Geografía del silencio

La geografía de mi silencio está delimitada por
frigorífico, fregadera y horno al norte;
alacena y puerta de la calle al este;
trastero al oeste;
y pared con calendario de paisajes vascos al sur.

En el centro crezco, árbol transparente en una baldosa.
Bajo la baldosa se expande un abismo,
desestructura donde invernan los signos huérfanos del lenguaje.
Conforman una madeja que evoca el capricho de un pintor.
Si el viento mesa mi cabeza,
una raicilla aflora y trepa hambrienta a mi regazo,
para que la amamante.

Silencio de las cocinas por la mañana.
Geografía de la fertilidad.

Miren Agur Meabe


Minipoética del geranio

Sigo escribiendo en la cocina,
mientras hierven macarrones o palabras.

En otra casa. Un geranio en la ventana.
Su tallo aparenta una mano pidiéndome algo.

Los hechos se convierten en recortes.
Los clasifico atenta, perdida la mirada.

Sin embargo, ¿qué decir del dolor? ¿Y tú qué opinas?
El anzuelo del dolor me tira de la garganta.

En este trance te lo confieso todo:
hambre de madre, fulgor, flor de espuma.

Rasuro los mensajes con una navaja,
pretendo despojar a la voz de la quincalla.

Muestro sentido del ritmo, amor por los detalles,
gusto por la imagen, reflexión basada en la emoción.

¿Qué me dices de este resultado? Dime
si la verdadera vida basta para hacer verdadera poesía.

Miren Agur Meabe








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