A Corinto

A mis hermanos
           con amor.     
             
                   -1-

Eres el pan de mi mesa;
faro de mi sentimiento;
inspiración, pensamiento,
cuando mi alma sueña o reza.

Pues, soy beso que te besa
en la distancia hecho amor;
olfato que el buen olor
de tu nombre siento y sigo,
para estar siempre contigo
con cariño y con honor.

                     -2-

Así, te voy recordando
y en el corazón sintiendo
cuanto yo te estoy queriendo,
y más queriendo amando.
  
Si yo he de vivir soñando,
-soñar es como revivir-
soñando quiero seguir
eternamente, y soñar
que estoy usando tu mar
de almohada para dormir.
  
                        -3-

Siento en sueños que navego
los colores de tu mar,
y veo que al arribar
es a tus playas que llego.
  
Mi carga entonces te entrego
consistente en pedrerías,
que labran mis fantasías.
Y al regresar de mi sueño,
te me vienes con empeño,
justo a la par de Azarías.

                           -4-

Como verte sin el santo
que de luz quiso cubrirte?
no hacerlo así, es concebirte
como pueblo sin encanto.
  
Pues Azarías es canto
tan hermoso como el mar;
es el sistema solar
en que gira tu emoción;
y es el madre corazón
que te enseñó a bien amar.

                           -5-

Mi barca lleva, serena,
rumbo recto, fiel,constante,
pues la guía el comandante
de una meta justa y buena.
  
Con esa meta en mi vena
salí, cuando me alejé.
Y, por ser hombre de fe
que creo en la lealtad,
jamás dejé la amistad
tuya ni la de Pallais.
  
                         -6-

Salí, llevando el tesoro
de un grande y bendito hogar,
donde me enseñó a rezar
una madre, alma de oro.
  
En él, mi padre el decoro
del trabajo y del honor
me inculcó. Fue el esplendor
de mi padre oro de ejemplo
y junto a mi madre el templo
que me dio virtud y amor.
  
                           -7-

Mi hogar fue, yo no debiera
decirlo, sino la historia,
un pedacito de gloria
en tu vida, a su manera.
  
Fue un hogar de luz cimera
que, aferrado al libro mismo,
le brindó con optimismo
laureles a tu cabeza;
sacrificó con nobleza,
y te ofrendó tu heroísmo.

                          -8- 

Me alegro que al recordarte,
debo también recordar,
que en tí sembrado un hogar
tuve como un estandarte.
  
En él nací para darte
mis piedras de pedrerías;
mis alegres alegrías;
mis cantos y mis cantares,
que hoy te coloco en collares
adornados de poesía.
  
                            -9-

Tú y mi hogar, me forman uno,
pues ambos son mis quereres.
De mis firmes alfileres,
no se me suelta ninguno.
  
Ni en broma. Jamás alguno
podrá de uno separarme,
Nada haría con matarme
algún gratuito enemigo,
ya que amarrado a mi ombligo
a los dos debo llevarme.
                             
                        -10-

Vamos, pues, en el camino,
brazo a brazo; mano a mano
Soy tu hermano; eres mi hermano;
mi destino es tu destino.
  
En mi andar de peregrino
por la ruta de mis sienes,
cargo en mi carga de bienes
dos recuerdos puro oro;
el de Corinto, al que adoro,
y el de mi hogar Gómez Brenes.

                         -11-

Hoy, mi hogar, está vacío,
Su estandarte solitario
flota como un calendario
cuyas hojas lleva un río.
  
Más, yo guardo todo mío
su recuerdo. El que me entrega
cada beso que me llega
de los pechos fraternales:
Tesoros semiéntales
de mi casa solariega.

Guillermo Gómez Brenes



Puente

¡Cómo llegar a tu alma sin un puente
de aéreas alas para tal altura!
Pájaro que llevara sabiamente
mis pedazos de fuego a tu alma oscura.

¡Cómo darte mi sangre incandescente
que es un infierno casi de locura,
si estrecho no hay, ni paso que alimente
mis pies desnudos sin arquitectura!

No lloraré jamás tal coyuntura,
aunque la fuerza de mi sangre aliente
tristeza grande de esa desventura.

Si muriese mi amor tan fácilmente,
estaría empinado inútilmente
queriéndome alcanzar en tu estatura.

Guillermo Gómez Brenes








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