Blasfemia

¿Por qué con voluntad débil y poca
para enfrentar al monstruo del pecado,
también Dios, sin piedad, nos ha dotado
de ojos, manos, nariz, oídos, boca,

piel y sangre en las venas? ¿Quién no toca
el Cielo con las manos si, tentado,
no se da por vencido y atrapado
por ese imán que a todos nos convoca?

Si Dios todo lo puede, ¿no es posible
rectificar lo hecho?, ¿no pudiera
volvernos a crear?, ¿será imposible

ser de hierro, de piedra, de madera,
en vez de barro, carne corruptible
que tiene que pecar, aunque no quiera?...

Miroslava Sternova

No hay comentarios: