​El Valor de la Ayuda, El amor al Servicio

Mes de Diciembre, mes 12, el último del año, el momento de parar, reencontrarse con aquellos que amas, que te importan. La familia, los amigos, los compañeros de trabajo, los grupos afines, … resumiendo, todos aquellos que nos acompañan en nuestro sendero de vida. Algunos se van o los dejamos ir, seguramente ya cumplieron su Misión en nuestras vidas, y nosotros en las suyas. Otros van y vienen, y están aquellos, a veces los menos, que se quedan, y nos acompañan en nuestro largo peregrinar.

Es un mes de Amor en el más amplio sentido de la palabra. Toca reflexionar sobre lo andado durante el año, ser solidarios, comprender, perdonar. Y como si de una purga se tratara, disolver y eliminar, cualquier sentimiento negativo que podamos albergar. De modo que, terminemos el año limpios de pecado, de remordimientos, y de resentimientos, para así, comenzar el año venidero, más ligeros de cargas innecesarias. Las emociones se transforman y la Luz se hace presente por doquier. Dentro y fuera de nosotros. Pero a veces nos empeñamos, y nos refugiamos en nuestras sombras, en la oscuridad, en nuestra soledad. Lamiendo nuestras heridas, y muy lejos de compartir, de amar, y de ayudar a aquellos que más lo necesitan. Creyéndonos las únicas víctimas del Universo. Cuando era pequeña, soñaba con salvar el Mundo, impartir justicia, mostrar y enseñar aquello que intuitivamente sabia. Pero, ¿Quién no ha soñado con esto cuando era niño? Y porque después muchos de nosotros olvidamos nuestros sueños, y aparcamos nuestros ideales, nuestro Amor, para supuestamente ser más prácticos y realistas. Desde luego yo no los olvide. Trabaje y lo seguiré haciendo. Como tampoco lo hicieron muchas personas que abogaron por ser fieles a los mismos y trabajar por un Mundo mejor. Y no hace mucho, tuve el privilegio de conocer a una de estas personas; Mar Olayo Martínez, fundadora de Cinco Palabras. Para ella, todos los meses son Diciembre, todos los sentimientos son Amor, y toda su Vocación es el Servicio y Ayuda a los demás. Sigamos su estela y su ejemplo, dejémonos contagiar por su sonrisa, y hagamos de este Mundo, un lugar mejor donde vivir.

Y de esta Humanidad, una especie digna de subsistir. Porque Amar y Servir es nuestro único y verdadero fin de existir. Quiero terminar este prólogo con una frase que hace años imprimí en mi memoria. NO EXISTE MAYOR ACTO DE EGOÍSMO, QUE SER GENEROSO, PUES ES TANTA LA SATISFACCIÓN QUE REPORTA, QUE EL CORAZÓN SE LLENA DE ABUNDANCIA Y AMOR

Brígida De Fez






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