A VECES falta cierta ordenada
manera. Si se ignora en qué sentido
giran las agujas, se abre abrupto el hueco,
sume los ojos el caracol.
Si, en cambio, se lee que la artista –Agnes Martin– en sus cincuenta  últimos años no miraba la prensa, o que el artista –Anselm Kiefer– construyó siete torres, siete altos palacios celestiales y grises moldeados en cemento, erizados de hierro y lastrados con plomo –para que puedan al inclinarse temblar– en una inmensa factoría abandonada,
uno respira esa
burbuja calma o aire
o luz del cielo.

Olvido García Valdés


Conozco una pareja de cuervos...

Conozco una pareja de cuervos, sé que tienen
un tiempo semejante al de los hombres
para vivir; podría visitarlos,
pasear juntos
hasta los sauces de la orilla.
Hoy he hablado con alguien por quien sentí afecto,
le encontré satisfecho y próspero;
su enemigo murió. La muerte
siempre es de frío.

Olvido García Valdés
De "Ella, los pájaros" 1993


"Consumimos libros. Es una lectura consumista. Esa lectura es fundamental para el crecimiento de la industria, pero no es tan interesante como índice cultural de un país."

Olvido García


"Cuando piensas en alguien que está escribiendo en su casa puede o no sentarse ocho horas diarias, pero la creación no trabaja de ese modo..."

Olvido García



"El consumo de libros es fundamental, pero me interesa mucho cómo y qué se lee."

Olvido García Valdés


"El libro es un arco entre quien escribe y quien lee. Son los dos polos decisivos. Sin el talento de la creación y sin la recepción de la lectura no hay nada. En ese arco están todos los demás elementos, que son fundamentales: editores, distribuidores, libreros, bibliotecas, ferias, congresos..."

Olvido García Valdés



"El Ministerio de Cultura es una institución que tiene que trabajar la cultura con otras instituciones y entidades que están en el mundo de la cultura, y eso quiere decir crear proyectos en los que trabajemos juntos, y que cada uno ponga lo que ponga. Eso tiene que ser cooperar, colaborar. Aquí llegan proyectos que te proponen que los patrocines. Esa es una manera de colaborar, pero a lo mejor hay que proponer el proyecto y pensarlo un poco juntos, colaborar en ese sentido. El patrocinio es una posibilidad, pero no nos parece la mejor."

Olvido García



“El público no consume poesía, la lee. Eso es lo que nos diferencia de la narrativa.”

Olvido García





Hundir los dedos entre sus cabellos...

"Hundir los dedos entre sus cabellos
o pájaros jugando,
muy despacio, a caerse de un cable
de la luz,
muy despacio, abanico
de mirlos.
Cerca hay una charca y un árbol
en el centro.
Reverbera la fiebre,
el amarillo hiere sobre el agua."

Olvido García Valdés


La caída del Ícaro

1
Los atardeceres se suceden,
hace frío
y las casas de adobe en las afueras
se reflejan sobre charcos quietos.
Tierra removida.
Los atardeceres se suceden,

Cézanne elevó la «nature morte»
a una altura
en que las cosas exteriormente muertas
cobran vida, dice Kandinsky.
Vida es emoción.
Pero quedará de vosotros
lo que ha quedado de los hombres
que vivieron antes, previene Lucrecio.
Es poco: polvo, alguna imagen tópica
y restos de edificios.
El alma muere con el cuerpo.
El alma es el cuerpo. O tres fotografías
quedan, si alguien muere.

También un gesto inexplicable,
díscolo para los ojos, desafío,
erizado. Cuerpo es lo otro.
Irreconocible. Dolor.
Sólo cuerpo. Cuerpo es no yo.
No yo.

Lo quieto de las cosas
en el atardecer. La quietud,
por ejemplo, de los edificios.
El ensombrecimiento
mudo y apagado.

Como ojos,
dos piedras azules me miran
desde un anillo.
Los anillos
cuidadosamente extraídos
al final.
Como aquél de azabache y plata
o este otro de un pálido, pálido rosa.
Rostros y luces
nítidamente se reflejan en él.

En la noche corro por un campo
que desciende, corro entre arbustos
y choco con algo vivo
que trata de ovillarse, de encogerse.
Es un niño pequeño, le pregunto
quién es y contesta que nadie.

Esta respiración honda
y este nudo en la pelvis
que se deshace y fluye. Esto soy yo
y al mismo tiempo
dolor en la nuca y en los ojos.

Terminada la juventud,
se está a merced del miedo.

2
Verde. Verde. Agua. Marrón.
Todo mojado, embarrado.
Es invierno. Es perceptible
en el silencio y en brillos
como del aire.
Yo soy muy pequeña.
Un cuerpo caminando.
Un cuerpo solo;
lo enfermo en la piel, en la mirada.
El asombro, la dureza absoluta
en los ojos. Lo impenetrable.
La descompensación
entre lo interno y lo externo.
Un cuerpo enfermo que avanza.

Desde un interior de cristales muy amplios
contemplo los árboles.
Hay un viento ligero, un movimiento
silencioso de hojas y ramas.
Como algo desconocido
y en suspenso. Más allá.
Como una luz
sesgada y quieta. Lo verde
que hiere o acaricia. Brisa
verde. Y si yo hubiera muerto
eso sería también así.

Olvido García Valdés



"La lectura es un acto puro de libertad. La palabra prescripción me suena a receta médica. Es una palabra poco simpática. Desde el punto de vista de lo que es la lectura es una palabra poco simpática."

Olvido García




Otro país, otro paisaje...

Otro país, otro paisaje,
otra ciudad.
Un lugar desconocido
y un cuerpo desconocido,
tu propio cuerpo, extraño
camino que conduce
directamente al miedo.
El cuerpo como otro,
y otro paisaje, otra ciudad;
atardecer ante las piedras
más dulcemente hermosas
que has visto,
piedras de miel como luz.

Olvido García Valdés
De "El tercer jardín" 1986


“Puedes leer una novela para entretenerte, lo mismo que ves una serie. Sin embargo, nunca lees un poema para entretenerte, lo lees buscando otra cosa.”

Olvido García



"Se lee más de lo que se piensa."

Olvido García Valdés


si me dejaras ir contigo en la noche, 
en la hora parda del metro, antes
de amanecer, si pudiera acoger,
contemplar todo hueso tu rostro, el gesto
de fiera que piensa y vive sola, si no
se removieran airadas las palabras,
si no sintiera el viento que azota los
árboles arriba; qué hice que no
recuerdo, qué hicieron, dónde
ocurre la vida y es libre y no
benigna, dónde con su herida
lo solo del animal
  
Olvido García Valdés
Del poemario "Y todos estábamos vivos"
Tusquets 2006



Te busco por las calles...

te busco por las calles
de casas en ruinas y olor acre,
no hay timbres ni nombres;
te encuentro y me miras
pequeño y envejecido, no eres tú,
te pones un sombrero rayado
de ala vuelta y mínima, te vas

Olvido García Valdés


"Volver al corazón. Entonces ya la música
es azul, azul es la dulzura. Pedir..."

Olvido García Valdés






















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