"El bosque es la casa y el refugio. Cuando estoy allí (no importa en qué bosque, mientras esté rodeada de árboles) el dolor desaparece. Cierro los ojos y escucho el canto de los pájaros, acaricio la corteza de las hayas y me siento en casa. Me pasa igual con el agua: cuando nado desaparezco, es como si me fusionara con el agua, como si mi cuerpo y el agua fueran lo mismo.
El bosque es la unión de las voces, sin escisión, sin fronteras. Puedo tener esa sensación en la ciudad, lejos de la naturaleza, y entonces el bosque es parte de mí, como si lo llevara conmigo. Lo que hay del bosque en mí es ese estado de plenitud."

Iosune de Goñi


"El euskera es una lengua muy distinta del castellano y es difícil trazar puentes entre ambas. Muchas veces me piden que traduzca al castellano los poemas que escribo en euskera (al revés no me suele pasar) y me cuesta muchísimo hacerlo. Al traducir el euskera las frases se desordenan, los sonidos se pierden, y siempre faltan palabras y sobran preposiciones.
Antes de escribir decido siempre en qué lengua voy a hacerlo, y esto condiciona completamente la escritura. Si pudiera volver atrás en el tiempo después de escribir un poema, olvidando el texto para reescribirlo en la otra lengua, estoy segura de que escribiría algo muy diferente. Y, sin embargo, las imágenes y los temas que utilizo son los mismos. Mis poemas se parecen mucho, estén escritos en un idioma o en otro, pero la forma de decir es distinta. Ojalá no tuviera que escoger una lengua. Algún día escribiré en euskera y en castellano, pero de momento prefiero mantener los ritmos separados."

Iosune de Goñi



"Escribir para mí es algo doloroso, y me cuesta muchísimo hacerlo. Al principio la fotografía era un antídoto: me ayudaba a descansar de la escritura, me acercaba a un estado de calma y de unión con las cosas que no podía alcanzar a través de la palabra. La imagen iba más allá y me liberaba del vacío de la hoja en blanco. Pero con el tiempo se convirtió en algo más serio y dejó de ser un lugar donde buscar refugio.
Mi relación con la escritura también ha cambiado. Creo que ahora tengo menos miedo de escribir, aunque siga siendo doloroso, y los dos procesos son cada vez más parecidos. Se están acercando tanto que estoy empezando a mezclarlos, escribiendo sobre imágenes y fotografiando palabras. Es cierto que tanto la escritura como la fotografía (especialmente la fotografía analógica, que es con la que trabajo) son formas de creación que requieren muchísimo tiempo y una entrega casi absoluta, pero los dos lenguajes son complementarios y, cuando uno no es capaz de mostrar aquello a lo que queremos dar cuerpo, el otro habla, como si fuera una segunda voz."

Iosune de Goñi


"Me encanta el término «despertadoras». Las mías fueron Anaïs Nin, Sylvia Plath y Alejandra Pizarnik. Ellas me enseñaron a leer de otra forma, me enseñaron que las mujeres también habían contado su historia y que esa historia partía de lo más profundo del cuerpo: de la herida y del deseo. Después vinieron otras autoras que, a su manera, también me despertaron: H.D. y Bryher, Chantal Maillard, Renée Vivien, Unica Zürn, Clarice Lispector, Bejan Matur, Birgitta Trotzig, María Negroni, Gloria Anzaldúa, Safo y las poetas clásicas griegas… Y, cómo no, las mujeres de mi tierra: Leire Bilbao, Ixiar Rozas, Alaine Agirre… La lista es cada vez más larga y no puedo nombrarlas a todas, pero sigo despertando. Entiendo el despertar como un proceso, no como un suceso puntual."

Iosune de Goñi



"La naturaleza no está contaminada por los límites del lenguaje. Es decir, no erige barreras o divisiones entre los cuerpos. Se trata de una especie de unidad de lo diverso, de aceptación de la pluralidad y de las diferencias. Todo es distinto y todo es igual al mismo tiempo. Esto es lo que el feminismo tiene que aprender de la naturaleza: a aceptar la diversidad de las mujeres y de los cuerpos no-hegemónicos, ya sean cuerpos blancos o racializados, de clase alta o baja, con o sin discapacidades, enfermos o sanos, trans, cis, intersex, gender fluid, no binarios, heterosexuales, homosexuales, bisexuales, pansexuales, asexuales… El feminismo tiene que ser interseccional y tiene que destruir las fronteras, no crear nuevas."

Iosune de Goñi


"Mi escritura es cada vez más visual, cada vez está más dominada por la imagen. Y al revés: muchas de mis fotografías parten de un texto, de un poema o de una palabra."

Iosune de Goñi


Templos

I

madre
soy yo
no he olvidado las palabras sagradas

me he desvestido
y he entrado en las aguas
bajo la luna llena de primavera

II

he pintado mis ojos de negro
los labios con el beso de las flores blancas
y he entrado en las aguas

he pronunciado tu nombre
los diez mil nombres de la diosa
pero no he recibido respuesta


madre
hija de la tierra y las tormentas
dime cuál es la lengua de las bestias
el canto de las luces en la noche y la verdad envenenada
dime cuándo volvimos y quién nos convirtió en ceniza
adónde van los que no están aquí
adónde van los que se quedan

III

he visto una libélula
levitando entre los lirios
como si fuera una lágrima de cristal
como si las flores guardaran el secreto de la noche

y he escuchado tu voz
en las hojas del sauce
en las alas de la libélula
y he vuelto a vestirme, madre
para apagar las velas
bajo la luna llena de primavera

Iosune de Goñi
Traducción del euskera al castellano realizada por la propia autora


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