El perdón es una herramienta muy poderosa; es sólo recientemente que he venido a darme cuenta que es mucho más poderosa de lo que había pensado. Con frecuencia pensamos acerca del perdón como lo apropiado que hay que hacer y todos hemos escuchado los clichés sobre la importancia y la belleza de eso. Es cristiano hacerlo o es espiritual hacerlo. Y así es, quiero decir, esos pensamientos son correctos.

Pero es también más que eso. Es realmente una técnica poderosa que puede cambiar profunda e instantáneamente nuestra realidad. Es por eso que el título de esta noche es: El Dinamismo del Perdón.

El Dinamismo describe un proceso a través del cual la naturaleza de la realidad, de nuestra ilusión, es una función de fuerza y energía, más que un movimiento y masa. La velocidad y la masa son medidas de cantidad, pero los verdaderos bloques de construcción son la energía y la fuerza. Toma muy poca energía y fuerza generar un cambio en la masa.

Y la realidad, aunque es una ilusión, es un mecanismo de gran retroalimentación. Es la mejor máquina de biorretroalimentación que tenemos. Y creo que la liberación que sentimos cuando perdonamos y la sensación de saber que nosotros lo logramos, es una parte grande de esa retroalimentación. Quizá nos hayamos perdonado a nosotros mismos lo suficiente cuando sentimos esa liberación.

También, hay etapas del perdón. Creo que una vez que nos hayamos movido honesta y conscientemente a través de esas etapas, el perdón será suficiente. También creo que cuando no pasamos a través de las etapas específicas del perdón, nos arriesgamos a quedar cortos en nuestra meta.

Las etapas para aquellos que no están familiarizados con esto son:

Etapa Uno: Negación… negando la necesidad de perdonarnos a nosotros mismos y a otros, o negando el valor del perdón.

Etapa Dos: Luego viene la etapa de inculpar. Sabemos que inculpar no funciona, pero eso no nos detiene de hacerlo en la vida. (sonrisa) Es la segunda etapa del perdón. Una vez que nos apropiemos de que hay algo que perdonar y de la importancia en perdonar, entonces alcanzamos la etapa de inculpar. Esto puede ser inculpar a otros… o puede ser inculparme a mi mismo. Pero es una etapa, como Lazaris señala, y necesitamos encargarnos de eso. Creo que si ignoramos esta etapa, por ejemplo, el perdón está en arriesgo de que no se complete.

Etapa Tres: Autolástima… Sí, ¿necesito decir algo más? (sonrisa)

Etapa Cuatro: Indignación… Esta es una etapa muy poderosa. Y nosotros personas espirituales que somos, muy seguido negamos esta etapa o queremos decir que no tenemos esta etapa, pero ahí está. He encontrado que respetar esta etapa es esencial.

Etapa Quinta: Volvernos conscientes del porqué de la situación o de las circunstancias del perdón… aprender la lección que está ahí…. dar importancia y significado a los potenciales constrictivos y expansivos de la situación antes de perdonarla.

Etapa Sexta: Libertad. Mira que es por eso por lo que yo pienso que sabemos cuando hemos terminado… libertad.

Etapa Séptima: La última etapa de la que habla Lazaris: Integración… el perdón de mi y luego de otros y seguir adelante….. El enfatiza el seguir adelante… suéltalo y sigue adelante… es parte de la intensidad de la fuerza y de la energía que es el dinamismo del perdón.

Jach Pursel



“Hay canalización, y luego está Lazaris. Está tan más allá…que en este campo destaca solo.”

Jach Pursel


Yo creo que esta es una pregunta muy importante y creo que se retoma el tamaño (no la velocidad) del perdón. Podemos cada quien hacer la misma meditación y proceso del perdón… y puede ser alrededor del mismo tipo de asunto… sin embargo para uno de nosotros el tamaño de ese perdón puede ser mucho más grande que lo que es para otros.

Lo que influye en el tamaño del perdón es la energía y la fuerza que reunimos… lo que influye en el tamaño del perdón altera el impacto del dinamismo. Lazaris señala algunas cosas que pueden influir en el impacto de la fuerza y de la energía.

Este es un punto muy importante, creo yo. El dinamismo, toma muy poca fuerza y energía para cambiar la realidad. Es la fuerza y la energía, no el movimiento y la masa. Está bien, toma muy poca energía. Yo uso poca energía y fuerza. Tu usas poca energía y fuerza. La dinámica o dinamismo para cada uno de nosotros es la misma. ¿Qué hace diferente entonces el tamaño del perdón?… El cómo permitimos que ese dinamismo nos impacte.

Verás, el perdón no es una recompensa. No es algo que nos ganamos. Es una energía. Es sin discriminación. No discrimina, nosotros si lo hacemos. No pone límites de su tamaño, nosotros si lo hacemos.

Las cosas que pueden influir en el tamaño del perdón:

La procedencia del dolor… quien nos lo hizo.

Las dimensiones del dolor… longitud, anchura, profundidad y el “tiempo-espacio” del dolor.

¿Cuál es nuestro patrón de reacción de estar equivocados? ¿Qué tanto nos lastimamos a nosotros mismos y castigamos a otros cuando estamos equivocados?

uestra resistencia a los conceptos y a las ideas de perdón. Nuestra reticencia a entretener y completar los conceptos e ideas del perdón.

Atorado en una u otra etapas del perdón… atorado en lástima o en inculpar o en indignación… y con frecuencia negando que hay alguna indignación. (sonrisa)

Las dimensiones de nuestro amor son también una clave. Si esas dimensiones del amor son superficiales, el perdón probablemente también sea superficial.

La relación con el futuro. Si no tenemos un trabajo con relación al futuro, el tamaño del perdón puede ser severamente afectado.

Así que todo esto concuerda dentro del endeudamiento… el cual también reduce y puede parar la energía y la fuerza del perdón totalmente. Aún más energía y más fuerza… no es la respuesta cuando se trata de endeudamiento.

Jach Pursel









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