Te temo, pero te amo

Te miro, mar inmenso, cuando llueve
porque así me pareces más cercano,
porque puedo abarcarte con la mano
en las gotas que son tu ser más breve.

Desde la orilla siempre. No se atreve
a ir más allá mi corazón urbano.
Si algo tuve de pez, ha sido en vano.
Prefiero tierra firma. El mar se mueve.

Y sin embargo, cuánto no daría
para verte real hasta tu entraña,
infatigable albatros por un día.

Desde el cielo, planeando rozaría
con mi boca tu piel azul y extraña
en un beso de amor y lejanía.

Manolo Martín

No hay comentarios: