ANALOGÍAS DE PARÍS

En un rincón de la Plaza de Furstenberg en París he dejado una pequeña maleta invisible

que acostumbro a mirar a través de un espejo de grano muy unido que encontrara en el sitio mismo en que la maleta reposa

A muy pocos pasos de ese lugar absoluto he vivido algún tiempo

Dentro de la maleta

Hecha de piel de murciélago gira un pájaro más veloz que cualquier electrón

Y se detiene a veces a examinar un ejemplar de un libro que me regaló un poeta japonés y que cuenta las innúmeras posiciones que adopta una flor para recibir o rechazar la luz del sol

Se explica también la relación que existe entre el sol y el lanzallamas de nácar con que protegía mi piel de los días más grises del invierno

Hay entre el libro y el lanzallamas una fruta de cristal que ha viajado diez mil años para que la tocara sencillamente

Y al costado izquierdo de la maleta

Un ruidoso mar de fuego avanza queriendo destruirlo todo a lo que se opone un colmillo de jabalí que colgara del cuello de una hermosa africana que amé bajo el cerco de llamas de la lámpara de arco

En el doble juego del forro de la maleta se oculta la carta de un prisionero político a punto de ser fusilado en el momento en que escribo y la mancha de sangre que rueda de un lado a otro de la maleta cuando la levanto en el aire es de la oreja izquierda de Ofelia antes de hundirse para siempre

Las palabras se seducen y envuelven en sus herraduras frías en el círculo de sexo que se vuelve cerradura de la mística maleta

La lluvia ha borrado todas menos una de las etiquetas que cubrían el artefacto y ésta dice así Hotel de Mala Muerte en el golfo de Esmirna purificaciones y flores de carbono nada y el hada crispada al golpe del tambor isla de la desolación del destierro

Se hace necesario un análisis penetrante y dialéctico de la etiqueta y entonces se llega a la conclusión de que mi valija es una simple maleta crítica sin otro contenido

Aparente

Ocurre que entre el lanzallamas y el cuerpo de Kabala hay un ejemplar de Nadja de André Bretón lo que tampoco quiere decir que tenga un sentido místico

Pues leyendo de abajo hacia arriba el texto se encuentran estas frases

En el principio fue el azar y del azar nació el YO

Que transformándolo en imágenes

Es como el “divino como” que se viste con el traje de incontables

analogías en que me hundo como una serpiente en un pantano

A flor de todo eso dice

huye de la presión de las horas y la muerte constante

del espejo y la luz de sol cuando te adula

Ama la luz siempre que te ciegue

Ama la sombra en que tocas los muslos de la gran paridora

Restregándote con las orejas cargadas de rumores

En ese laberinto zodiacal

Me llega al instante de las evocaciones

y entonces comprendo que vivo de mi maleta

Muerte al pájaro que canta gratuitamente muerte a la ilusión

que vuela entre las radiaciones del hastío muerte al número

racional y al florecido muerte de la constancia de querer expresarse

en suma la autodecapitación en el laberinto de las conversaciones

Al Norte y al Sur de mi maleta hay un ángel con una espada

de hielo que echa a todos los posibles invasores

En las noches cuando todo se convierte en un enorme guerrero

negro

Mi maleta invisible

Es la pupila que brilla como un astro encendido en la manigua

silenciosa.

José Álvarez Baragaño


Escrito contra mi

¿Y esto que es el hombre
Me perderé y lo perderé de vista?

Y esto el hombre
Que tanto amo que lo pierdo de vista
Grandes son mis ojos y su imagen
La palabra habla la palabra
Garantía de muertes viscerales
En mis manos que no escriben
Escapan una sombría vena en el papel
Como su oído lleno de palabras
La palabra palabra
Reventando las fibras
En el centro del alma
¿De qué me alejo? ¿Qué digo?
Si he perdido lo dicho
En la palabra
¡Que no muera el invierno
Ni la sombra del mundo
En la palabra!
¿Y esto que es el hombre
derramado como un aceite
Corriendo hacia su destrucción?
Lo condeno
Hablando como un condenado
¿Y esto que es el hombre?
Descuartizado por las fechas
Y los duendes de soga
En las manos
Los pies
En los sexos
En los tiempos oscuros
En que escribo sin verlo
Esto que es el hombre lo toco
En mi hombre
Sustantivo y escribiendo
Sin sentencia de muerte
Con los nervios ulcerados
Con los caños del sueño
Con los dedos sangrando
Con el tiempo podrido de la muerte
Esto que es el hombre que soy
Me lo estoy escribiendo
Sangrando
En la palabra palabra
Cuando escribo sin verlo
Ya perdido de vista
De la luz de los ojos
De las membranas rojas y abiertas
Que la droga del terror ilumina
La palabra palabra
El horizonte de la palabra
Repitiéndose secamente
En las fracturas del alma

En los desgarrones
En el tuétano
En la flor de la esperma
En los tiempos oscuros en que escribo sin verlo
Y esto que es el hombre que soy
¿Quién me lo salva?
Arpón tallado en mi columna
Vertebral rompiéndose en el aire
En el oído en la flor de los muertos
En el cataclismo sin nombre de los vivos y los muertos
Este vivir sin cuerpo
Este vivir sin nombre
Repetido en espejos
Espaldas de mujeres
Orillas de espuma retráctil amorosa
Este hombre que soy yo no es acaso el hombre
Hecho a mi terror a mi semejanza
Escrito en mi palabra destruido en mi palabra
En mi hombre de huesos de ceniza
En mi hombre de vida de perro
En mi hombre de verdad y de miedo
En mi hombre torturado y vejado
En el fondo de naves bajo lámparas
Es mi hombre clavado contra el ser
Es mi ser clavado contra el hombre
De uñas y pelos
De caries en el sueño
De excremento y humo
De soledad y estrellas
De ratones salvajes
Y lámparas de aceite
Es mi hombre del alma
Desnudo en palabras
Maltratado en aceite
Hervido en esperma
Contra cuerpos contra piedras
¿Y esto que es el hombre
No lo digo en lo vacío y lo pleno
En el horror del hombre
Que es el horror del vacío y lo pleno?

Ahora que escribo sin verlo
Le marcho y lo destruyo
Lo recibo y despido
Más vasto que su semejanza
Y su imagen que se pudre
En mi hombre y no en mi dios
De pelos de uñas
De venas de fracturas
Dolores esperanzas
Palabras trizadas por el viento
Mi palabra palabra
Es mi hombre de huesos de hombre
Es mi hombre de fiebre amarilla
Es mi hombre acorralado por el ser
Es mi ser derramado sobre el hombre
Es mi horror del hombre que soy
De su libertad rota de su tiempo de muerte
En su esqueleto de ave derruida
Por la droga del ser
Por la violencia de la materia densa
Como su palabra
Y esto que es el hombre
¿Quién me lo salva?
Me perderé y lo perderé de vista
Pendulando exorcizando
Materias y terrores
Este hombre que soy se disipa
Ahora que escribo contra mi muerte
Ahora que lloro lo que escribo
Con huesos y con sangre
Este hombre que soy
Pesa más mi imagen y semejanza
En la palabra palabra
En el fuelle del pulmón y la esperma
En los huesos desgarrados
En el verbo en el hombre
En la sangre en vilo
En el ojo de su materia
¿Este hombre que soy quién lo salva?
Lo perderé de vista
Contra su hora
Huesos sangre y médula de esperma
Lo perderé de vista.

José Álvarez Baragaño



Expansión

Creo hay una memoria en mí
Una memoria que crece como la corteza funeral de la vida
Allí secreta está esa noche
En un castillo en que un vaso relumbra
Con piedras de rápidas flechas sucedidas de alimentos
Sube sube tú
Diminuto recuerdo desde la ciudad con olor marino
Para elevar las cometas del ensueño
La crueldad está en ver morir nuestros ojos con asco
La lucha de la nieve contra la raíz de la vida
Quién puede enseñarme algo que no haya sido vivido
Buscaba la vida y era la vida quien buscaba
Está la vida perdida de la vida escondida en la vida
Un astro venenoso curioso un espanto goloso
Crecen por el mundo
Estalla aquí oh vulnerada rosa besada por todas las mareas
Creciendo estableciendo límites que sé tu consistencia
La primera noche los cuerpos se amaban
Como el ruido de los remos sobre el mar con sueño
Ahora el amor oh cúspide infinito
Todo crece como la serpiente y es posible
Adivinar el ruido que hace la idea de homicidio
Volando por la aurora
Aún se me dará un otoño para amar
Otro para ver caer mi piel que arrastrará el viento
Queda algo muy difícil de explicar
Cuántos millones de qué hace que sueño
Otro para contemplar la lepra del olvido
Hacia madrépora
La conciencia que de niño da la idea de la continuidad
Nos movemos como formas en el espacio
Tememos chocar con un diferente ebrio
Aún nuestra piel huele a luces sucesivas
No hay ruido de máquina que apague nuestra sangre
Tan anónima
Tú creaste la muerte ligada al crecimiento al desarrollo
El horror del hombre es la muerte en el amor
La vida en el amor
Se van vida y muerte y el amor perdura
Quién ama con olor de astros descompuestos
Los volúmenes de los sexos
Las superficies cálidas de las estrellas algunos sitios
Que el amor ama
Al fin la gracia perdura hostil al tiempo
La bruja sangre tiembla
Sobre la tierra todo se reproduce
Ventana de una ciudad pensada en el vacío
Las cortinas del horror destruyendo vidas
El amor se desgaja con lentitud de lava
Brilla en cada calle como un cuchillo
Mientras espero junto a la casa completa
Más allá del planeta y raza de Saturno

Me compongo de cosas órganos quemados
Si el tiempo y estaciones ojos disonantes
Ven materia de llama con duendes maltratados Ven
Que hay un animal dispuesto a devorarte
Con su estómago de sangre su lengua siempre en pena

En el fruto futuro se adivinan sabores aborígenes de la palabra imantada por el sello de los eclipses cerrados al ancestro y los dientes de tu cintura de cráneos que se pulverizan sin una explosión en el ruido de paloma anterior de la revuelta en el suceso de su sucesión de esplendores en un mismo abrir y cerrar de ojos que se prolonga.

José Álvarez Baragaño




Himno a la muerte

¡Nunca más dispuesta mi cabeza para la guillotina!
Para esa nave no soy el último elegido
Que corten las mariposas de mis ojos
El lenguaje cifrado en sus cristales
Adentrándome

No hay adjetivo
Todo es un nombre glorioso como la nada
Queda ahora
Mi único compromiso eterno con la muerte
Como es ella y nada más
Ni alegrías ni auroras triunfales
Sólo el agua es su máximo atributo

Hablaríale con mi lenguaje todo suyo
A su oído levantado
Donde es dulce perder nuestras palabras

Si le buscase un color sería el de los collares de la cobra
Si le buscase un elemento entregaríale el agua
Si le buscase un nombre sería el puro innominado

Oh muerte tú el único misterio efectivo
El único corte pesado
Lástima que no palpite en tu abismo

Mi ser un hueso más en tu blanco esqueleto
Porque no volveré nunca más
A sentir la vida como frescura
Te siento en todas mis resoluciones
En todos mis oficios tenebrosos
Porque eres la muralla civil de la libertad
El privilegio central de todo hombre

Nadie podría morir por mí tú y yo lo sabemos
Y eres la garantía férrea de mi ser
No temo ni adulo tus dones
Te veo esplendente en tu situación de elegida
Morir no significa nada
Porque muerte no significa
Más que la pura y sonora anulación

Morir es caminar por tus abismos
Es consolar la palidez de nuestro rostro
En el único cambio verdadero

Educados para la parda muerte
En tiempos oscuros de miedo y de locura
En que no crecen los árboles ni las llamas
Arrendaremos este campo sembrado de vituperios

Qué somos
A una única potencia su vacío visceral
No sé qué rectitud ideal me la recuerda
Qué reposo innombrable
Qué peso que no pesa
Pero en el fondo de ese espejo
Mientras la libertad y el amor se me dispersan
Tengo una cita informal y constante con la muerte
¡Bello aún el tiempo nada ordena!

José Álvarez Baragaño




“Las manos describen
lo que no pueden decir.”

José Álvarez Baragaño






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