"De todos los beneficios, incluso los mayores, que Dios buenísimo y todopoderoso ha concedido a los hombres, estimo que nada hay más precioso que el conocimiento de los medios seguros, probados e inmutables, que permiten llegar a la patria celeste, objeto de nuestros deseos.
Gracias a ellos, ardiendo de amor divino, languideciendo de amor, diría con la esposa, se llega, por una feliz evolución, hasta este amor bendito, eterno, que no es sino Dios mismo. 
Por esta razón, los apóstoles afirman que la Santa Escritura inspirada por Dios nos ha sido transmitida como el camino seguro, como el camino directo que puede llevarnos a la salvación.
Gracias a ella discernimos claramente la inmutable voluntad divina. Discerniéndola, la observamos; observándola, la amamos, y amándola, aseguramos nuestra felicidad."

Jacques Gaffarel




"En efecto, la Cábala, en el sentido más amplio de esta palabra, no es sino la explicación mística de las Escrituras, explicación que fue transmitida antes y después de la llegada de Cristo, nuestro Salvador. No me sería difícil demostrar que gracias a ella algunos puntos que aún hoy en día son objeto de controversia pueden aclararse con facilidad.
Pero me parece ver que algunos de los actuales despreciadores de la Alta Ciencia, que creen haber adquirido conocimientos suficientes (o al menos haberlo intentado) para declararle la guerra eterna; me parece, digo, ver a estos impostores o escuchar sus divagaciones, ver los argumentos gracias a los cuales refutan, rechazan e intentan destruir la tradición de los Rabinos y las enseñanzas de la Cábala, como manchados por el fermento de una condenable superstición.
Por ello he creído útil, trazando el plan de esta obra, exponer al principio las bases sobre las cuales se apoya la ciencia de los Rabinos y la de los Cabalistas, que sus adversarios califican de diabólicas; después refutaré los argumentos de sus detractores...
Después de estos célebres autores, cuya opinión acabamos de exponer, todos los rabinos o cabalistas que han intentado penetrar los misterios sagrados de esta tradición augusta de la Cábala o cabalística afirman, como ya hemos dicho, que además de la ley escrita existe otra enseñanza secreta a la que llaman Cábala, del verbo hebreo kibbel, (קבל) que significa recibir. Y definen así esta recepción o Cábala: la Cábala es la transmisión simbólica de la revelación divina que, para nuestra salvación, nos permite contemplar a Dios y a las formas separadas."

Jacques Gaffarel


"(La Cábala) eleva el Espíritu hasta las alturas más sublimes; conduce al hombre de las cosas mortales y pasajeras hasta la percepción de los misterios divinos, lo hace virtuoso, lo guía con seguridad por el camino de la sabiduría."

Jacques Gaffarel



"Mientras tanto, que nos dejen en paz, él y todos aquellos que se han ensañado con la ciencia cabalística. Que nos dejen en paz, digo, y que intenten volver a la mentalidad más sana. Pero lo que deseo por encima de todo es que sean felices, que gocen de la luz durante la eternidad todos aquellos que han percibido la luz a través de la tradición; éstos aprobarán y confirmarán mi juicio sobre la Cábala."

Jacques Gaffarel



"Pueden ladrar cuanto quieran, como perros furiosos, cada vez que se encuentren frente a un secreto inaccesible a su entendimiento. Pueden echar su rabia impotente sobre todo aquello que ignoran, sobre las verdades sublimes, profundas, divinas, a las que atacan. Se parecen a las cabras, siempre febriles, según la expresión de Varron, que corrompen todo lo que tocan con su maloliente aliento.
Nosotros, rechazando este veneno gracias a un antídoto celeste, remedio soberano, expondremos los Arcanos tal como los sabios nos los han transmitido, y hablaremos de estos misterios, pero con un lenguaje místico, para protegerlos.
¿A qué trabajo más noble, más justo, más útil para nuestra fe, podría consagrar mis esfuerzos, sino a éste, cuyo objetivo es hacer accesibles todos estos misterios relativos a la madera de vida, la revelación que, según los cabalistas, fue hecha directamente por un ángel?"

Jacques Gaffarel
Profundos misterios de la Cábala divina


"Respondo que, aunque se corten en trocitos, se machaquen en un mortero e incluso se quemen hasta reducirlas a cenizas, mantienen —por algún poder secreto y maravilloso de la naturaleza—, tanto en el jugo como en las cenizas, la misma forma y figura que tenían antes y, aunque no sea visible en ese momento, un artista puede, con arte, volverlas visibles a los ojos. Es posible que algunos —aquellos que solo leen los títulos de los libros— encuentren ridícula esta historia, pero quienes así lo deseen pueden verla confirmada, si recurren a las obras de M. du Chesne, S. de la Violette, uno de los mejores químicos que han dado nuestros tiempos, quien afirma que él mismo vio a un excelente médico polaco de Cracovia que guardaba en frascos las cenizas de casi todas las plantas conocidas, de modo que si alguien por curiosidad tenía deseos de ver alguna de ellas, por ejemplo, una rosa, en uno de sus frascos, él cogía el que contenía las cenizas de una rosa y lo sostenía sobre una vela encendida; en cuanto las cenizas comenzaban a sentir el calor, uno podía ver cómo empezaban a moverse y después se levantaban y se dispersaban por el frasco y uno observaba enseguida una especie de nubecilla negra, que se dividía en muchas partea hasta que, finalmente, acababa por representar una rosa, pero tan bella, tan fresca y tan perfecta que uno habría pensado que era tan sólida y olorosa como las que crecen en un rosal."

Jacques Gaffarel
Tomada del libro Las enseñanzas secretas de todos los tiempos de Manly Palmer Hall, página 477



"Sí, en efecto, no hay que tomar cándidamente al pie de la letra las ficciones poéticas imaginadas en interés de la humanidad, sino que hay que escrutar, hay que examinar cuidadosamente, hay que interpretar sin negligencia, minuciosamente, los libros misteriosos, simbólicos de la Cábala, ya que éstos, como lo ha establecido con exactitud Galatinus, pueden proyectar una luz deslumbrante a propósito del sentido oculto de la Santa Escritura. Este sistema de enseñanza de los cabalistas ofrece grandes ventajas. Para empezar, utiliza imágenes sensibles, que pueden ser captadas tanto por los ignorantes como por los sabios. Por ejemplo esta parábola: "Un hombre salió para sembrar su campo". Todo el mundo sabe qué es una semilla y lo que producirá.
Segundo, este tipo de relatos se memorizan con facilidad; una parábola se fija en la memoria más rebelde.
Tercero, las ideas cuyo punto de partida es una sensación, una historia que choca a nuestra imaginación, imprimen con más facilidad un símbolo en nuestro cerebro.
Cuarto, es un proceso muy precioso para el pensamiento, a causa de la relación secreta, conforme a las leyes del pensamiento, que une la parábola a la cosa espiritual a la que simboliza. San Pablo, cuya doctrina está conforme a la de los cabalistas dice:
Los misterios de Dios, desde la creación del mundo, pueden leerse intelectualmente en las cosas creadas."

Jacques Gaffarel


"Y, después de haber demostrado que todos los nombres fueron dados por Adán según la naturaleza misma de los seres a los que se aplicaban, Eusebio añade:
¿Por qué insistir y amasar pruebas y pruebas, ya que está demostrado que, entre los hebreos, cada cosa ha recibido la denominación que más le convenía, aquella que se refería mejor a su naturaleza?
Así se expresa este sabio Padre de la Iglesia.
La mayor parte de los autores antiguos, tanto hebreos como griegos, han profesado abiertamente una opinión idéntica. Esta se encuentra también en el Zohar, obra de una profundidad insondable.
Los Rabinos, Platón (en su Cratilo), Plotino, Jámblico, José, el autor de la paráfrasis caldea, y Orígenes la han compartido. Finalmente, entre todos estos padres y célebres escritores, el muy erudito Genebrardus, por su parte, afirma en su Cronología, fol. 21:
Adán –dice–, por orden de Dios, impuso su nombre a todas las cosas, no según su forma exterior, sino según la naturaleza de cada una de ellas."

Jacques Gaffarel










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