Bésame

imantemos nuestras bocas
tentémonos en rojo

respírame un suspiro
mientras bebo tu fuente
y no dejes que me aparte
sujétame del escote

se rompe mi blusa tabú
y se pierden los talismanes

bésame hasta morir
en el clímax del beso.

Karina Sacerdote



"El sentido del poema es relativo. Como toda obra artística es subjetivo. El poeta escribe, el lector siente. El sentir del lector no siempre se da la mano con el sentimiento del poeta al crear los versos. Y está bien que así sea: porque el poema trasciende a su creador y hace huella en el otro. Como decía Baldomero Fernández Moreno: Ante la poesía, tanto da temblar como comprender."

Karina Sacerdote



Ellas, las ineludibles

Ellas, las ineludibles
se besan en cada encrucijada
se tocan
construyen y destruyen

se aferran la una a la otra
acarician el templado limbo

ellas
se abrazan en cada puente
se desafían
ganan y pierden

apuestan

hoy
jugarán al póquer por mí.

Karina Sacerdote



"En mi caso, el poema nace de una imagen que puede surgir de una sensación o de algo que veo. A partir de esa imagen se tejen las otras, se entraman, se besan y se apartan. Danzan las imágenes a un ritmo único y crean al final un todo que transmite la sensación impulsora u alguna otra que se haya ido gestando en la confluencia de los versos."

Karina Sacerdote


Ignoró

ya se fue aquel granate de sus labios

incierta la presurosa tregua
se plantó frente a su ombligo

quiso dibujar invulnerables eslabones

ignoró que las cadenas
no se fabrican con ruegos

Karina Sacerdote



Inevitable el labio

inevitable el labio
el que se sabe dios
hormiguero de mañanas
apacible bufón de naufragios
entelequia de abismo solo
el que ama
ese
el tuyo
el que besa
besos de intrépida rompiente
ese labio inferior que es nirvana
cuando roza sutilmente
como capullo rabioso
errante
mi
boca

Karina Sacerdote



La muerte golpea a tu puerta

la muerte golpea a tu puerta
para rematar el último verso
que exhala tu bocalma

aunque quieras cerrar el oído
el ruido es tan ruido
que corta el silencio en dos

un intodo y un desnada
un desdedo y un intalón
un sinfin y un sinprincipio

izquierda derecha izquierda
derecha derecha se tuerce

el ahogo de ver que no hay
ni un ápice de esperanza cruda
a donde mandarla a pasear

golpea a tu puerta la muerte
muerte de fin sin fin
muerte de luz sin luz

muerte de tanto silencio
y tanta, pero tanta sombra.

Karina Sacerdote


No quiero

anudaré
un lienzo negro
a la mirilla
no
al sol
no
al ver
retazos del nirvana
en los agujeros azules

no quiero desgranarte
no quiero construirte

no quiero nada



Karina Sacerdote


Vaso rajado

como un vaso rajado
con mis manos te toco
en el vértice
invisible
para cortarte
despellejarte en ilusorio ahogo
llevarme tu piel
olerla
tentarla
hacerla mía
cuando te vas

Karina Sacerdote










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