Hay una edad feliz...

Hay una edad feliz y bendecida
en que libres de penas y amargura,
gozamos del encanto y la dulzura
con que el mundo risueño nos convida,

pero si en medio de tan dulce vida,
cuando todo nos brinda la ventura
y cuando el alma resplandece pura
de fe, de amor y de entusiasmo henchida,

si en medio de esta vida halagadora
y cuando nada nuestra dicha hiere
una herida mortal y asoladora,

la traición despiadada nos infiere,
el corazón que es débil sufre y llora,
el corazón que es grande calla y muere.

Juan Bisso de Zulueta



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