"En las primeras épocas del cristianismo los santos se nombraban por aclamación popular. Así subieron a los altares muchos de los personajes -reales o imaginarios- con conductas más que dudosas y virtudes bastante discutibles. Con los años la Iglesia fue endureciendo el proceso, hasta que en el siglo XIII se reservó al Papa la potestad para nombrar nuevos santos. Y las leyes eclesiásticas dictadas en aquellas fechas exigen un proceso que requieren subir varios peldaños, desde considerar a una persona venerable, para luego comprobar científicamente un milagro que lo transforme en beato. Finalmente un nuevo milagro, que siempre son curaciones que la medicina no pueda certificar como naturales, lo convertiría definitivamente en santo, y su culto se transformaría en universal, mientras que antes solo era en el ámbito local. En todo caso, las normas de canonización dictadas por Gregorio IX en 1234 fueron reformadas mucho más recientemente por Juan Pablo II, que aligeró los trámites para nombrar nuevos santos con mayor facilidad. Así es que en su pontificado, el Papa polaco nombró a 550 santos y beatificó a otros 700. Y en el Vaticano hay unas 2.200 causas en estudio."

Carlos G. Fernández


"La verdad es que la historia de la Iglesia está llena de santas anoréxicas, como por ejemplo Catalina de Siena, una de las pocas doctoras de la Iglesia que existen y que según su hagiografía realizaba ayunos muy prolongados. Lo cierto es que también en otras religiones el ayuno es una virtud, y cuanto más prolongados, mayor nivel de santidad. Pero solo en unos pocos casos documentados, existen ayunos extremadamente prolongados motivados por la devoción religiosa, que aparentemente llegan a durar meses o años. Se conocen como anorexia mística o anorexia religiosa. Y sorprende que en pleno siglo XXI, cuando la anorexia se convierte en una lacra social que mata solo en España a un centenar de personas cada año, ¡la Iglesia la aprueba como una virtud que santifica! Y es que a mediados de 2003 un milagro permitió beatificar a Alexandrina da Costa, una mujer portuguesa que estuvo 12 años alimentándose solo con la comunión, incluso bajo controles médicos. Y lo peor es que el ejemplo ha cundido, y ya hay otras santas anoréxicas (aún vivas) en el norte de Portugal que al menos presumen de lo mismo."

Carlos G. Fernández




"Yo creo que tiene mucho tirón el nombrar santos nuevos, que si bien no tienen trascendencia universal, cumplen mejor que nadie su función en los lugares donde vivieron o nacieron. La Iglesia está creando santos locales en un momento en que muchos cristianos comienzan a cuestionarse quiénes son esos personajes que están representados en las iglesias."

Carlos G. Fernández









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