Epístolas

Releí tus epístolas de fuego, cuando
regabas mi arenal con besos de agua
anidaste en mi memoria
pintando alas a garzas azules

Y desnuda del concierto de los sueños
volé espacios vacíos de alondras
no alcancé a tocar las estrellas
porque topé con un muro de espinos

ahora bebo el hálito de las aves
y me alzo del frío adiós desmayado
elevo mis brazos entre nubes
esperando nuevos amaneceres

Carmen Parra

Hoy comienza la vida

"Esta mañana mi sombrero se ha vestido
con la luz tenue de la madrugada.
la humedad que viaja a galope sobre el viento,
ha dejado caer su brisa en mi ventana.
Se oyen carcajadas en el campo,
las espigas se doblan al bailar con esperanza.
¡El ha venido esta madrugada!
traía en sus bolsillos el eje de las horas
el tañer de las campanas
el canto de los zorzales
y el abrigo de su palabra.
hoy comienza la vida…"

Carmen Parra
Del poemario de Ausencias y Tierra (2010)



Material de cristal y corazón de paja

Poseo una materia de cristal 
que se enciende en tu recuerdo, 
un corazón de paja 
que se seca con tu ausencia. 
Oye…, 
mis caderas tiemblan soñando 
el abrazo de tus manos, 
y, aunque no soy quinceañera, 
los latidos de mi sangre reinventan el ayer 
pensando en un después, donde tus besos 
no sean pájaros en fuga. 
Anhelo un recomenzar la vida, 
ir cosiendo heridas, 
sabes que en las calles de mi ciudad 
quedó grabado tu nombre 
en mi sangre y en mi piel tus caricias. 
Creo que sabes que mi corazón te eligió 
y lo hizo para siempre. 
Y aunque jamás vuelva a sentir tu abrazo 
sigo tus pasos, 
soñando pintar nuevos amaneceres. 

Carmen Parra


Mi ciudad

Mi ciudad, mi barrio han perdido su encanto.
De sus calles se han destejido los pasos
y sus adoquines guardan silencio.
Las farolas pregonan sombras que se alargan nublando sueños
y por sus aceras veo caminar ausencias.
Aquellas calles que abanderaron mi primer amor
y abanicaban el fuego de los deseos
han levantado sus adoquines enterrando bajo ellos
los sentimientos que allí nacieron.

Surgirá un nuevo génesis después de este éxodo
y volveré al prado verde que recuerdo.

Volveré a comunicarme con los pájaros
y descalza llegaré a ti en la madrugada.
Mi vestido es siempre de ternura
para ir secando lágrimas y salir del laberinto del desconsuelo.
Florecerá un oasis en el desierto
las mañanas estarán atentas a nuevos aromas,
al brillo de los espejos
y allí, en su reflejo, quedará inmortalizado
el abrazo nuestro.

Carmen Parra
Pág. 19 del poemario "A piel descubierta".
Ed. ExLibric, 2013



Me duele el aire 

Me duele el aire que se enrosca a mi cuerpo
y deja en mí piel tu ausencia

Ausencia que cuelga mis sueños en las luces agónicas
de las viejas farolas

Dejando dentro de mí el dolor de los nenúfares muertos

Me lastima sin piedad la ternura cuando me habla al oído
y tu te ocultas en sombras

Sombras que quiebran la quietud de las madrugadas hiriéndome
cuando duermen los pájaros

Y me muerde ….
me muerde con fuerza la niebla donde te escondes
dejando una fuerte tela de araña que me apresa

Carmen Parra












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