"La historia de las mujeres ha surgido como terreno definible, principalmente en las dos últimas décadas. A pesar de las enormes diferencias en los recursos invertidos en ella, en su representación institucional y en su posición en el currículum, en el rango otorgado por universidades y asociaciones disciplinarias, parece indiscutible que la historia de las mujeres es una práctica asentada en muchas partes del mundo. Mientras los EE.UU. podrían ser un caso singular, por el grado en que la historia de las mujeres ha alcanzado una presencia visible e influyente en el ámbito académico, hay también una evidencia clara -en artículos y libros, en la identificación con esta línea por parte de historiadoras que pueden encontrarse en conferencias internacionales y en la red informal que transmite las noticias del mundo universitario- de la participación internacional en el movimiento de la historia de las mujeres.
Empleo el término "movimiento" de manera deliberada para distinguir el fenómeno actual de otros intentos anteriores de escribir sobre mujeres del pasado realizados por algunas personas de manera dispersa, para insinuar algo de la cualidad dinámica propia de los intercambios entre historiadoras de las mujeres en el plano internacional e interdisciplinario y para evocar asociaciones con lo político.
La vinculación entre historia de las mujeres y política es a la vez evidente y compleja. En una de las explicaciones convencionales sobre los orígenes de este campo, la política feminista aparece como el punto de arranque. Estas versiones sitúan el origen de dicho campo en la década de 1960, cuando las activistas feministas solicitaron una historia que proporcionara heroínas, pruebas de la actividad de las mujeres, explicaciones de la opresión y móviles para la acción. Según se dice, las feministas del mundo académico respondieron a la demanda de "historia femenina" dirigiendo sus conocimientos especializados hacia un programa de actividades más político; en los primeros tiempos hubo un nexo directo entre político y actividad académica. Posteriormente -en algún momento a mediados de los últimos años de la década de los setenta, continúa dicha explicación- la historia de las mujeres se alejó de la política. Amplió su campo de interrogantes documentando todos los aspectos de la vida de las mujeres en el pasado y adquirió así un impulso propio. La acumulación de monografías y artículos, la formación de debates internacionales y constantes diálogos interpretativos y la aparición de autoridades académicas reconocidas fueron los hitos familiares de un nuevo campo de estudio, legitimado, al parecer, en parte por su mismo distanciamiento de la lucha política. Finalmente (continúa la crónica), la vuelta al género femenino en la década de 1980 supuso una ruptura definitiva con la política, dando así a este campo la posibilidad de centrarse en sí mismo, pues el género es aparentemente un término neutro, desprovisto de propósitos ideológicos inmediatos. La creación de la historia de las mujeres como materia académica implica, según esta explicación, una evolución desde el feminismo a las mujeres, al género; es decir, de la política a la historia especializada, al análisis."

Peter Burke
Formas de hacer historia


"Mi objetivo es integrar el lenguaje en la historia social, e integrar el aspecto social en la historia del lenguaje. Mi inspiración fue la sociolinguística o sociología del lenguaje, o la etnografía del hablar o la etnografía de la comunicación, porque no pertenezco a ninguna escuela específica y hay varias escuelas entre los lingüistas de hoy. Quería hacer un puente entre lingüistas e historiadores. Claro que puede parecer un poco atrasado hablar, en los años noventa, de una historia social del lenguaje como de una historia social del arte, pero en la introducción a ese libro intenté mostrar que hay una influencia de la sociedad en el lenguaje, pero también una influencia del lenguaje en la sociedad, de nuevo intentando establecer un equilibrio entre fuerzas intelectuales opuestas, queriendo realizar una síntesis provisoria, teniendo en cuenta que toda síntesis intelectual es provisoria. Desgraciadamente hasta ahora, muy pocos historiadores, por lo menos que yo sepa, están siguiendo esa pista, tal vez será para el siglo que viene."

Peter Burke


"Podemos convertirnos en gigantes de la información, pero también en enanos del conocimiento."

Peter Burke




"Podemos escribir la historia cultural empezando con objetos culturales, textos, imágenes, prácticas: ese es el método Chartier. Siguiendo esa pista, es claro que Chartier tiene razón al decir que no podremos asociar ciertas imágenes o textos con ciertos grupos sociales; hay una migración de objetos, por lo que es siempre importante distinguir los usos. Pero hay otro punto de vista que empieza por los grupos sociales, preguntándose sobre la lógica de la apropiación, la lógica subyacente a los usos. Desde mi punto de vista, la estratificación cultural cambia. Chartier tiene razón acerca de la no estratificación social de los objetos culturales, pero tendría que tener en cuenta la estratificación de los usos culturales."

Peter Burke



"¿Por qué historia cultural? En primer lugar porque pensé hacer carrera como pintor o como restaurador en los museos, siempre sentí una gran atracción por la cultura visual. Como académico, como historiador, pensé al menos en hacer la historia de las artes y después, como hijo de los años sesenta, sentí el impulso de escribir y de no hacer solamente historia de elites. En aquel momento en Inglaterra surgió un proyecto colectivo muy interesante: Culture Studies, una vuelta, sobre todo de críticos literarios, para estudiar la cultura popular contemporánea, aquí encontramos a Raymond Williams y luego a Stuart Hall, tal vez la cabeza más teórica de ese grupo. Ahora me siento más distanciado de ese abordaje, porque la carrera de Culture Studies en Inglaterra tuvo mucho éxito, fue imitada en otros lugares como en Australia y hoy en Italia, pero de otro lado, el proyecto hoy por hoy me parece demasiado estrecho: estudios culturales sin la historia o historia sólo del siglo XIX, y también estudios culturales sin cultura alta. Es decir, hay grandes contrastes con el proyecto de Aby Warburg, porque él no excluyó la cultura popular; en cambio, Culture Studies hoy está excluyendo a la cultura alta."

Peter Burke


"Tal vez valga la pena tomar la posición de historiador de la cultura, diciendo que no es el único rol importante, pero destacándolo. El papel de la historia de la cultura es, en una frase, "hacer la traducción cultural". Precisamos cada vez más de la traducción cultural y del entendimiento entre gentes de culturas diversas. En estos momentos de resurgimiento de los nacionalismos, y también porque es una época de cambios tan rápidos, precisamos más y más de una traducción cultural entre el pasado y el presente. Desde mi punto de vista, éste es en el futuro, el gran papel para nosotros, los historiadores de la cultura."

Peter Burke











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