Bueñuelos de viento

Absortos los siete, el agua bañada de harina giraba...
giraba...

... giraba de boj la cuchara y el aceite a punto.

Se llueve la masa entre las burbujas, cosquillas la risa:
.............. ese... ¡una nube y este, jo mamá, qué feo...
se parece al niño que vive en el quinto!

Y así, mansamente, la vasta cocina teñía de azúcar
buñuelos redondos, con caras de chiste o ciempiés descalzos...

Uno de Noviembre, menos de los muertos,
de Todos los Santos éramos amantes y muy despacito
entraba la crema dentro de la panza, todavía hueca del tibio buñuelo...

... buñuelos de viento, una madre dulce
y siete batracios en las siete sillas rellenos de cielo

¡¡Por Todos los Santos... !!

¿Dónde están los sueños?

¿Dónde, abuelo Pablo?

Concha Vidal


Desdde Gioconda Belli

Porque yo amaba de libélulas, con manos de libélula
la boca de libélula ,
- toda yo -
posando como al viento.

Y yo, la misma yo de hace treinta años, me miro en el espejo
y veo los cincuenta marcados a cincel, los labios, la cuenca de los hombros
las manos
- tan pequeñas,-
los ojos verdiclaros, mis piernas y no hay poso
en todo mi contorno que no haya vibrado en cada estación.

Y ríe el azogue en toda su angostura esta perversa inclinación
-tan mía –
a ver lo positivo, de esta mujer que habla en menopausias,
que advierte que estas manos clavaron las palabras
y besan otras manos llenando el cuenco de mis hombros
con mil granos de arena y juegan a escondidas las marcas de este vientre
que fue ,
delicia de escalpelo .

Y ahora, en toda madurez, me uno a Gioconda y digo
que no hay placer más puro que amar como mujer
con manos de mujer, la boca de mujer, toda yo mujer madura
posando como al trueno
– libélula al fin -
mi alma al viento.

Concha Vidal
















No hay comentarios: