LOS SIGNOS


ARIES

Donde los griegos vieron un cordero, los babilonios habían visto una figura de mercenario, que llamaban Hunga, y daba nombre a la constelación. Más adelante se le asimiló a la expedición de Jasón y los Argonautas en búsqueda del Vellocino de Oro, una especie de prueba para los jóvenes héroes, varios de los cuales serían padres de los vencedores de la guerra de Troya.
Frente a un obstáculo rebelde o a una tarea superior a sus fuerzas, el nativo de este signo puede reaccionar con una tremenda obstinación y violencia; durante estos periodos su irritación es extrema, y no vive sino para su meta, separando fríamente todo lo que se interpone a la realización de sus deseos. No actúa con una crueldad deliberada, pero su fría determinación puede conducirle a cometer actos lamentables. Una vez el obstáculo vencido, el nativo de Aries es particularmente incapaz de guardar rencor hacia sus antiguos enemigos; la empresa rencor hacia sus antiguos enemigos; la empresa está cumplida y no vale la pena mirar hacia atrás.”


TAURO

El Tauro no concibe una vida estéril y, cualquiera que sea su edad, está dispuesto a hacer nuevos esfuerzos para ocupar su vida y producir algo en algún terreno.
Un Tauro herido en sus sentimientos es capaz de reaccionar de una manera brutal, tener crisis de cólera ciega e inclusive llegar a la venganza; en todo caso les es muy difícil olvidar las ofensas recibidas, y son capaces de tenerlas presentes durante largos años.


CÁNCER

Su fuerte emotividad, alimentada por una imaginación desaforada, puede imprimir a su vida cambios bruscos y a menudo fantasiosos, del mismo modo que su facilidad de contacto con la gente, y su tendencia a la confidencia pueden sembrar el caos y el desconcierto entre los integrantes de un grupo dentro del cual se mueve.


LEO

Su sociabilidad es grande y atribuyen una notable importancia a la amistad: son leales y sinceros, y ofrecen un afecto cálido y seguro. Ardientes en amor, tienden a idealizar a la persona amada, o a buscar un elevado ideal: esto les lleva a frecuentes decepciones que no llegan a ahogar sus deseos de constituir una pareja perfecta, acorde a sus ambiciones y su innato orgullo. Instalados en el amor son leales, realizadores y generalmente dominantes. Dotados de una sexualidad ardiente y de una fuerte sensorialidad, son ávidos de placeres y toda suerte de sensaciones intensas.


VIRGO

El orden racional que equilibra a los Virgo tiene tendencia a excluir una serie de pulsiones inconscientes y de deseos animales. Bajo pretexto de irracionalidad. Esto suele ocultar un gran pudor sexual y sentimental que les es difícil de superar.
Dotados de un fuerte sentido crítico y cierta tendencia al sarcasmo, se sienten atraídos por la polémica, que les sirve a un tiempo como ejercicio de razonamiento lógico, y como posibilidad de dar salida a su agresividad, que no se manifiesta de manera notable en otros momentos de su vida.
En amor suelen ser reservados y a veces tímidos; sus afectos son fuertes y profundos, pero su notable pudor les dificulta manifestarlos: a menudo prefieren disimular un amor –o atracción sexual intensa- bajo la apariencia de amistad, lo cual no deja de dar lugar a numerosos malentendidos.


LIBRA

El amor es para los Libra terreno privilegiado de expresión.
En él dejará fluir su lirismo, su romanticismo y su gran voluptuosidad; el amor es para el Libra, a la par que una aventura emotiva, un dominio estético lleno de posibilidades de placer y perfeccionamiento.


ESCORPIÓN

El nativo de escorpión se caracteriza por su extraordinaria vitalidad; a veces ésta no se manifiesta de manera evidente, sino como una rara capacidad de supervivencia en las condiciones físicas y psicológicas más difíciles. La intensidad de sus pulsiones vitales, una de cuyas manifestaciones es la sexualidad, incita al escorpión a tomar riesgos múltiples de todo orden; su profunda insatisfacción con todo lo que está establecido, sea como verdad o como regla de conducta, le hace ser despiadadamente crítico, a menudo demoledor y destructivo.
En amor es capaz de una devoción y de una intensidad poco comunes, que a veces se manifiestan como una invasión masiva en el mundo de la otra persona; absorbente, sus celos pueden ser de una violencia inusitada, a menudo acompañados por un espíritu de venganza o de vindicación ciega.


SAGITARIO

Un fuerte sentimiento de su propio rol (se refiere al aspecto “sanchezco” de la personalidad de los Sagitario), y de la distribución de los roles sociales lo conduce a menudo hacia el formalismo, hacia un sentido de las jerarquías que le será difícil trasgredir, de modo que el respeto se constituirá en un importante valor en su vida, lo cual le podrá predisponer hacia un cierto conformismo, o a un sentimiento de autosatisfacción. Su tendencia a velar por el buen funcionamiento de la sociedad es igualmente capaz de conducirle hacia un paternalismo, de apariencia liberal, pero de fondo autoritario.
Su inteligencia tiende a agrupar una cantidad heterogénea de conocimientos, para luego realizar vastas síntesis.
En amor es capaz de un romanticismo enorme, de un idealismo a toda prueba, que vienen a menudo acompañados de una tendencia legalista que parece contradecirlos; lo que sucede es que el sentido de rol social, de respetabilidad y ejemplo se instala al lado del amor romántico, intentando encarnar en una situación social todo su desaforado idealismo.


CAPRICORNIO

Uno de sus rasgos generalmente admitidos es su profundidad y, consecuentemente a esto y a su desconfianza, su reserva.
Lentos para hacer amistades o enamorarse, una vez que los sentimientos se han posesionado de ellos serán capaces de una lealtad extraordinaria y un desprendimiento sorprendente; los afectos tendrán tendencia a profundizarse y a ocupar una gran parte de su vida; solo se romperán en caso de una grave ofensa o decepción sufrida, en cuyo caso los capricornianos harán lo posible por borrar ese afecto de su mente, con mucho dolor, y un probable resentimiento hacia la persona que lo provocó.


ACUARIO

Su sexualidad, bien que viva, tiende a no ser posesiva, y a saltar con naturalidad sobre las numerosas interdicciones acumuladas en torno a ella, para establecer relaciones intensas, aunque elásticas, en las que predomina un sentimiento de amistad y complicidad.


PISCIS

A veces esta particularidad perceptiva del Piscis produce una serie de malentendidos con la gente, ya que él es capaz de situarse a contracorriente de la opinión por defender una corazonada, bordeando constantemente el pensamiento mágico, e incurriendo a veces en la mera superstición.

Rodolfo Hinostroza
 Tomado del libro La astrología de Bertrán de Otálora




















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