A María Magdalena

Señor, esta mujer que ha caído en muchos pecados percibe sin embargo tu divinidad y cumple oficio de portadora de perfumes: trae llorosa perfumes antes de tu entierro.

Y dice: "¡Ay de mí! Me llegó la noche, y siento el aguijón oscuro y sin luna de la intemperancia, el amor al pecado: recibe las fuentes de mis lágrimas tú, que en las nubes traes las aguas del mar.

Dóblate ante los gemidos de mi corazón Tú que inclinas los cielos con tu inefable inmensidad, pues he de besar tan puros

pies y después los limpiaré y los secaré, nuevamente, con bucles de mis cabellos.

El resonar de ellos oyó Eva con sus oídos, al atardecer, en el Paraíso y por el temor se ocultó. ¿Quién podrá medir la multitud de mis pecados y el abismo de tus juicios, salvador, salvador del alma? No desdeñes a tu esclava, Dios de infinita misericordia".

Kassia
Traducción de Raúl Lavalle


 […]
Besaré tus pies inmaculados
Los secaré con mis cabellos 
Estos pies de los que Eva oyó el sonido en el crepúsculo en el Paraiso
Ocultándose por temor
¿Quién puede contar la multitud de mis pecados
Y la profundidad de tu juicio, oh Salvador de mi alma?
No ignores a tu sierva
Oh Tú de quien la misericordia es infinita.

Kassia, también conocida como Kassiane, Kassiani, Casia, o Santa Casiana


"No me gusta el silencio, cuando es el momento de hablar."



Kassia









No hay comentarios: