Canciones

Pastora, tus ojos bellos
mi cielo puedo llamallos,
pues en llegando a mirallos,
se me pasa el alma a ellos.

Ojos cuya perfección
desprecia humanos despojos,
los ojos los llamen ojos,
qu´el alma sabe quién son.

Pastora, la fuerza dellos
por espejo hace estimallos,
pues viene junto el mirallos
y el pasarse el alma a ellos.

Muchas cosas dan señal
desta verdad sin recelo:
que tus ojos son del cielo
y su poder celestial.

Pastora, pues solo vellos
fuerza el corazón a amallos,
y la gloria de mirallos,
a pasarse el alma a ellos.

Luis Gálvez de Montalvo



Partíme de vos sin veros,
porque no puedan decirme
que fue posible partirme
y no lo fue enterneceros;
excusaré, mal mi grado,
el juzgar en la partida,
a vos por desconocida,
y a mí por desesperado.

No hay fortuna que asegure
aquel que de vos se parte,
ni tiempo, razón ni arte
que por su salud procure;
y así, a tan amarga suerte
no buscaré resistencia;
pues vos disteís la sentencia,
yo ejecutaré mi muerte.

Luis Gálvez de Montalvo
El Pastor de Filida


Yo me huyo y no me quejo,
porque no vengo conmigo;
perdonadme que os lo digo
por galardón de que os dejo;
y si os mostrareis servida
en partirme de esta suerte,
podrá decir que la muerte
me valió más que la vida.

Luis Gálvez de Montalvo









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