Afuera-adentro

"Es cierto,
la calle está poblada de insectos
y, por supuesto,
el ruido del agua que corre
por el cordón de la vereda,
no te amenaza.

Un perro te sigue,
como si tuviera realmente
algo que decirte.
No va a ningún sitio en particular,
es liviano.

En cualquier parte hay una esquina,
un hombre frágil
o un farol con los vidrios rotos.
Su luz mortecina evidencia
que hay algo más en el fondo de las cosas.

Por eso deberías detenerte, reír,
suponer que nada sucede a tu alrededor
de una sola manera,
que necesariamente
lo inesperado te espera.

Sólo deberías ocuparte
de dejar una huella, una sola al menos,
una silueta imperfecta pero real,
un indicio incuestionable
de que lo intentaste todo."

Paula Varela


Detrás de esa ventana

"Querés que no te pregunten
otra vez
las mismas cosas,
que no te ofrezcan siempre
beber del mismo licor,
necesitás que dejen de mirarte
como si fueras un lienzo
prisionero del tiempo,
o dejar de verlos a todos ellos
incapaces del cambio.

Pero, ¿qué pasa ahora afuera,
detrás de esa ventana?

Ni siquiera un rumor
vuelve idéntico en su eco.
La noche agita sus horas
con inmoralidad
y algunos minutos te salpican la cara,
te escupen los ojos
con su filo brillante,
con su ardor incisivo.

Lo único que querés
es que todos rían y duerman,
que todos rían y perdonen
de una vez por todas,
mientras vos te suturás los ojos
y las incertidumbres,
como si nada hubiera pasado
hasta hoy
como si la vida, mañana
pudiera realmente
comenzar otra vez."

Paula Varela









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