"A mí me gusta lo mágico, no escribo sobre lo cotidiano. Unos cantan la realidad por fuera, yo lo hago por dentro. Un escritor debe escribir lo que quiere o lo que sabe y lo mío es la poesía."

Giovanni Quessep Esguerra


Amara yo el olvido

Felicidad en ruinas
Lo que han visto mis ojos
Volver al tiempo amado
Ya fugitiva música del polvo

(Nada tendrá el amor
Si en jardines o nieve
La Quimera le cuenta
Del valle de la muerte)

Felicidad en ruinas
Lo que ha visto mi alma en el encanto
Amara yo el olvido
Y el reino de las hojas que he encontrado

Giovanni Quessep Esguerra



"Aunque creo que el escritor no se forma en un taller –puesto que escribir es algo eminentemente personal y considero que nadie le podrá enseñar a escribir a uno–, sí creo que allí se pueden mejorar ciertos aspectos de la escritura, pero eso es otra cosa, de manera que dependiendo de los talleres y de quién se encuentre a cargo de ellos, podrán ser buenos o malos."

Giovanni Quessep Esguerra


Canción del que parte 

"Por la virtud del alba
quieres cambiar tu vida,
y aferrado a la jarcia
partes sin rumbo conocido.

Todo es propicio, los acantilados
y el arrecife duermen en la espuma,
tan sólo una gaviota espera
sobre el palo mayor de caoba y de luna.

Quizá te aguarden para darte
el amor y la palma del vino
o en la orilla sin nombre,
pescadores vestidos de un luto azul.

Vas solo con tu alma, barajando
canciones y presagios
que hablan del bosque donde la hierba es tenue,
lejos de la desgracia que en ti se confabula.

A tu paso verás las islas
que otorgan el sonido de un caracol,
verás tu casa, el humo
que ya aspiraron otros en la aurora.

Mas, ay, si te detienes
tal vez allí se acabe tu destino;
¿y quién podrá salvarte,
quién te daría lo que buscas entre hadas?

Duro es partir a la fortuna;
el hombre solo cierra los ojos ante el cielo
y oye su propia historia
si se rompe el encanto.

Pero, si quieres seguir, sigue
con la felicidad entre tu barca,
todo está a tu favor, el cielo, la lejanía que se abre
como el amor, como la muerte."


 Giovanni Quessep



“El poeta no teme a la nada. Sabe la lengua del coloquio de los pájaros, que aprendió Adán en el Paraíso terrenal. Y sabe, también, que la poesía es una danza, y que hay un arte de pájaros en su asombro y en su vuelo. Los ojos del poeta están tejidos de un cristal mágico, en su pasión tiene la esfericidad de los cielos y de su música extremada. A medida que se distancian de lo real, hallan la verdad de la poesía, o duración de las fábulas, que es el alma. El poeta, que no lo ignora, pone en juego su ser; pero, si quiere preservar en éste, debe entregarse a la única ley que rige la creación poética: la palpitación del abismo. Y el abismo es el centro del universo: están en él las constelaciones, pero también la rosa, “espejo del tiempo”, semejante a la luna en la metáfora del místico persa. Belleza o abismo, palabra y música: encantamiento total, orden del espíritu que descubre la ciencia del amor y abre las puertas de lo desconocido.”

Giovanni Quessep Esguerra


Entre árboles

Si eres tú la que busco
ven en la noche de perdidos reflejos,
si eres el cuerpo amado
ven entre árboles, entre canciones.

Aquí te espera un tiempo
desposeído de sus fábulas,
un cuerpo castigado por la vida
y las zarzas de los caminos.

Si eres tú la que vienes
déjame una señal entre los árboles:
un velo blanco, una huella en el polvo
me bastarán en mi miseria.

Ven que la muerte espera,
como floresta magnífica espera la muerte;
si eres tú la que busco
ven protegida por un cielo.

Giovanni Quessep


Joya abolida para el alma

No todo está perdido, piensas,
aguijoneado por el impulso de una redención,
aún es tiempo de que renazca
el árbol sacrificado por el verano.

Así pasas la vida, la fortuna,
imaginando el azul y el mar por ti cantado,
miras la noche que transcurre
sin una blancura, joya abolida para el alma.

¿Dónde lo verdadero entonces, dónde
la rosa revelada por un sombrío arrepentimiento?
Tal vez no todo sea falso, quizá tenga
ese color que dura después de la muerte.

Giovanni Quessep Esguerra


"La realidad colombiana es tan confusa que es necesario buscar su interior para saber qué generó el origen de nuestros problemas."

Giovanni Quessep Esguerra


"Los poetas podemos hacer una interpretación no desde la lógica, sino desde la imaginación. Esto último es más difícil y es lo que me interesa."

Giovanni Quessep Esguerra



Mientras cae el otoño

Nosotros esperamos
envueltos por las hojas doradas.
El mundo no acaba en el atardecer,
y solamente los sueños
tienen su límite en las cosas.
El tiempo nos conduce
por su laberinto de hojas en blanco
mientras cae el otoño
al patio de nuestra casa.
Envueltos por la niebla incesante
seguimos esperando:
La nostalgia es vivir sin recordar
de qué palabra fuimos inventados.

