“A veces he creído hasta en seis cosas imposibles antes del desayuno.”

Charles Lutwidge Dodgson, más conocido por su seudónimo Lewis Carroll


“Adoro a los niños con excepción de los niños varones. Su raza no me es en absoluto atractiva.”

Lewis Carroll


"—Ahora está soñando. ¿Con quién sueña? ¿Lo sabes?
—Nadie lo sabe.
—Sueña contigo. Y si dejara de soñar, ¿qué sería de ti?
—No lo sé.

—Desaparecerías. Eres una figura de su sueño. Si se despertara ese Rey te apagarías como una vela."

Lewis Carroll
A través del espejo y lo que Alicia encontró allí
Tomado del libro Antología de la literatura fantástica de Jorge Luis Borges;Adolfo Bioy Casares;Silvina Ocampo




"Alicia:¿Cuánto tiempo es para siempre?
Conejo blanco: A veces solo un segundo."

Lewis Carroll
Alicia en el país de las maravillas





"Alicia: "Dime gato, ¿cuál es el camino correcto?
Gato: "¿A dónde te diriges?"
Alicia: "No lo sé"
Gato: "Si no sabes dónde vas, poco importa el camino que tomes"."

Lewis Carroll
Alicia en el país de las maravillas



"Alicia: esto es imposible.
- El sombrerero loco: sólo si tú crees que lo es."

Lewis Carroll
Alicia en el país de las maravillas



CANTO I: LA CITA

Una noche de invierno, a las nueve y media,
helado, cansado, enfadado y sucio de barro,
llegué a casa, demasiado tarde para comer,
aunque la cena, los puros y el vino
me esperaban en el estudio.

Una novedad había en la habitación
y algo blanco y ondulante
permanecía a mi lado en la penumbra.
Pensé que era la escoba de la alfombra
que la descuidada doncella había dejado allí.

Pero de repente esa cosa empezó
a temblar y estornudar.
Ante lo cual yo dije: “¡Vamos, vamos, amigo!
No es muy considerada esa actitud.
¡Por favor, no hagas tanto ruido!”

“Me he constipado”, dijo la cosa,
“ahí fuera durante el aterrizaje.”
Me volví sorprendido
y allí frente a mis ojos.
¡me encontré un pequeño fantasma!

Cuando le reprendí, tembló de pies a cabeza
y se escondió detrás de una silla.
“¿Cómo has llegado hasta aquí?”, dije. “¿Por qué has venido?”
Nunca vi nada tan tímido.
“¡Sal de ahí! ¡Deja de temblar!”

Dijo: “Encantado le diré cómo
y también por qué he venido.
Pero… ” (entonces se inclinó levemente).
“Ahora está usted de tan mal humor
que pensará que todo es mentira.”

“Y en cuanto a lo de estar asustado,
permítame observar
que los fantasmas tenemos el mismo derecho,
en todos los aspectos, a temer a la luz
igual que los humanos teméis a la oscuridad.”

“Ningún pretexto”, dije, “puede excusar
la cobardía que he observado en ti.
Porque los fantasmas podéis visitamos cuando queréis,
mientras que los humanos no podemos
rechazar la visita.”

Respondió: “Alarmarse
es algo natural, ¿no es así?
Realmente yo temí que usted quisiera hacerme daño.
Pero, ahora que veo que se ha calmado,
deje que le explique mi visita.”

“Las casas están clasificadas, tengo el honor de decirle
según el número
de fantasmas que albergan.
(El inquilino apenas cuenta como carga,
junto con el carbón y otros trastos.)

Ésta es la casa de ‘un solo fantasma’, y
cuando usted llegó el pasado verano,
podía haber advertido la presencia de un espectro que
estaba haciendo todo lo que hacen los fantasmas
para dar la bienvenida a un recién llegado.

Esto siempre se hace en las villas…
no importa a cuánto ascienda el alquiler,
porque, aunque desde luego es menos divertido
que sólo haya sitio para uno,
los fantasmas tenemos que acceder.

Ese espectro le dejó el día tres…
y desde entonces usted no ha sido visitado,
ya que él nunca nos dijo una palabra,
sino que, accidentalmente, oímos
que aquí alguien se necesitaba.

Por derecho, los espectros eligen los primeros,
a la hora de cubrir una vacante.
Luego, los fantasmas, los elfos, las hadas y los duendes…
Y si todos éstos fallan, se invita
al espíritu necrófago más simpático que se encuentre.

Los espectros dijeron que el lugar era humilde
y que usted guardaba un vino muy malo.
Así que tuvo que venir un fantasma
y, como yo era el primero, ya sabe,
no pude negarme.”

“Sin duda”, dije, “eligieron
al mejor que podían enviar.
¡Aunque elegir a un mocoso como tú
para visitar a un hombre de cuarenta y dos,
no ha sido un gran detalle!”

“No soy tan joven, señor”, contestó,
“como usted piensa. El hecho es
que en cavernas al lado del mar
y en otros lugares, que me ha tocado probar,
he adquirido una gran experiencia.

Pero hasta ahora nunca he formado parte
estrictamente de una casa,
y con las prisas olvidé
las Cinco Normas Básicas de la Etiqueta,
que de memoria debemos conocer.”

Mis sentimientos pronto aceptaron
al pequeño individuo.
Éste estaba absolutamente espantado
por haber, por fin, encontrado un humano
y parecía muy asustado y acobardado.

“¡Por fin”, dije, “estoy contento de haber descubierto
que los fantasmas no son mudos!
Pero, por favor, siéntate. Quizá te apetezca
(si, como yo, no has cenado)
tomar un bocado.

¡Aunque, ciertamente, no pareces
algo a lo que pueda ofrecerse comida!
y luego me encantará escuchar…,
si me las dices alto y claro…,
las normas a las que tú aludías.

“¡Gracias! Las oirás luego más tarde.
¡Esto sí que ha sido suerte!”
“¿Qué puedo ofrecerte?”, dije.
“Bueno, ya que es usted tan amable, probaré
un poco de pato.

¡Una tajada! ¿Y podría pedirle
otra gotita de salsa?”
Me senté y le miré asombrado,
porque realmente nunca había visto
una cosa tan blanca y ondulante.

Y todavía parecía hacerse más blanco,
más vaporoso y más ondulante…,
visto en la borrosa y parpadeante luz,
mientras recitaba
sus “Máximas de Comportamiento”.

Lewis Carroll
Fantasmagoria




“Deben tratarse, sobre todo, de asegurar a las mujeres contra las malas indicaciones, aún las más ligeras; si las mujeres no estuvieran vigiladas harían la desgracia de dos familias.”

Lewis Carroll



El Baraúndo

Era el bullir, los tersos lagartejos
se arrizomaban en la verdiloma,
los bogrios suspiraban a lo lejos
y hasta ululaba el tortuguín de goma.
“¡Hijo: del Baraúndo ten cuidado!
¡De su quijada y su feroz zarpazo!
¡Si ves al ave Jubjub hazte a un lado
y evita al frumibundo Tarascazo!”
Él empuñó su vorpalina espada
y buscó largamente a su enemigo,
se echó bajo un tamtam, pensando en nada
y estuvo un rato así, solo y consigo.
Y mientras cavilaba ufosamente,
¡el Baraúndo, con mirar de flama,
zumbó a través del bosque, de repente,
con borborigmos y un rugir que es fama!
¡Un, dos!, ¡un, dos!, ¡un, dos!, ¡atravesando
con su espadón el músculo y el hueso!
Cargó con su cabeza, y entonando
un son de triunfo comenzó el regreso.
“¿Pudiste asesinar al Baraúndo?
¡Ven a mis brazos, niño esplendoroso!
¡Oh día fragnífico, genial, rotundo!”
Desternillábase el señor de gozo.
Era el bullir, los tersos lagartejos
se arrizomaban en la verdiloma,
los bogrios suspiraban a lo lejos
y hasta ululaba el tortuguín de goma.

Lewis Carroll


“Ella da en general muy buenos consejos, aunque muy rara vez lo sigue.”

Lewis Carroll


"Es costumbre muy inoportuna de los gatitos (como observó una vez Alicia)que, sea lo que les digas, siempre ronronean."

Lewis Carroll


Jabberwock

Brillaba, brumeando negro, el sol;
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas;
mimosos se fruncían los borogobios
mientras el momio rantas murgiflaba.

¡Cuidate del Galimatazo, hijo mío!
¡Guárdate de los dientes que trituran
Y de las zarpas que desgarran!
¡Cuidate del pájaro Jubo-Jubo y
que no te agarre el frumioso Zamarrajo!

Valiente empuñó el gladio vorpal;
a la hueste manzona acometió sin descanso;
luego, reposóse bajo el árbol del Tántamo
y quedóse sesudo contemplando…

Y así, mientras cavilaba firsuto.
¡¡Hete al Galimatazo, fuego en los ojos,
que surge hedoroso del bosque turgal
y se acerca raudo y borguejeando!!

¡Zis, zas y zas! Una y otra vez
zarandeó tijereteando el gladio vorpal!
Bien muerto dejó al monstruo, y con su testa
¡volvióse triunfante galompando!

¡¿Y haslo muerto?! ¡¿Al Galimatazo?!
¡Ven a mis brazos, mancebo sonrisor!
¡Qué fragarante día! ¡Jujurujúu! ¡Jay, jay!
Carcajeó, anegado de alegría.

Pero brumeaba ya negro el sol;
agiliscosos giroscaban los limazones
banerrando por las váparas lejanas;
mimosos se fruncian los borogobios
mientras el momio rantas necrofaba…

Lewis Carroll
Traducción de Jaime de Ojeda



“La regla es mermelada mañana y ayer, pero nunca hoy.”

Lewis Carroll



“Los flamencos y la mostaza pican. Y la moraleja de esto es: Pájaros de igual plumaje, hacen buen matrimonio.”

Lewis Carrol



“Llamar a la puerta serviría de algo - siguió el lacayo sin escucharla -, si tuviéramos la puerta entre nosotros dos. Por ejemplo, si tú estuvieras dentro, podrías llamar, y yo podría abrir para que salieras, sabes.”

Lewis Carroll


Nada sería lo que es,
Porque todo sería lo que no es,
Y contrariamente a lo que se sabe, lo que es, no sería.
Y lo que no sería, sería.
¿Lo ves?.

Lewis Carroll
Alicia en el País de las Maravillas 



"No eres más que un paquete de neuronas."


Lewis Carroll

Alicia en el País de las Maravillas 


“No puedo volver al ayer, porque ya soy una persona diferente.”

Lewis Carroll
Alicia en el País de las Maravillas 


“No quiero caminar entre locos, dijo Alicia. Oh, no puedes hacer nada, le respondió el gato, todos estamos locos aquí.”

Lewis Carroll



"Ojalá no hubiera llorado tanto! Supongo que ahora me impondrán el castigo de ahogarme en mis propias lágrimas."

Lewis Carroll



“Para la Reina sólo existía un modo de resolver los problemas, fueran grandes o pequeños. ¡Que le corten la cabeza!”

Lewis Carroll


"Para quedarte donde estás tienes que correr lo más rápido que puedas... y si quieres ir a otro sitio, deberás correr, por lo menos, dos veces más rápido."

Lewis Carroll


“Pero yo estaba pensando una manera de multiplicar por diez, y siempre, en la respuesta, obtener de nuevo el problema.”

Lewis Carroll



“Piensan que estoy loco por todos los niños. Pero no soy omnívoro como los cerdos, sino que selecciono.”

Lewis Carroll


“¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
-Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar, dijo el Gato.
-No me importa mucho el sitio, respondió Alicia.
-Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes, le contestó el Gato.”

Lewis Carrol


"Preocúpate del sentido, y las palabras saldrán por cuenta propia."

Lewis Carroll



“Puedes llegar a cualquier parte, siempre que andes lo suficiente.”

Lewis Carroll



"Que pobre memoria aquella que sólo funciona hacia atrás."

Lewis Carroll


"-¿Quién eres? -preguntó la Oruga.
Alicia le contestó, con cierta timidez: -Yo... yo apenas lo sé, Señor, precisamente ahora; al menos, sé quien era cuando esta mañana desperté, pero pienso que, desde entonces, debo haber cambiado varias veces."

Lewis Carroll




“¿Quién soy en el mundo? Ese es el gran rompecabezas.”

Lewis Carroll



"Si así fue, así pudo ser; si así fuera, podría ser; pero como no es, o es. Eso es lógica."

Lewis Carroll


"Si cada cual se ocupase de lo suyo el mundo daría vueltas más deprisa."

Lewis Carroll


"Si conocieras el tiempo tan bien como lo conozco yo -dijo el Sombrerero-, no hablarías de derrocharlo como una cosa. El tiempo es una persona.”

Lewis Carroll
"Alicia en el país de las maravillas"


“Siempre hablar con la verdad, pensar antes de hablar y escribir.”

Lewis Carroll


“Sin embargo, pronto comprendió que estaba en el charco de lágrimas que había derramado cuando medía casi tres metros de estatura. ¡Ojalá no hubiera llorado tanto! -dijo Alicia, mientras nadaba a su alrededor, intentando encontrar la salida-. ¡Supongo que ahora recibiré el castigo y moriré ahogada en mis propias lágrimas!”

Lewis Carroll


“Sólo lo difícil estimula.”

Lewis Carroll



“También el timón de la barca nos vuelve al hogar, ¡una alegre tripulación, bajo el sol que ya se oculta!”

Lewis Carroll


“Todo tiene un compromiso moral, si usted lo puede encontrar.”

Lewis Carroll



"-Toma un poco más de té -ofreció solícita la Liebre de Marzo.
 -Hasta ahora no he tomado nada -protestó Alicia en tono ofendido-, de modo que no puedo tomar más.
 -Quieres decir que no puedes tomar menos -puntualizó el Sombrerero-. Es mucho más fácil tomar más que nada."

Lewis Carroll
Alicia en el País de las Maravillas



Triste recuerdo

“¿Qué pasa?”, medité. “¿Me he dormido?
¿O es que he estado bebiendo?”
Pero pronto un sentimiento agradable
me invadió, me senté y me puse a llorar
durante una hora o así, en un abrir y cerrar de ojos.

“¡Bones no tenía que darse tanta prisa!”,
dije sollozando. “De hecho, dudo
que le mereciera la pena marcharse…
Y me gustaría saber ¿quién es Tibbs
para merecerse tanto trabajo?

Si Tibbs es como yo,
es posible”, dije,
“que no le guste mucho que pasen
por su casa a las tres y media de la madrugada,
cuando él ya está en la cama.

Y si Bones le atormenta de algún modo…,
chillando y con cosas así,
como estuvo haciendo aquí hasta ahora…
Preveo que va a haber una disputa,
y ¡Tibbs será quien lleve razón!”

Además, como mis lágrimas nunca me devolverán
al amigable fantasma,
me parece lo más adecuado
servirme otro vaso y entonar
el siguiente corolario.

“Te has ido, querido fantasma.
¡Mi mejor pariente!
¡Di adiós a mi pato asado;
adiós, adiós, a mí té con tostadas,
a mí pipa y mis cigarros!

Las quejas en la vida son tristes y grises,
las alegrías insípidas,
cuando tú, mi amigo, estás lejos…
¡Buen chico, o mejor, digamos,
viejo Paralelepípedo!”

En lugar de cantar la tercera estrofa,
me paré… bastante abruptamente.
Pero, tras una letra tan espléndida,
sentí que sería absurdo
tratar de seguir.

Así, con un bostezo me fui
en busca de la grata suavidad,
y dormí, y soñé hasta que el día rompió,
¡con duendes, con apariciones y con hadas
y con gnomos y fantasmas!

Durante años no he sido visitado
por ninguna clase de espíritu.
Pero, todavía, resuenan en mi mente
esas palabras de despedida, dichas amablemente:
“¡Viejo nabo, buenas noches!”

Lewis Carroll




“Uno de los secretos de la vida es que lo que realmente vale la pena es lo que hacemos por lo demás.”

Lewis Carroll


“¡Vaya! - se dijo Alicia -. He visto muchísimas veces un gato sin sonrisa, ¡Pero una sonrisa sin gato! ¡Es la cosa más rara que he visto en toda mi vida!”

Lewis Carroll


"Y él, que anhela conocer la verdad, tal vez deba ir más hacia adentro todavía."

Lewis Carroll


"Y trato de imaginar cómo se vería la luz de una vela cuando está apagada."

Lewis Carroll





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