"¿Cómo puede ser un Dios celoso e iracundo porque él mismo es el amor inmutable? ¿Cómo pueden el amor y la ira ser una sola cosa?"

Jakob Böhme


"Cuando la voluntad se abandona a Dios en lo más íntimo, sale entonces por sí misma, fuera de todo principio y de todo lugar, allí donde sólo Dios se manifiesta, y obra, allí donde se lleva a cabo Su voluntad. Así se convierte por sí misma en una nada en cuanto a su voluntad propia: entonces es Dios quien quiere y obra en ella, y es Él quien habita en su voluntad expropiada; y con eso es santificada el alma, con eso entra en el reposo divino.
Así pues, en el momento en que el cuerpo muere, el alma se encuentra completamente impregnada de amor divino, y transparenta luz divina del mismo modo que el hierro que se ha puesto al rojo en el fuego y ha perdido su negrura. Ahí está la mano de Cristo. El amor a Dios habita por completo en todas las partes del alma y es en ella una luz deslumbrante y una nueva vida. Así es cómo está en el cielo esa alma, y así es como es templo del Espíritu Santo, y ella misma es el cielo de Dios, en el que Dios habita.
Pero un alma impía no quiere entrar durante esta vida en la expropiación divina de su voluntad. Persevera en sus propias pasiones y deseos, en la vanidad, la falsedad y la voluntad del diablo; no acumula dentro de sí más que malicia y mentiras, orgullo, avaricia, envidia e ira, y se lanza a ellas por su propia voluntad. Esa vanidad se hace además manifiesta y operante en el alma, y la impregna enteramente del mismo modo que el fuego penetra el hierro. Un alma como esa no puede alcanzar el reposo divino, pues en ella está manifiesta la cólera de Dios; y cuando el alma se separa del cuerpo, empiezan entonces el remordimiento y la desesperación eterna, pues siente que se ha convertido en pura abominación, llena de angustia. Siente vergüenza de aproximarse a Dios con su falsa voluntad, y en verdad que no puede hacerlo, pues se encuentra prisionera en el furor. Esa alma es puro furor. Y en ese furor se ha encerrado el alma por medio de los malos deseos que ha alentado dentro de sí. Y puesto que la luz divina no brilla en ella lo más mínimo y no la toca su amor, el alma no es más que tiniebla densa y tormento de fuego terrible y angustioso. Lleva el infierno dentro de sí, y eso le impide ver la luz divina. Así permanece interiormente en el infierno sin necesidad de entrar en él, porque, dondequiera que esté, está en el infierno. Y aunque pudiese alejarse miles y miles de leguas del lugar donde se encuentra, el alma seguiría encontrándose en ese tormento y en esas tinieblas."

