A una rosa deshojada

Esa mustia beldad, que enamorado
tuvo al abrir su verde lozanía,
fragante joya, que al romper del día
sacó la primavera en el tocado;

Substituta del sol, astro esmaltado,
que igualmente alumbraba e influía,
y en su verde apacible tiranía,
por reina se hizo coronar del prado;

a mano descortés, seguir villana.
Rinde cuanto esplendor y pompa adquiere,
pagando como culpa el nacer rosa.

¡Oh! no se fíe la belleza humana:
que es breve flor, que cuando nace muere,
mucho más que por frágil, por hermosa.

Jerónimo de Cáncer y Velasco


"Sale el Demonio mirando á todas partes.
Demonio: Ya el mundo vuelve en sí, y en tanto abismo, la que muerte creyó, fue parasismo: ya el espejo del sol, que ardiente gira, se conoce que vive y que respira; y en estas yerbas, que silvestres toco, va cobrando los pulsos poco á poco; ya que se queja en sí, como cansada, la tierra de una carga tan pesada, y en varios horizontes, su espereza en los brazos de los montes. ¡Todo vuelve á vivir, pese á mi suerte! ¡No encontrarán su vida con mi muerte! Ya del soberbio mar, cuando se humilla, es todo el orbe occidental orilla; ya se sujeta á la ley, y ya sereno no se desabre con el blando freno, y otra vez, sin que airado se defienda, asirse consintió la fácil rienda, que á Dios con el enojo soberano, se le cayó de la piadosa mano. Ya el Arca peregrina, por ignorados rumbos se destina, siendo Dios quien la guía en tanta guerra hacia el abrigo de la amada tierra."

Jerónimo de Cáncer y Velasco
El Arca de Noé






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