Arábiga de la sombra

Así como la sombra está tendida
a los pies de su árbol,
quisiera yo estar siempre junto a ti,
mi amor, mi amigo;
simplemente tenderme, estar ahí,
sobre la hierba que te circunda.
Ser luz que tú desvistes
con tu cuerpo,
no ser tuya, ser tú
en viceversa pura. A tus plantas tenderme y alargarme
y recogerme en ti, como anillito oscuro,
para entonces besarte las raíces,
las más umbilicales y remotas,
las que parte de mí,
de mí… tu sombra.

Lil Picado


Arábiga frente a ti

Frente a ti soy desnuda,
pequeña,
irremediable. Frente a ti me abandona
esta lúcida esgrima
de mi mente,
me quedo siendo música,
mirada,
dulce esquema del mar,
jazmín incandescente…
y entonces tú no quieres,
no puedes,
tocarme.

Lil Picado


Cantiga agónica

Me moriré de tiempo una mañana,
me moriré entre mis brazos, clara;
me moriré de labios, de mirada,
de loca desnudez acorralada,
de tiempo natural, en fin. De piel,
de alas… Me iré donde tu olvido quiera
que me vaya.

Lil Picado


Cantiga nuestra

Tú venías de la muerte,
yo de la fuente.
Tú traías en las manos
mi primera mirada de flor silente;
yo tenía
cantarcillos de musgo sobre la frente. El tiempo lo ha soñado,
¡ay bosque verde!
Ay soledad de piedra que se sorprende
del corazón de liquen que la acomete. …El tiempo lo ha querido,
y el agua vierte.

Lil Picado



Espiga taciturna

Espiga taciturna, leve sombra,
pequeña alondra ciega,
te miraste en las aguas del que amabas
y sólo pudiste ver, flotando en ellas
–entre ínsulas de musgo y lentas ramas–
el pálido cadáver de tu rosa.

Lil Picado



"La poesía no se me ocurre, me ocurre."

Lil Picado



Madrigales (I)

Puñados de avena tiro al aire,
amapolas al fuego,
desde que te he visto, amado;
la dulce ranciedad del higo pruebo,
y gimo,
y sorbos de agua bebo.
Y río y canto
y danzo hasta morir,
y me deleito
de la tierra que piso,
y todo es a mi voz
sonido y eco;
y loca me euforizo
y palidezco.
Aspiro todo el musgo
del sendero,
y las fuentes sombrias
merodeo
buscando, amor,
el tiempo
de saciar mi esplendor
bajo los chorros frescos.
Sólo trinos y piares desayuno,
y me trenzo guirnaldas
en las crenchas y el cuello;
y me perfumo con néctar y tomillo,
y me froto laureles en los senos.
Y me engalano el alma
de centeno
y del pubis
de misterios,
y de silbos las llagas
del corazón me siembro…

Lil Picado


"Supongo que he evolucionado en la plenitud que siento con mi propia expresión. Al principio uno está con la palabra, como un bailarín que está empezando con el cuerpo, aprendiendo a enterarse que tiene cuerpo.
En este caso igual pasa con la poesía, uno empieza a hacer aproximaciones hacia la palabra, hacia la expresión con palabras, al principio cuesta más, y no encuentra palabras. Pero llega un momento en que ya uno con la palabra juega, que ya no puede separar la poesía de la palabra. Yo me siento absolutamente cómoda con la palabra."

Lil Picado



"Toda experiencia va generando otra y otra más; es como el llamado ‘efecto mariposa’. Creo que la poesía es un misterio que puede estar presente en todas las artes y actividades. Hasta en la comida hay poesía, es mejor un buen chef que un mal poeta. Si un chef hizo una cosa que aunque dure poco queda sellado para la eternidad, en aquella exquisitez puso toda su poesía. Hay gente llena de poesía y, por supuesto, animales verdaderamente poéticos. En el arte siento el pálpito de la poesía. Para mí, la poesía es muchísimo más que escribir poemas.
La poesía es el arte de traducir en palabras lo que no tiene palabras, por eso hay un recurso instintivo del poeta hacia la metáfora y hacia otras maneras de decir las cosas para poder dar a entender, comunicar aquello que definitivamente pertenece a un universo que está más allá de la palabra lógicamente armada y estructurada."

Lil Picado


"Yo sí creo profundamente en una línea que es, por un lado, genética sanguínea y por otro lado, espiritual y trascendente. En algún poema yo le digo a mi padre que es un hermano de esta cofradía de los que hacemos poemas y que me hospedó en la historia de su sangre. Hay una herencia que encaja con toda esta realidad desde una óptica más esotérica y en este caso, poética.
Los factores de la historia de la vida de alguien dependen de tal cantidad de cosas que yo sé que esta herencia influye. Es como si entre padres e hijos nos pasáramos una antorcha y mi papá, Mario Picado, me pasó a mí la antorcha de la poesía. Sin embargo, la poesía de él y la mía son muy distintas. 
Ahora, también está la presencia de mi madre, Lola González, una mujer muy sensible e inteligente, que aunque no es poeta ni escritora, sino científica, el pensamiento metódico y organizativo de ella también lo reconozco en mí, y a veces me ha ayudado a procesar y traducir el caos de la inspiración."

Lil Picado



















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