A Laura

(Antes de su partida)

¡Mísera flor!, te arrancará el destino
de mi doliente y cariñoso seno,
y el mundo cruzarás, de azares lleno,
en alas de estruendoso remolino;
o tal vez hallarás en el camino
otro sol y otro campo más ameno,
y halagada del céfiro sereno
ostentarás tu encanto peregrino;
o tal vez, entre estériles abrojos
irás a marchitarte, flor querida,
o entre ruinas y fúnebres despojos.
Aunque de mí te encuentres dividida,
las lágrimas ardientes de mis ojos
tú rocío serán en esta vida.

José Sebastián Segura


Amor y desdén

¡Mísera flor!, te arrancará el destino
de mi doliente y cariñoso seno,
y el mundo cruzarás, de azares lleno,
en alas de estruendoso remolino;

o tal vez hallarás en el camino
otro sol y otro campo más ameno,
y halagada del céfiro sereno
ostentarás tu encanto peregrino;

o tal vez, entre estériles abrojos
irás a marchitarte, flor querida,
o entre ruinas y fúnebres despojos.

Aunque de mí te encuentres dividida,
las lágrimas ardientes de mis ojos
tu rocío serán en esta vida.

José Sebastián Segura


El ramo de flores

Laura en un tiempo, cuando Dios quería,
Al cruzar por sus lindos corredores,
Me daba un ramo de fragantes flores,
Llena de gracia y noble cortesía.

Nunca dejó pasar un solo día
Sin que yo recibiera sus favores;
¡Como que ella el amor de mis amores
Es siempre, y la mitad del alma mía!

Dulces años vivimos de esta suerte;
Me mira hoy con desdén si nos hablamos,
Y mi gloria en infierno se convierte.

Muy léjos, ¡corazón! de Laura estamos;
Quizás te llore en mi temprana muerte
Viendo en mi tumba sus fragantes ramos.

José Sebastián Segura


Prendas de amor

Ensueños de rosa y celestes visiones
Más lindas que de Eva en el mágico Edén,
Gozaste en tu cuna de amor é ilusiones,
Besando tu madre encantada tu sien.

¡ Ay! de ella la perla, la flor y el tesoro
Fuistes, ¡oh niña, bendita de Dios!
Y yo que en ti miro un arcángel que adoro.
Una alma tan sólo formamos los dos.

En prendas me distes, hermosa, aquel rizo
Que al verte mil veces tu madre besó,
Y el beso que puso en tus labios su hechizo
Tu amor en mis labios por siempre clavó.

Guardarlas te juro cual dádiva inmensa;
Conmigo á la tumba, mi bien, bajarán,
Y aquí entre las sombras de niebla tan densa
Serán nuestra luz y feliz talismán.

José Sebastián Segura












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