“El divorcio es el último remedio del más existencial de los fracasos.”

Laura Campmany
Divorcio exprés, ABC, 17/11/2007


Escucha: canta un pájaro

Escucha: canta un pájaro
y lo hace sin ruido.
Lo hace sin atril ni partitura.
Sin tos, sin vanidad, sin circunstancia.
Tan solo con su pico,
tan solo con su música
gozosamente innata.
Le canta al sol naciente,
y al cielo, que clarea,
y a la tierra, plural y bulliciosa,
y a su dulce momento,
y a su día.
Canta porque está alegre
y no sabe ocultarlo.
Mañana callará
y será igual de puro su silencio.
En eso se parece a los buenos poetas…
Yo lo voy a escuchar mientras escribo.
Mientras digo la gracia de su canto
y lo bien que celebra que está vivo.

Laura Campmany


Mi vida tiene...

Mi vida tiene forma de camino,
y un fondo de verdad en la maleta,
y una ilusión, ridícula y secreta,
donde confluyen Dios y mi destino.

Mi vida tiene ya sabor a vino,
y a noches de relente y escopeta,
y a pan desmenuzado en la cuneta,
y a humilde vocación de peregrino.

Mi vida es algo tonto que dormita
bajo la higuera azul de la esperanza
mientras el tiempo, inexorable, avanza.

Mi vida es un clamor que resucita
cuando siente que existe, cuando alcanza
un poco del amor que necesita.

Laura Campmany

Soneto

En un soneto cabe cualquier cosa:
la tarde del revés, la golondrina
que asoló con sus alas mi oficina,
y el humo, convertido en mariposa.

Le cabe la certeza luminosa
del rayo que ni cesa ni fulmina.
Le cabe la soberbia gongorina
que urdió en la noche el nombre de la rosa.

Si abarcará universos literales,
campos, espigas, lunas, mares, montes,
que, por caber, le caben catedrales
y lirios que resumen horizontes.

¿Y dices que no cabe el amor nuestro?
Si me das un papel, te lo demuestro.

Laura Campmany


Un libro de poemas

Un libro de poemas
nace, como los hombres,
del placer y el dolor.
Viene al mundo en los flacos hospitales,
o en el bosque sombrío,
o camino de casa o del trabajo,
o en la playa serena,
o en la noche callada,
o en la silla de siempre,
o en la cama aturdida,
en cualquier estación,
a cualquier hora,
y para la memoria o el olvido,
y para la verdad o la impostura,
exactamente igual que las personas.
Es una densa y frágil criatura
a sus propios efectos condenada.
Mejor saberlo a tiempo:
que un libro de poemas
o es un mundo, o no es nada.

Laura Campmany
Oficio de poeta, VII. El ángel fumador, 2012











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