"Creemos que Dios es amor y poder y verdad y luz; esa justicia perfecta que gobierna al mundo; todo a lo que sus hijos intentarán alcanzar en sus pies, sin embargo siguen perdidos lejos de él. Tenemos la paternidad de Dios, la hermandad del hombre; sabemos que le damos por servido mejor cuando mejor le servimos a nuestros hermanos hombres. Ahora deja su bendición caer sobre nosotros al igual que la paz por siempre. Amén."

Charles Webster Leadbeater



"El hada aparece en su mundo completamente formada como los insectos. Vive poco o mucho sin apariencia de fatiga ni necesidad de descanso y sin envejecer con los años. Pero llega un tiempo en que su energía se agota y se siente cansada de la vida. Cuando esto ocurre, su cuerpo se va volviendo más y más diáfano hasta convertirse en una entidad astral que vive durante cierto tiempo en este mundo, entre los espíritus del aire, que representan para ellas la inmediata etapa de su evolución. Después de la vida astral vuelve a su alma-grupo, en donde, si está lo bastante adelantada, puede tener algo de existencia consciente antes de que la Ley cíclica actúe una vez más en el alma-grupo, despertando en el hada el deseo de separación… Por lo tanto, el nacimiento y la muerte son mucho más sencillos para las hadas que para los hombres, con la ventaja de que la muerte del hada está libre de todo pensamiento de tristeza y temor."

Charles Webster Leadbeater
Tomada del libro Hadas de Jesús Callejo, página 5




"El original del Libro de Dzyan está en Shamballa, en manos del augusto jefe de la Jerarquía Oculta, y nadie lo ha visto nunca. Nadie conoce su antigüedad, pero se dice que la primera parte sea incluso anterior a nuestro mundo, y también se dice que no es una historia, sino una serie de indicaciones, una fórmula para crear, más que un relato de la creación. Una copia del mismo está custodiada en el Museo de la Jerarquía Oculta, y es la copia que Madame Blavatsky y algunos de sus discípulos vieron, y que ella describe tan gráficamente en La doctrina secreta: un manuscrito arcaico —una colección de hojas de palma, que mediante algún procedimiento especial desconocido se han hecho impermeables al agua, al fuego y al aire—, se halla ante los ojos de la escritora. En la primera página, en una hoja negra opaca, hay un disco blanco inmaculado. En la página siguiente, el mismo disco, pero con un punto central. El libro, sin embargo, tiene otros detalles que ella pasa por alto. Parece estar, por ejemplo, inmensamente magnetizado, porque si un individuo coge una página con la mano, enseguida ve pasar ante sus ojos una visión de los hechos que el libro se dispone a describir, mientras al mismo tiempo le parece oír una especie de descripción rítmica de estos hechos, en su propia lengua, en la medida en que dicha lengua es capaz de expresar las ideas implicadas. Las páginas del manuscrito no contienen palabras de ningún tipo, solo símbolos. En este mismo monasterio se conserva un libro (de Aryâsanga) que es objeto de la máxima veneración; es la escritura que Madame Blavatsky llama el Libro de los Preceptos Áureos. Parece que Aryâsanga lo empezó como una recopilación de extractos, una especie de libros en los que escribía todo lo que pensaba que podía ser útil para sus discípulos, y empezó con las estancias del Libro de Dzyan —no en símbolos como en el original, sino en palabras escritas."

C. W. Leadbeater
Theosophist de agosto de 1909
Tomada del libro Atlántida de Roberto Pinotti, página 413


“En el transcurso de la evolución y a su debido tiempo, todos ampliarán sus ordinarias facultades, pero hay quienes se han tomado el trabajo de agudizarlas antes que los demás, a costa de una labor mucho más ardua de la que la generalidad de las gentes querría emprender.”

C. W. Leadbeater
En el prefacio de Los Chakras



"En la cúspide del monte sagrado están los «Ángeles Verdes», que hace diez mil años constituyen la guardia de uno de los centros de fuerza viva que liga el pasado de la tierra mística de Erin con el porvenir. Sobrepasan bastante la taifa del hombre; estas formas gigantes, coloreadas como las nacientes hojas de los árboles en primavera, lucientes con una indescriptible suavidad de luz, pasean sobre el mundo su maravillosa mirada, luminosos como los astros, llenos de la paz que irradian los que viven en el Eterno, y esperan, con la calma segura del conocimiento, los momentos o los tiempos que serán cumplidos. »Al contemplar tal espectáculo, se da uno cuenta plenamente del poder e importancia de las cosas ocultas."

C. W. Leadbeater
Descripción de los seres que dice haber visto en Slievenamú, montaña sagrada de Irlanda
Tomada del libro Aberraciones psíquicas del sexo de Mario Roso de Luna, página 99



"... fuerzas de las que se ha perdido conocimiento eran conocidas por la ciencia de aquella época; una de ellas era utilizada como fuerza motriz tanto para los barcos como para las máquinas voladoras; otra servía para cambiar la relación existente entre los cuerpos pesados y la tierra, de manera que esta los rechazaba en lugar de atraerlos, haciendo así sumamente fácil levantar a gran altura piedras gigantescas."

C. W. Leadbeater y A. Besant
El hombre, de dónde y cómo vino. ¿Adónde va?
Tomada del libro Atlántida de Roberto Pinotti




"Las hadas de agua dulce parece que gozan especialmente en las cascadas, cataratas y saltos de agua, tal como sus hermanas marinas se recrean en la espuma de las olas… Las que comúnmente habitan en las rías, se trasladan al mar cuando se hielan las aguas fluviales, al paso que a otras les repugna el agua salada y prefieren emigrar a lejanos parajes en vez de refugiarse en el océano."



Charles Webster Leadbeater

Los espíritus de la naturaleza: una evolución aparte
Tomada del libro Hadas de Jesús Callejo, página 79



“Mientras que la luz de la Teosofía brille a través de las edades por venir, mientras que la Sra. Blavatsky sea reverenciada como la portavoz de los Maestros de Sabiduría, también se recordará el nombre de Alfred Percy Sinnett como uno de los primeros pioneros, como el hombre a través de cuyos escritos la luz brilló en el mundo occidental.”

Charles Webster Leadbeater



".... Para la teoría de la visión astral la cuarta dimensión da una más cuidada y completa explicación."

Charles Webster Leadbeater



"Un gran acontecimiento astrológico, una agrupación especial de planetas y unas condiciones magnéticas especialmente favorables a la Tierra, marcaron el momento propicio. Esto sucedió hace unos seis millones y medio de años. No quedaba nada por hacer, salvo lo que solo Ellos eran capaces de llevar a cabo.
Entonces, bajo el estruendo impetuoso del rápido descenso, desde alturas incalculables, envuelto en masas deslumbrantes de fuego que llenaban el cielo de enormes lenguas llameantes, se lanzó a través de los espacios aéreos el carro de los Hijos del Fuego, los Señores de la Llama procedentes de Venus; y se detuvo manteniéndose suspendido sobre la «Isla Blanca», que yacía sonriente en el golfo del mar de Gobi; era verde y radiante, cubierta de masas de flores fragantes y multicolores; la Tierra ofrecía todo lo mejor que tenía, y lo más hermoso, para dar la bienvenida a su Rey. Hélo ahí, «el Adolescente de las dieciséis primaveras», Sanat Kumara, «la Eterna Juventud Virginal», el nuevo Rey de la Tierra, que llega a su Reino con Sus tres Discípulos, los tres Kumara, sus Ayudantes que lo rodean. Treinta Seres poderosos, grandes más allá de toda comprensión terrestre, estaban con ellos por orden jerárquico."

C. W. Leadbeater y A. Besant
El hombre, de dónde y cómo vino. ¿Adónde va?
Tomada del libro Atlántida de Roberto Pinotti







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