"A la mayor parte de los fantasmas se los ve una sola vez, y nunca más. La mayoría de los avistamientos ni queda recogida por escrito ni se graba. Me encontré con que hay muy pocas historias genuinas de fantasmas con un comienzo, un desarrollo y un final; sin embargo, en este libro me he centrado en aquellas que funcionan como narración. A menudo me he topado con que me interesaba más la persona que lo veía que el propio fantasma. Al parecer, tenemos la idea de que, sean  lo  que  sean  los  fantasmas,  lo  que  intentan  es  aterrorizarnos.  Cada uno responde de manera muy diferente ante el miedo. Tal vez no estén tratando de asustarnos, ni mucho menos. Quizá, tal y como sucede  en  la  película  Los  otros,se  hallen  atrapados  sin  más en un universo  que  ellos  mismos  han  creado;  es  posible  que  nosotros  no  seamos más que sombras para ellos y que los encuentros entre ambos sean producto de confusiones infinitamente complejas.La temática de los fantasmas se ha visto degradada por la desinformación y por quienes buscan el sensacionalismo puro y duro. El discurso no ha avanzado desde el siglo XVIII, y la mayoría de la gente, si es que cree en fantasmas, todavía piensa que sus manifestaciones suponen un encuentro con alguien que está muerto pero activo.Sin embargo, las cosas han empezado a cambiar. Poco a poco se va descifrando la química cerebral y, tras décadas ignorando lo para-normal, el academicismo ha hallado un nuevo interés en la creencia en los fantasmas y en el folclore para retomarlo allá donde se quedó hace ciento cincuenta años. El discurso se encuentra ahora en plena renovación. En  esta  obra  he  incluido  muchos  trabajos  académicos  recientes,  además  de  algo  de  material  sobre  las  movilizaciones  espontáneas de masas de gente en el Londres victoriano y los últimos descubrimientos en los archivos sobre el Tamborilero de Tedworth y la aparición de la señora Veal. Afortunadamente,  el  debate  se  ha  desviado  de  los  esfuerzos  por  demostrar o desmentir la existencia de los fantasmas. Esa idea pertenece  al  Londres  de  la  década  de  1880.  En  un  sentido  básico,  los  fantasmas existen porque la gente no para de contar que los ha visto. Este libro no trata sobre si los fantasmas existen o no. Esta obra versa sobre lo que vemos cuando vemos un fantasma, y sobre las historias al respecto que nos contamos los unos a los otros."

Roger Clarke
 La historia de los fantasmas. 500 años buscando pruebas (Siruela)

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