"Debes tan sólo entender cuán ruines son los días que corren y cuán enojado está el Cielo por la morralla que se admite para el elevado oficio del sacerdocio (indolentes, sin formación, desordenados e inmorales, simples jóvenes, banqueros, mercaderes, soldados, por no hablar de los usureros y de los alcahuetes)... El ejército del Emperador, despedazando esta bárbara inmundicia, ha derribado y quemado todo lo que había en este vertedero; ha triunfado sobre la soberbia, la riqueza y el poder. El impío dice que «si Dios cuida de las cosas sagradas, ¿por qué ha permitido esto?»; y yo le respondo que Dios no sólo lo permite sino que Él mismo lo lleva a cabo."

Egidio de Viterbo
Scechina e Libellus



"[Durante veinte años] enseñé por casi toda Italia el Apocalipsis de san Juan, que trata del destino de la Iglesia, y repetidamente declaré que quienes me escuchaban serían testigos de una gran agitación y destrucción dentro de la iglesia, y que un día contemplarían su enmienda... Concededme el poder de hablar, y a mi destreza el poder de persuadir, y a los Padres... [de este] concilio, el arrancar los vicios, encender las virtudes y atrapar a las zorras que en estos tiempos juran destruir la viña del Señor... Aunque venzamos a la espada y regresemos de nuevo al abrigo de la devoción en los altares y en los templos de Dios, [el infiel] crecerá cada día más fuerte, subyugará a todos a su poder y, como perverso vengador de nuestra impiedad, tomará posesión del mundo entero... Aunque en este concilio... pongamos límites a nuestras costumbres, aunque pongamos freno a nuestros voraces deseos por las cosas humanas, origen de todos los males, con el fin de rendirnos al amor de las cosas divinas, la Cristiandad está acabada... ¿Cuándo ha sido la vida más afeminada?... ¿Cuándo la licencia para pecar más vergonzosa?... ¿Cuándo los signos, portentos y prodigios de un cielo amenazador y de una tierra aterrorizada han sido más numerosos y horribles?"

Giles Antonini comúnmente conocido como Giles de Viterbo
Conferencia en el Quinto Consejo de Letrán



"Hay que ponerse en marcha, César: y, tal como lo haces a menudo, elimina vilezas de tu túnica… para subir conmigo allí donde puedas ver los reinos, las riquezas y los tesoros de los nombres divinos… Levanta los brazos como lo hacía David, mi rey, que fue llamado Edomi, para mostrar que el sucesor de su divina monarquía sería el emperador de los romanos, el de Edom, como todos han acordado leer en la profecía de Daniel. Exclamó: '¡Oh!, si tuviera alas como la paloma'. Aparecí ante él como la aurora entre las tinieblas, y le traje unas alas con las que se revistió. Dijo: 'Sí, tomo las alas de la aurora' (psalmo CXXXIX, 9). Vuela conmigo a los reinos de paz eterna y sobre mis alas embriágate con la abundancia de mi casa (psalmo XXXVI, 3). Imítalo ahora… vístete con las alas de la sabiduría, deja el suelo… más allá de los orbes de los planetas y de los astros que no son mundo, levanta los ojos, fija la mirada y mira mis cuatro estandartes blancos, negros, púrpuras y verdes. Quizás dices: No puedo. No puedes. Yo soy el Aguila. Te raptaré, hijo mío, y tu juventud se renueva como la del Aguila (psalmo CIII, 5). Te descubriré los misterios de mi esposo. Tienes que atravesar el campamento de Uriel, de Rafael, del potente Gabriel, y el del muy dulce sacerdote, como llaman los arameos a Miguel… César tiene que presentarse ante César, lo mortal a lo inmortal. Aquí está Malkhuth, el reino, mi imperio: mira este vasto mundo; el vuestro, comparado con éste, es un grano de mostaza…"

Egidio de Viterbo
Shekinah


"Porque este es mi secreto: tanto en la tierra como en el cielo… ¿Para qué habría yo creado el cielo, los elementos, las piedras, los metales, las hierbas, los árboles, los cuadrúpedos, los peces, los pájaros, los hombres, sino para que ocurra lo mismo tanto en la tierra como en el cielo, y que el mundo sensible imite el mundo inteligible: y he inscrito signos en la materia tal como lo han imitado los egipcios."

Egidio de Viterbo
Shekinah


"Son los hombres los que deben ser transformados por la religión , no la religión por los hombres."

Giles Antonini comúnmente conocido como Giles de Viterbo
Conferencia en el Quinto Consejo de Letrán













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