Giovanni Quessep Esguerra


Nocturno

Enséñame quien eres tú
En las noches de amargo sueño
Si de aquél olvido cantable
Luna mortal o bella historia

Nada sabe mi corazón
De celestes apariciones
Si ha sido siempre un extranjero
En las músicas de tu mano

Mas a la sombra esperaré
A la sombra del almendro blanco
Para que me digas tu nombre
Donde la azul rosa termina.

Apiádate que llega el alba
Ya tu silencio me abandonas
Siento que mi hora está cerca
y he reinado sobre fantasmas

Giovanni Quessep Esguerra


“Nuestra realidad me duele.”

Giovanni Quessep Esguerra



Para hacerte a la música

Necesitas de todo, de los caminos grises,
de las hondas penumbras
o las luces del alba,
de pájaros que cantan aún en el silencio;

necesitas del cielo
y la hoja de otoño,
de unas manos vacías o el amor que no vuelve,
de la blancura de la nieve;

necesitas de todo para el sueño,
para hacerte a la música de los azules más distantes,
para que al fin tu alma
tenga confianza en la muerte.

Giovanni Quessep Esguerra


Poema para recordar a Alicia en el espejo

Aquí lo legendario y lo real
Nuestra historia resulta semejante
A la de esa muchacha maravillosa que penetró en el espejo
Estuvo siempre a punto de desaparecer
Pero ninguno pronunció la fórmula que la devolviera al polvo
Ni Tweedledum ni Tweedledee ni la Reina ni el Rey Rojo
Que lo único que tenía que hacer era despertarse
Tal vez somos un cuento
Tal vez sin que nunca nos percatemos
La nave de Ulises
O el ruiseñor de Keats
(Ese pájaro no destinado a la muerte)
Digamos entonces que lo que ha sido un canto de la Odisea
Continuará siendo nosotros
Sin dejar de ser por eso el país de las maravillas
Y alguien podrá reconocemos
Al escuchar la historia no escrita todavía
En la historia castillo la historia luna múltiple
En la historia juguete destruido
La historia en fin cuando pasó una nube sobre Alicia

Tal vez somos la sombra de ese azul en su mano 

Giovanni Quessep Esguerra



Un verso griego para Ofelia

La tarde en que supe de tu muerte
fue la más pura del verano, estaban
los almendros crecidos hasta el cielo,
y el telar se detuvo en el noveno
color del arco iris. ¿Cómo era
su movimiento por la blanca orilla?
¿Cómo tejió tu vuelo de ese hilo
que daba casi el nombre del destino?

Sólo las nubes en la luz decían
la escritura de todos, la balada
de quien ha visto un reino y otro reino
y se queda en la fábula. Llevaron
tu cuerpo como nieve entre la rama
del polvo que ya ha oído el canto y guarda
la paz del ruiseñor de los sepulcros.

Cerré la verja del jardín, las altas
ventanas del castillo. Apenas quise
dejar que entrara el trovador que hacía
agua y laúd y flor de la madera.
Dijo su canto: el tiempo ha destejido
lo que tejió el Señor, tapiz de plata
que ya sucede y anda por la luna,
tapiz que a la madeja vuelve. Sola
podrás hallar la forma que te espera.

No sé que azul de pronto estuvo solo,
no sé cuál bosque dio a la luna amarga
su sortilegio, el girasol hallado
bajo la nave en viajes que recuerdan
las claras aguas del Mediterráneo.
La tarde en que yo supe que te ibas
fue la más pura de la muerte: estabas
en mi memoria hablándome, olvidada
entre las azucenas y en un verso
de san Juan de la Cruz. Qué cielo había
qué mano hilaba lenta, qué canciones
traían el dolor, la maravilla
que se asombra de ser en esa hora
en que estalló la luna en los almendros
y quemó los jazmines. Tú venías
por el lado del mar donde se oye
una canción, tal vez de alguna ahogada
virgen como tus pasos en la tierra.

Luego te fuiste por mi alma, reina
de fábulas antiguas y de polvo
semejante a las naves que sembraron
de sándalo y de cedro el mar de vino.
Solo te ibas, bella y en silencio,
bella como la piedra; había en hombro
un violín apagado. Los almendros
del patio y los jazmines anunciaban
una tormenta de verano. El cielo
quebró el espejo de mi casa y honda
sonó la muerte en el aljibe. Estuve
así, perdido en esa zarza ardiente
que en la memoria oculta a los que amamos.
Vestí de luto azul y quedé solo

“en vísperas del día más extenso”.

Giovanni Quessep Esguerra



"Yo leo mucha novela y algunos libros de poemas. Soy un lector de todos los días desde que amanece, porque considero que uno nunca debe dejar de leer: ahí está el fundamento de cualquier creación, en la lectura, y no solo de poesía, porque los poetas también debemos leer prosa. Hoy en día está muy presente Gabriel García Márquez, por ejemplo."

Giovanni Quessep Esguerra



"Yo no me meto en cuestiones políticas ni sociales. Yo no soy un poeta social. Los hubo y los hay muy buenos como Neruda, pero no soy uno de ellos."

Giovanni Quessep Esguerra





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