Algunos tendrán miedo 

De romperse los ojos
e inventarán ángeles falsos
que digan el poema
pero otros seguirán escribiéndolo
con los últimos huesos
frente al horror
inmensos
sin poder detenerse
ante el infierno creado
o los posibles hijos de la muerte.

Livio Ramírez


“Amar en Honduras no es fácil, pero el que ama en esas condiciones es porque tiene una carga de humanismo y de amor a la verdad lo que requiere un compromiso enorme.”

Livio Ramírez


“Amar en un país como Honduras es un desafío, sobre todo amar en función de la justicia, en función de la libertad y de la construcción de una humanidad nueva, porque las estructuras vigentes son necrófilas, partidarias de la muerte y del exterminio social como forma de dominio.”

Livio Ramírez



Bajo la noche funeral

los jóvenes masacrados seguían temblando
todos tenían en los ojos
más o menos el mismo recado
no nos olviden
véngame
te amo

Livio Ramírez


“Creo que el sistema tiene la barbarie en su código genético, pero creo que en el país se han pasado de la línea, entonces lo que hago es una simple lectura de la realidad social, vea usted simplemente las estadísticas de la delincuencia, de las muertes y del crimen organizado.”

Livio Ramírez



Digo que la poesía

 es el único documento personal que poseo.
Carezco de otro medio de identidad.
Digo que eres mi centro enllamarado.
Mi código de fuego.
Mi texto de aullidos.
Explosión queridísima donde escucho la vida.

Livio Ramírez



“El amor en un país barbarizado sistemáticamente.”

Livio Ramírez



“En Honduras se está viviendo un país barbarizado sistemáticamente porqué cada vez estamos ante estructuras más deshumanizadas, más excluyentes y evidentemente no se habla aquí del amor como el de una telenovela, sino como un acto más vital.”

Livio Ramírez


“La cultura contemporánea ha reconceptualizado la utopía y desde ese punto de vista ¡Bienvenida la Honduras utópica!, esa en donde construimos una nueva realidad.”

Livio Ramírez Lozano



Los amantes

Descendientes del fuego
Los amantes son niños salvajes
Ferocísimos seres
Que no atacan a nadie
Descendientes del fuego
No miran
No tienen sentido de la distancia
Se precipitan en sí mismos:
De ceguera y fulgor están armados

Livio Ramírez


Pido que las palabras salgan de este libro
que escribí con los ojos
y solamente quede el blanco del origen.
Quiero que sea talada esta selva de números
que oscuramente crece sobre nuestras cabezas.
Quiero que se extienda un silencio
como todos los océanos juntos,
para que verdaderamente pueda ver la transparencia,
el tiempo tigre
los días elefantes,
los días unicornios.
Y nunca, nunca más
cerrar los ojos ante el espíritu de El Señor
Moviéndose sobre la superficie de las aguas.

Livio Ramírez


Qué importa 

esta cara de mártir barato
la inútil personal
cabrona muerte
huyo de mi posible santidad
quemo el templo
que mi propio dolor construye
corro sobre mis huesos
hasta llegar aquí
donde el dolor de todos
arde como fiera
como mar brutalmente humano

Livio Ramírez


Reunión

Ahora escucho jazz
desde aquella penumbra igual a la de Rembrant
los músicos hacen sonar sus armas:
El saxofón es el estallido de un caballo
y es evidente que la trompeta
anuncia un juicio final.
Yo les digo: Salud.
Me responden Orlando
Que hace poco ha exclamado:
Me enfurecen la furia.
Juan José: Y apagar una estrella de un salivazo.
Marco Antonio [empuñando su cáliz]:
Mañana partiré, me iré del todo
Y Alejandra, suavísima, perfecta,
Mientras mira de un modo que nos absuelve.
El jazz avanza,
Crece,
Es algo semejante a una orden de fuego
y mis amigos hablan:
La soledad, la lucha, esta miseria.
Ahora el ritmo es hondo, reflexivo:
No exagero si afirmo:
Cada uno se apaga a su manera,
Mientras bebemos en honor de la noche
Sola y amotinada en las trompetas.

Livio Ramírez


V

Superficie dichosa,
el suelo iluminado por tus pies:
conmovida materia bajo tu peso
descalza
esbelta
cálida torre
fuente
columna de la primavera
astro de pie
cantando
entre cuatro paredes
lo mismo que una estatua agitas la cabeza:
rápido oleaje de oro
los cabellos radiantes
en los hombros radiantes
tus espaldas: las tablas de esta ley
piernas por las que baja el mar
muslos que van al centro de la tierra
naturaleza plena
desbordada
vibra tiembla el espejo
ven con las llamas altas
ahora que en tu cuerpo da gritos la belleza.

Livio Ramírez




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