Jakob Böhme
Sobre la vida espiritual


"En el amor y la mansedumbre nos transformamos en recién nacidos salidos de la ira de Dios, en el amor y la mansedumbre debemos luchar contra el Diablo aquí en el mundo. Porque el amor es veneno para él; constituye un fuego de terror dentro del cual no puede permanecer. Si él tuviera la más mínima partícula de amor dentro de sí mismo, la expulsaría de sí o se destruiría para verse libre de ella. Por lo tanto el amor y la mansedumbre constituyen nuestra espada, con la cual podemos luchar con el Diablo y con el mundo.
El amor es el fuego de Dios; el Diablo y el mundo son su enemigo. El amor tiene los ojos de Dios y ve en lo profundo de Dios; la cólera tiene los ojos de la fiera ira que ve en lo profundo del infierno, en el tormento y la muerte.
El mundo supone exclusivamente que un hombre debe ver a Dios con los ojos terrenales, siderales, no sabe que Dios reside en lo interior y no en lo exterior.
Si no ve nada admirable o maravilloso en los hijos de Dios, dice: “Oh, éste es un idiota, un necio, él es de temperamento melancólico”. Así tanto conoce.
Escuchad atentamente, sé muy bien lo que es la melancolía. También sé bien qué es lo que proviene de Dios. Conozco ambas cosas y a ti también en tu ceguera; pero ese conocimiento no me lo da la melancolía, sino mi lucha incesante hasta obtener la victoria.
No se concede a nadie sin que se esfuerce, a no ser que se trate de un vaso elegido del Señor, de otra manera deberá luchar para poder lucir la guirnalda.
Es verdad que muchos hombres son elegidos desde el vientre de su madre; elegidos para que abran y descubran las maravillas que el Señor proyecta, pero no todos son elegidos así. Muchos son aceptados por su paciente búsqueda; porque Cristo dijo “Buscad y hallaréis, golpead y se os abrirá. Y también “los que vengan a mí no serán separados”.
Aquí dentro se encuentra el ver por el espíritu de Cristo, y por obra del Reino de Dios, en el poder del Verbo, con los ojos de Dios y no con los ojos de este mundo y de la carne exterior.
Tú, mundo ciego, sabrás así con qué vemos cuando hablamos y escribimos de Dios, y dejarás tranquilo tu falso juicio; mira con tus ojos y deja que los hijos de Dios miren con los suyos; mira a través de tus dones y permite que otros lo hagan a través de los tuyos.
Que cada uno vea como Dios quiere que lo haga y que hable entonces según lo que ha visto. No hablamos todos del mismo tema sino cada uno de acuerdo con sus dones y vocación de servir para honra y gloria de Dios.
El espíritu de Dios no permite que lo aten o liguen, como querría la razón exterior, con decretos, cánones y concilios en los que siempre una cadena del Anticristo está unida a otra, para que los hombres puedan juzgar al Espíritu de Dios, y sostener que sus propias opiniones y pensamientos son las de Dios, como si Dios no estuviera cómodo en este mundo o como si ellos mismos fueran Dioses sobre la tierra." 

Jakob Böhme
Confesiones



“En esta luz mi espíritu súbitamente vio a través de todo, dentro y acerca de todas las criaturas, aun las hierbas y el pasto, conoció a Dios, quién y cómo es El, y cuál es su voluntad; y de pronto en esa luz sentí el impulso poderoso de describir el ser de Dios. Pero como no podía en ese momento aprehender los nacimientos más profundos de Dios en su ser y comprenderlos con mi razón, pasaron casi doce años hasta que una comprensión perfecta me fuera entonces dada.”

Jakob Böhme 


“Haz cesar todo pensamiento y deseo, y entonces oirás las palabras inefables de Dios... Cuando te halles en la quietud y en el silencio, entonces serás como era Dios antes de que existiera la naturaleza y las criaturas. Serás cual era Dios; serás aquello de lo que Él hizo la naturaleza y las criaturas.”

Jakob Böhme


"La esencia de Dios es semejante a una rueda (...) y cuanto más la contempla uno, tanto más comprende su forma, y cuanto más la comprende, tanto más se deleita en ella (...)"

Jakob Böhme


"La magia es la madre del ser de todos los seres puesto que se hace a sí misma y puesto que consiste en el deseo. La auténtica magia no es un ser; es el deseo, el espíritu del ser."

Jakob Böhme


"MAESTRO: Has de aprender a distinguir bien entre la cosa y aquello que es sólo una imagen de ella, entre esa soberanía y que es sustancial, y que se encuentra en el terreno o Naturaleza internos, y la que es imaginaria, y que se encuentra en una forma o semejanza externa; entre lo que es propiamente angelical y aquello que tan sólo es bestial. Si ahora riges sobre las criaturas solamente de modo externo y no de sde el terreno exterior de tu naturaleza renovada, que es el correcto, entonces tu voluntad y tu regencia serán verdaderamente de una clase muy bestial, y el tuyo será en el mejor de los casos un gobierno imaginario y transitorio, carente de lo que es sustancial y permanente, que es lo único que debes desear y lo único por lo cual esforzarte. Es así que dominando externamente sobre las criaturas, te es muy fácil perder la sustancia y la realidad, no quedándote sino la imagen y sombra de tu primer y original dominio, con el cual puedes ser investido de nuevo, si eres sabio, y tomas tu investidura del señor supremo en el curso y manera apropiados. Mientras que por tu voluntad y regencia de un modo bestial introduces también tu deseo en una esencia bestial, por medio de lo cual te infectas y te vuelves cautivo en ella, obteniendo así una naturaleza y una condición de vida bestiales. Pero si te has desprendido de tu naturaleza bestial y feroz, si has dejado la vida imaginaria y abandonado la baja condición figurada de ella, has llegado a la sobreimaginación y a la vida intelectual, un estado de vida que se halla por encima de las imágenes, las figuras y las sombras. Y así regirás sobre todas las criaturas, habiéndote reunido con tu origen en ese mismo cimiento o fuente del cual fueron y son creadas; y de aquí en adelante nada de la tierra podrá dañarte. Pues eres como todas las cosas; y nada es distinto de ti."

