Cita con mis poetas

Oblicuamente noche llegas
a sacudir la fiebre que recorre 
el azulado horóscopo que anudo.
Abro las manos torpe
y cuento mis diez dedos
que como diez cuchillos afilados
apuñalan lo oscuro.
Y yo,
y tú,
nosotros y vosotros,
los que amamos la voz y la palabra
al margen del insomnio,
descifraremos el ajedrez de espejos
para después, a plena luz, reconocernos.

Luzmaría Jiménez Faro

Derribado el crepúsculo se alza...

"Derribado el crepúsculo se alza
el hueco de tu frente en el ensueño
por el ámbito oscuro de la alcoba.
Tu perfil transfundido se dibuja
en la pared de cal, y dulcemente
en su blancor se unen nuestras sombras.
No hay derrota en el gesto: soplo somos
compañeros de viaje hacia un poema
fugitivos anclados en un verso."

Luzmaría Jiménez Faro
De "Sé que vivo" 1984


"...Echa a volar, gaviota de mi puerto,
por las rotas arterias de mis olas..."

Luzmaría Jiménez Faro


El ángel de la muerte

"Usted y yo tenemos una cita.
Se que jamás se retrasó en la hora.
Tal vez pueda darme algo de tiempo
para mirar mi vida.
¿Podré volver la vista hasta mi patio?
Allí la madreselva era alegría
su aroma resbalaba por los sueños
de mi sangre crecida.
Será muy puntual. Siempre lo ha sido.
Usted perdonará si me entretengo
y acaricio mis libros con ternura.
Comprenda usted ¡son tantas horas juntos!
que así, partir, tan fríamente,
no me parece bien. Se quedan solos...
Quiero que sepa que sé que ha de venir
para llevarme con usted
y créame si digo que estoy lista.
He tratado de aprovecha mi tiempo:
Amar, Vivir. Vivir y amar.
No puede imaginarse el equipaje
Que llevo en la memoria...
Usted ¡que culpa tiene!
Sólo es usted el ángel de la muerte
Y usted y yo tenemos una cita."

Luzmaría Jiménez Faro
De "Amados ángeles" 1997


Mujer sin alcuza

Esta mujer no avanza por la acera
de esta ciudad.
Esta mujer va por un campo yerto.
(Dámaso Alonso)


La mujer deja la alcuza sobre su soledad.
Observa
la ciudad nocturna con sus negras pupilas
donde habitan, furiosos, sólo pájaros ciegos.
Mira las luces de neón, su colorido
de acompasado parpadeo y respira
el turbio aroma de las calles flageladas de lluvia.
La mujer ha doblado su chal. De pie, junto al espejo
se coloca su nuevo vestuario de colores. Con sus manos
espectrales pone flores y plumas en su triste cabeza
carcomida de horas. Lentamente, en su rito, completa
su disfraz con guantes y zapatos de Dra. Queen.
No oye, no habla, no se ríe.
Desprende un viento frío de orfandades
y un hálito de flores derrotadas.
Esta mujer, viajera de lo inmóvil,
Jamás descansa en estación alguna.
Puede tardar, más llega a su destino,
a su espacio de tránsito, puntual y sedienta.
La mujer prepara su maleta:
para este nuevo viaje nada puede olvidar.
Como joyas maléficas va guardando cuidadosamente,
la coca, el éxtasis, el sida, la heroína.
Un nuevo álbum de fotos y una lista.
Esta mujer de paso leve y actitud sombría
irá hacia la noche
y entre una multitud ebria de luces y de sombras,
ebria de música, cumplirá cual verdugo su destino.

Luzmaría Jiménez Faro
De "Mujer sin alcuza" 2005


Un ángel pasa

"Rosas con las en el aire mudas..
Latido sin latido de la sangre.
Relámpago de pura luz sin trueno.
Música que, sin notas, acompaña.
La voz amada sin rumos alguno.
Hay un silencio pleno de alegría...
Y es que ha pasado un ángel."

Luzmaría Jiménez Faro






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