Calla corazón

Calla corazón tu sufrimiento,
no le aumentes sus penas con tu pena,
si en verdad es de amor tu sentimiento
ocultarlo ha de ser una obra buena.

Piensa corazón que poco vales,
y en cambio cuanto vale la que adoras;
para ti, tu fortuna son tus males,
y tu don, es dictarme tus doloras.

Pobre corazón, te considero,
tú no tienes la culpa de adorarla,
tu cariño es sincero y verdadero
mas desear que te acepte, es rebajarla.

Mira corazón, yo te aconsejo
que la sigas amando con fervor,
que te revistas de valiente dejo
y que ocultes a todos tu dolor.

Mario Garrido Lecona


Con las manos vacías

Que sera en tu presencia cuando rinda mis cuentas de las horas vividas, ,de mis horas desiertas!
Tu, creador de los mundos, de la luz, de los días.
Yo, sin nada en las manos...con las manos vacías.

 Ay Señor, que vergüenza cuando llegue a tu vista,
cuando estando en el mundo, ya en el mundo no exista...
Pedirás que te diga, lo que Tu ya sabias:
que te explique la causa de mis  manos vacías...

No valdrán las excusas que mi mente alimenta,
porque todas, del tiempo, no completan la cuenta.
Te diré que en mi tiempo fabrique fantasías...
Me dirás que a ti llego con las manos vacías.

Tratare con mis manos, de abarcarme a mi mismo
y decirte que llevo en las manos mi abismo,
que no llevo las obras que de mi esperarías
mas no llego a tu vista con las manos vacías.

Sonreirás del intento de abarcarme a mi mismo
y tratar con mis  manos de abarcar el abismo.
Mostraras tu, tus manos, cuando extienda las mías
y veré que he llegado con las manos vacías.

Que dolor cuando mire como sangran tus llagas,
La maldad de los hombres, que en amor Tu les pagas.
Te diré: Jesucristo, por tus crueles sangrías
da perdón al que viene con las manos vacías.

Mario Garrido Lecona


Cuando miro tus ojos...

Cuando miro tus ojos como miran,
con esa placidez que me subyuga,
parece algunas veces que suspiran
por algo en el espacio que se fuga.

Parece que quisieran ser un rayo
que cruza por el éter desde el cielo,
o ser como la queja de un desmayo
que vuela tras la huella de un anhelo.

Te miro con amor embelesado,
buscando en vano lo que ven tus ojos,
y luego silencioso, muy callado
abogo porque logres tus antojos.

Quisiera que tus sueños, tus desvelos,
tus ansias de querer a quien te quiere,
dejaran ya por fin de ser anhelos
y fueran realidad que nunca muere.

Si nada puedo hacer queriendo hacerlo,
por que alcances la dicha que mereces,
haciendo que tan solo por quererlo
mis horas de indolencia desvaneces.

Si tuviera algo digno, que valiera,
a tus plantas, mujer, ofrecería
pero tengo tan solo mi quimera,
mi pobreza y mi loca fantasía.

Guardo un algo, quizás que había ocultado
por que tiene menor cotización
decrépito, luctuoso y lacerado
le llamo a esa piltrafa corazón.
A duras penas su labor realiza
callando sus angustias noche y día,
a veces en las noches agoniza
y logra renacer durante el día.

Ya tiene a quien sonar en la noche
ya tiene en quien pensar durante el día,
tiene a quien brindar este derroche
de frases que pretenden su poesía.

Tú le inspiras, le colmas, le confortas
con tu efigie de forma angelical,
y en la forma sutil con que te portas
la bondad le antepones a su mal.

Tú, tan buena, tan casta, tan honesta
tan hermosa y tan llena de atracción
a mis dudas propones la respuesta
dejando complacida mi razón.

Si nada tengo de ofrecerte digno,
permite al menos que te de mi ser
que amarte siempre me ordenó mi signo
aunque fuera el amarte padecer.

Si acaso alguna vez necesitaras
destruirte tu falsa soledad,
bastaría nada más con que llamaras
al que te ama callando su ansiedad.

Mario Garrido Lecona


Falsa belleza 

Mujeres que os sentís las soberanas
y confiáis demasiado en la belleza,
creyendo que no acaban las mañanas
sino en tardes de goce y de pureza.
Dolor y risa causa contemplaros
esgrimiendo con arte vuestro orgullo,
discutir demasiado, hasta cansaros,
que este vestido es fino más que el suyo.
Olvidando, insensatas, que en la vida
todas son ilusiones pasajeras
que atormentan el alma entristecida.
Y que feas, bonitas y embusteras,
ya sin fijarse lo que en vida fueron,
todas son cuando mueren calaveras.

Mario Garrido Lecona




Juventud

Torbellino de vanas ilusiones
en que pierdes, sin verlo, la razón;
consecuencia será de decepciones
que en silencio lamente el corazón.

Ilusa juventud que no previene,
el mañana que pronto llegará,
a su fuerza titánica se atiene
porque piensa que nunca flaqueará.

Mas la débil flaqueza se presenta
por la fuerza impelida que la creó,
y a la vida declina y atormenta
hasta ver que esa vida exterminó.

¿Por qué la juventud nos abandona?
No recuerdo si tuve juventud,
o bien ya la memoria me traiciona,
o falsa también es mi senectud.

Sin embargo, son tantas decepciones
de que tiene recuerdo el corazón,
que harían falta diez mil generaciones
para ver cada vieja decepción.

Mario Garrido Lecona


Ten Fe

¿Por qué temo de todo, si Dios está conmigo?
¿Donde está la confianza que me inspira la fe?
¿Tiene más importancia mi mortal enemigo
que El que todo lo puede y El que todo lo ve?

Hoy que estás abatida, ten confianza en el Cielo
y prosigue en la lucha con titánico pie,
ya verás como triunfas a pesar del desvelo,
¡Porque Dios es tu Amigo y ha premiado tu Fe!

Mario Garrido Lecona








No hay comentarios: