Mientras cae la lluvia

Hoy que llueve, también dentro del alma
cae pertinaz llovizna de recuerdos...

Hay fiesta de sonrisas que pasaron;
fantasmas de caricias que murieron;

la indefinible sensación que a veces
sin que sepa el porqué me oprime el pecho:

la terrible certeza de que me hundo
en un mar infinito de silencios;

pero entre los nostálgicos escombros
de las mil y una cosas que no fueron,

en el verde nacer de una esperanza
desafiando el rigor del crudo invierno,

veo el comienzo de una nueva vida,
como si el otro yo se hubiera muerto.

Hoy que llueve, también dentro del alma
aflora la esperanza sus renuevos.

José Alvarez González


Pueblito

En este pueblito la vida parece
detener su curso cual cansado río;
cual traviesa ardilla que por bosque umbrío
de vagar hastiada, por fin se adormece.

Y sobre las viejas casas prevalece
como un raro hechizo que, hasta el mismo estío
allá en la distancia, sobre el lomerío,
hizo, por encanto, que se detuviese.

Sí, todo parece como un sortilegio
en este pueblito rodeado de lomas,
por pequeño, triste; por su historia, egregio.

Y el viento lo inunda de agrestes aromas
en esas mañanas, cuando un suave arpegio
modulan batientes alas de palomas.

José Alvarez González









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