"A medida que se va desarrollando el contenido, la oscuridad va desapareciendo hasta que llega a la parte de la poesía."



Gabriela Amorós


"Estamos convirtiendo la vida en una catástrofe. Me duele tanta falta de entendimiento entre los seres humanos, que somos al mismo tiempo la llave y la cerradura. Esto se ha convertido en una especie de Babel delirante: intolerancia, prejuicios, enormes desigualdades sociales..."

Gabriela Amorós


La eterna desnuda

pensaba que la luz era algo que escondía una paz.
pensaba que el viento era algo condenado a mirarse
todos los recodos de sus ojos.
pensaba que la eternidad era la danza
de los que mueren de creación.
pensaba que el amor era un camino
que ha de atravesarte la sangre
para madrugar a los pies del otro

por eso a ella le gustaba vestirse de camino,
es decir, de márgenes hacia fuera,
de modo que su cuerpo amaneciera nítido.
únicamente cerraba su mano para completarla.

Gabriela Amorós
Del poemario "La Fragua Cero" (2014, Izana editores)

Nota de la editora: La autora transgrede intencionadamente la norma ortográfica de empezar con letra mayúscula después de un punto (.).
Esto tiene un sentido, no es un capricho.
Según palabras de Gabriela Amorós:
Su poemario "La Fragua Cero" es un recorrido del lenguaje desde la literalidad (con nueve relatos) hasta la poeticidad, donde se transgreden algunas normas de la gramática, haciendo alusión a la razón de la irrupción de la gramática, para preservar el lenguaje sagrado. El libro es como una vuelta al origen, un lugar donde hablar es crear. 


"Lo dice Ortega y Gasset: «Somos centauros ontológicos». Me fascinan los centauros, representan muy bien esa lucha del ser humano que, por un lado, pelea por humanizarse, por ser humano, pero por otro le resulta difícil renunciar al componente salvaje: a sentirnos agresivos, a tener pensamientos terribles."

Gabriela Amorós


Los amantes

Lo que el atardecer es al alba
está atravesando dos manos.
Mueve los huesos de ambas 
para poder huir
y darle una cresta a la medianoche.
Anochece como un guante.

Ahora se miran con una paz negligente,
se han dejado abiertos todos los silencios
frente a frente
porque hay una corriente presunta,
no podemos saberla.

Vuelven a mirarse
y la luz se promete a sí misma
cuando ellos se miran tanto.

Ni siquiera sé distinguir si se abrazan
sólo veo un misterio con forma de árbol.
En vez de frutos en él
todos los lugares que hay existiendo
se penden de la razón de su hallarse.

Tienen un modo sencillo de aplazarse: 
se besan 
y así no respiran
y así no maduran y así no piensan
y así no dudan y así se besan.

Tampoco puede saberse de su deseo
cuando están transfundiéndose latidos
con cada campanario que coincide
repicando 
o los caparazones de tortuga
pudieran ser los laberintos que dibujan 
el arrecio
de sus cuerpos amándose. 

Ya ni caminan, ni lloran, ni se esperan,
ni uno va a por el otro, 
sólo buscan aumentar el espacio conocido
para crear nuevos lugares de exaltación
mientras caminan o lloran o se esperan
o uno va a por el otro.

Gabriela Amorós

Pabellones negros

De todas las respuestas
qué soledad...

Soledad,
fulminación oscurísima.
Cada gajo de polvo
es una fosa lenta
en la que caigo repentina,
me despeño
en todas las fosas a la vez
intentando levantarme
de todas todavía
y racimos milenarios
y lóbulos desiertos
me encharcan la carne.

Soledad,
te hinco antiguamente
arrastrándome muda
y te vuelvo a rellenar
en el presente
cuando intento levantarme.
Eres un pasadizo único y violado
y estás repleta
de buche proceloso.
Mi torpeza al levantarme
es tu ojo que reluce.

Soledad
que dueles a través
como el filo del lenguaje:
sufro de tener por ocio al silencio
cuando es el silencio
lo que me intenta
y lo que me traduce,
como una adherencia de luz
en un fogón de bruces oculto.

Soledad,
si dueles de igual forma,
pero sin nombre te vengas
limpiamente
reconociéndote en mí
mientras te dificulto.

Soledad,
cuantos pabellones negros fornicándote
y yo aquí en tu poco centro,
en este brutal vacío
de todas las respuestas.

Gabriela Amorós


"Soy un animal nocturno."

Gabriela Amorós

"Un gorrión me enseñó a dar amor."

Gabriela Amorós








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