"Durante el día, Brodie era un respetable hombre de negocios, miembro del Consejo Municipal y diácono (en este caso director) de la Corporación de Artesanos y Masones. Participó en un jurado y se relacionó con la alta burguesía de Edimburgo, conociendo al poeta Robert Burns y al pintor sir Henry Raeburn. Fue además miembro del Club de las Esclavinas de Edimburgo (capas cortas, en inglés, "Cape Club"). Parte de su trabajo como fabricante de armarios consistía en instalar y reparar las cerraduras, así como otros mecanismos de seguridad, tanto en los propios armarios como en las puertas de las casas y negocios.

Por la noche, sin embargo, Brodie se convertía en ladrón. Usaba su oficio diurno de cerrajero para obtener información acerca de los mecanismos de seguridad de sus clientes, y copiaba las llaves creando moldes de cera. Como principal artesano de la ciudad, trabajó en las casas de los miembros más ricos de la sociedad de Edimburgo. Utilizaba el dinero robado para mantener su doble vida, incluyendo cinco hijos, dos amantes que no sabían la una de la otra, y su adicción al vicio del juego. Su carrera criminal comenzó oficialmente en 1768, cuando copió las llaves de un banco y robó 800 libras. En 1786 reclutó a una pequeña banda de ladrones, formada por Brown, Smith y Ainslie.

El suceso que condujo a la detención de Brodie tuvo lugar a finales de 1786, cuando organizó una incursión armada en la oficina de impuestos de los Juzgados de Chessel, en el Canongate. El plan de Brodie falló cuando Ainsle fue capturado. Ainsle aceptó testificar para evitar la deportación, y delató al resto de la banda. Brodie escapó a Holanda con la intención de partir hacia los Estados Unidos, pero fue detenido en Ámsterdam y embarcado de vuelta a Edimburgo para ser juzgado.

El juicio comenzó el 27 de agosto de 1788. Al principio no había pruebas que lo inculparan, hasta que el material del delito apareció en su casa: copias de llaves, un disfraz y pistolas. El jurado declaró a Brodie y a su secuaz George Smith, de profesión tendero, culpables. Smith era un cerrajero inglés culpable de numerosos delitos, entre ellos, la sustracción de la maza de plata que custodiaba la Universidad de Edimburgo.

Brodie y Smith fueron colgados el 1 de octubre de 1788 en el Tolbooth, en una horca que el propio Brodie había diseñado y fabricado el año anterior. Según la leyenda, Brodie llevaba un collar de acero y un tubo de plata en la garganta para evitar que el ahorcamiento fuera fatal. Se dice que sobornó al verdugo para que lo diera por muerto y planeó todo para que su cuerpo fuera retirado rápidamente, con la esperanza de poder ser revivido más tarde. Si fue así, el plan falló. Brodie fue enterrado en la Iglesia Parroquial de Buccleuch. No obstante, los rumores de que Brodie había sido visto en Londres dieron mayor publicidad a la leyenda de su supuesta evasión."

William Brodie más comúnmente conocido por su prestigioso título de Deacon Brodie ("Diácono Brodie")



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