal vez nunca lo sepas,
regio soldado,
pero andado el camino,
heme marchado.
Canso y vacío
de soñarte me alejo,
viejito mío.

Y es mi camino incierto
como la vida,
que sangran los espinos
la rosa herida.
Me alejo triste,
por tantos lustros hace
que te me fuiste.

Separome en la pena
que el alma tiene
clavada a la muralla
que me detiene.
Maldito muro,
páramo impenetrable,
frío y oscuro.

Me marcho para siempre,
rotas las manos,
de tocar a la puerta
de mis hermanos.
Me voy dolido,
de cartas sin respuesta
en el olvido.

Te beso en el recuerdo,
vive dichoso;
te lloro desde lejos,
se jubiloso.
Mi padre amado,
que sólo así estaré
siempre a tu lado...

Ricardo R. Ruiz







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