Bosques incendiados

No ha llegado el verano
y en la tierra,
los bosques son devorados
por el fuego.
Abrasados por las llamas,
los árboles esperan la muerte,
silenciosos.
Sólo queda un árbol solitario
que arde sin quemarse
confundido entre las sombras,
resplandece
¡es la vida que se rebela
contra la insensatez de los humanos!

Margarita García Zenteno



El mar

Las olas del mar
lavan y lavan
cuando caminan por la playa. 

Aguas transparentes
con sabor del océano:
Flores de espuma...
reflejos nacarados
que dejan sobre mi cuerpo
recuerdos de seda.

Margarita García Zenteno



En la Cuba bullanguera
Voy por los cañaverales
Cantando por los trigales
La alegre Guantanamera.
Brilla el sol de primavera:
El campo dora y matiza
Llegó el día, se desliza.
Cuba, llama eres de amor
Tu rostro tiene el fulgor
Del mar en una sonrisa.

Margarita García Zenteno


Inolvidable pueblo

Siempre estás en mi memoria,
junto a mis padres viví,
mi vida fue un frenesí.
Gratos recuerdos de gloria
que pasaron a la historia:
El parque lleno de flores
esparciendo sus olores;
las noches claras de abril
cielos teñidos de añil,
y en el centro, los cantores...

Salíamos por las noches
en el río a navegar,
las aguas solían cantar.
Las estrellas como broches,
la luna arcón de reproches,
recorriendo el firmamento,
se marcha hasta su aposento:
La oscuridad nos abruma
y sólo vemos la espuma,
rememorando el momento.

Tuve alma de primavera,
dejé amigos y parientes
como el río y sus afluentes.
En las sombras de palmera
mis sueños fueron quimera,
solo el perfume del viento
en mi corazón, lo siento.
Tiempo, en el pueblo es olvido;
pero aquellos que se han ido
viven en mi pensamiento.

Margarita García Zenteno


La tarde

En el bostezo de la tarde
el árbol es de azabache
y el polvo duerme en el pasto.
La noche está llena de ojos
y la luna brilla
con su conejo de aire.

Margarita García Zenteno



Mujer

El mar con sus collares de espuma
acaricia tu cuerpo
y da perlas para adornarte.
Las minas, para embecerte
dan su oro.
Cuando caminas por el bosque,
las flores se inmolan a tu paso;
Los pájaros te ofrendan su canto
y el viento te susurra
palabras de amor.
Eres musa de poetas,
maravilla de la naturaleza
y portadora de la vida.
Eres al fin... mujer.

Margarita García Zenteno


Tarde y arena:
el cielo en el desierto
sangra su arena.

Margarita García Zenteno


Vaivén de sombras:
la noche anda en el mar
llorando a solas

Margarita García Zenteno











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