"A la tarde siguiente se ejecutó un trozo wagneriano, en que se mezclaban hermosamente rumores de selva, estallido frenético de olas, píos de aves entre las ramas, rugidos de torrentes salidos de madre, ecos de huracanes y gemidos de brisa.
Atamos el bote a la sombra de un puente de estilo rústico, formado con precioso artificio por troncos cubiertos de musgo que caían hasta el agua. Le pedí que me explicara sus ideas estéticas. Habló extensamente, con un ritmo amplio en sus expresiones.
—Las artes unen la tierra al cielo —me decía el jorobado—, son como los peldaños por los cuales subían y bajaban aquellos ángeles que Jacob vio en sueños. Las artes no son un placer, son una necesidad del alma dolorida. Son el grito de nostalgia que el espíritu lanza en el destierro. Creo que la música es la más ideal, la más divina manifestación del alma. En el templo, cuando el hombre enmudece ante lo infinito, cuando la palabra es insuficiente en los momentos del más alto arrebato religioso, entonces acude la música en auxilio del hombre, surge el canto del órgano y la frase musical interpreta el silencio reverente de las muchedumbres encorvadas... Las otras artes —lienzos, estatuas, monumentos— algo imitan en lo terreno, y están forzosamente adheridas al suelo. La música nada terreno copia, no tiene modelos en la naturaleza material, no está pegada a la tierra: baja del cielo, original y pura, entona sus himnos misteriosos y flota sin tocar el suelo, y antes que el polvo del mundo le empañe la orla del manto, vuelve a perderse en las alturas."

José María Rivas Groot
Resurrección




"Cruzamos la población, en que alternan dos edades: murallones grises, callejuelas con olor de vetustez y fachadas del tiempo del Imperio; luego un hermoso contraste, a la orilla del mar, formando larga avenida, paralela a la playa, quintas risueñas, villas de mármoles recién bruñidos, que ostentan todos los estilos, todas las líneas de una arquitectura juvenil y caprichosa. Los pórticos, bañados a trechos por el sol y por los reflejos de las olas, a trechos sombreados por las copas de los pinos y por los telones de las enredaderas, presentan un juego de luces y sombras que refrescan y acarician la retina.
Por la tarde, en compañía del escultor, recorremos la avenida, por entre doble fila de quintas y palacios. A nuestro lado, a veces aparece el mar, a veces se oculta tras los edificios y jardines, pero siempre se revela por el rumor soñoliento de las olas al morir, fatigadas, en la playa.
Cruza por la avenida un carruaje, y a pocos pasos se detiene ante una verja: carroza brillante, dos caballos alazanes, cochero y lacayo de librea. Se abre la portezuela y sale un anciano, robusto, ágil, pues para bajar no se apoya en el brazo que le ofrece el lacayo. Luego una joven salta a tierra; el lacayo se aparta y va a abrir la reja del parque. El anciano se volvió hacia el mar, se detuvo a contemplar el horizonte; pude entonces observar sus facciones: la limpia serenidad en la mirada, contrasta con los cabellos blancos como la nieve; un rostro lleno de bondad y de franqueza, que inspiraba desde luego simpatía y respeto."

José María Rivas Groot
El triunfo de la vida

IDEA Y FORMA

El pecho sin cantares ni sollozos,
Las indolentes manos sin el arpa,
El dulce labio sin el sacro verbo,
La hermosa frente sin la luz del alma,
Llega la FORMA
Al templo de los Genios, y ante el ara,
Sin vida en su existencia,
Desconsolada,
La frente dobla,
Pliega las alas. 

Escuchando calladas melodías,
Sintiendo de lo incógnito las ansias,
Mas sin vigor para tender el vuelo
Y sin vigor para pulsar el arpa,
Llega la IDEA
Del templo de los Genios ante el ara,
Sin vida en su existencia,
Desconsolada,
El arpa rota,
Rotas las alas. 

Mas de pronto la IDEA ante la FORMA
—Tú eres—prorrumpe con amor—mi hermana!
Tú sostendrás mi lira entre tus manos,
Tú sostendrás mi vuelo con tus alas;
Y en tanto ¡oh FORMA!
Yo seré de tus labios la palabra,
Vida de tu existencia,
Ritmo de tu arpa,
Luz de tu frente,
Alma de tu alma !—

Y cual dos notas de la misma cuerda,
Como dos besos en el mismo labio,
Como dos ondas en la misma playa,
IDEA y FORMA,
Del templo de los Genios ante el ara,
Ya viven la existencia,
Pulsan el arpa,
Las frentes unen,
Tienden las alas.

José María Rivas Groot


¿Que es dolor?

¿Preguntas qué es dolor?... Un viejo amigo
inspirador de mis profundas quejas,
que se halla ausente cuando estás conmigo,
que está conmigo cuando tú te alejas.

José María Rivas Groot










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