Jakob Böhme
Diálogos místicos


“No encontrarás ningún libro en el que puedas descubrir la Sabiduría divina de manera tan profunda como si vas a un prado verde y florido; allí verás, olerás y saborearás las maravillosa fuerza de Dios, ya que se trata tan sólo de un símbolo.” 

Jacob Böhme


"Pero cuando del loco del sol, por el encendimiento del agua, salieron los dos espíritus, el de la movilidad y el de la vida, descendió y penetró la dulzura en la cámara de la muerte, cual simiente del agua con la fuerza de la luz muy suavemente contagiosa y amigable. De ahí procede el amor de la vida, o sea, el planeta Venus.
Mas tienes que entender aquí correctamente esta alta cosa: El nacimiento o subida de los siete planetas y de todas las estrellas, no es [ahora] de otra manera que como se alumbraran desde la eternidad la vida y proporción maravillosa de la Divinidad. Pues cuando el rey Lucifer se dispuso para sí mismo el locum de este mundo como casa de la ira y presumió dominar en él con colérica y violentamente, se apagó al instante la luz en la Naturaleza en que presumiera ser señor, se congeló la Naturaleza entera cual cuerpo de muerte en que no hubiera movilidad alguna, hubo de quedarse en la tiniebla como eterno prisionero.
Pero no quiso el Dios santo dejar estar en eterna tiniebla y vergüenza a este locum de su cuerpo, entiende al espacio de este mundo, y dejárselo en propiedad a los demonios, sino que alumbró un nuevo régimen de la luz y de todos los siete espíritus manantiales de la Divinidad, que no pudiese el diablo captar ni concebir y que tampoco le sirviera de nada. Pues en la luz del sol no puede ver [el diablo] más que en la tiniebla, porque no llegó al ser de criatura en esa luz, por eso no le aprovecha de nada.
Y como debía ser un régimen nuevo, tenía que ser un régimen que el diablo no pudiese concebir ni pudiese utilizar para su propiedad corporal.
El nuevo régimen está dispuesto como sigue:
El Amor o la Palabra o el Corazón, es decir, el Hijo Unigénito de Dios Padre, que es la luz y la dulzura y la alegría y el amor de la Divinidad, como dijo él mismo cuando asumió la humanidad: Yo soy la Luz del mundo, Juan 8 [12]; tomó de corazón al locum de este mundo y lo neo-alumbró en medio de este espacio, en el lugar en que antes de su caída se sentaba el poderoso príncipe y rey Lucifer y en que llegó al ser de criatura. Y de este encendido loco del sol, surgieron y nacieron seis clases de cualidades particulares, todo según derecho de nacimiento divino."

Jakob Böhme
Aurora


"... rodeado por la luz divina y lleno con el conocimiento celestial; saliendo al verde de los campos... se sentó y contempló las hierbas del prado, y en su luz interior vio la esencia, el uso y las propiedades de las plantas, todo lo cual le fue revelado con sus formas, especies y características."

Jacob Böhme



“Si el amor de Dios alguna vez despierta un fuego dentro de ti, seguramente entonces sentirás cómo consume todo lo que toca; lo sentirás ardiendo dentro de ti y devorando rápidamente todo lo que llamas yo o mí.”

Jacob Böhme



"Toda la religión cristiana consiste enteramente en esto, aprender a conocernos a nosotros mismos, de dónde venimos y qué somos."

Jacob Böhme







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