Es media noche...

Es media noche. Con el manso viento
llega á mi estancia el misterioso ruído
de música lejana, eco perdido
en la extensión del ancho firmamento.

Envuelto en densa sombra el pensamiento
se estremece y revuelve adolorido,
y al mirar el sendero recorrido
le desgarra fatal presentimiento.

Mas vuelvo á ti la vista; mi alma inerte
tiende las alas al brillante cielo,
y me siento inspirado, y grande, y fuerte,

y capaz por tu amor, mi dulce anhelo,
de afrontar y vencer la misma muerte,
oh Blanca mía, oh Blanca de Castelo!

Pedro Vélez


La Alhambra

La indecisión en mi ánimo domina,
al manchar entre dudas y temores
con mis marchitas e inodoras flores,
tu álbum inmaculado, Catalina.

La página primera me destina
tu bondad. ¡Quién pudiera los colores
robar al alba y plácidos rumores
a la sonante fuente cristalina!

Con ellos complacido entretejiera
don preciado, poético, brillante,
que orgullosos a tus plantas depusiera.

¡Imposible! A tu súplica galante
contesta como nota lastimera
el canto gutural de un ave errante.

Pedro Vélez


La indecisión en mi ánimo...

"La indecisión en mi ánimo domina,
al manchar entre dudas y temores
con mis marchitas e inodoras flores,
tu álbum inmaculado, Catalina.

La página primera me destina
tu bondad. ¡Quién pudiera los colores
robar al alba y plácidos rumores
a la sonante fuente cristalina!

Con ellos complacido entretejiera
don preciado, poético, brillante,
que orgullosos a tus plantas depusiera.

¡Imposible! A tu súplica galante
contesta como nota lastimera
el canto gutural de un ave errante."

Pedro Vélez



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