¡Abajo, ya, esa máxima!

¡Abajo, ya, esa máxima que impera!,
pueblo que quieres paz indefinida,
enseñando la máquina homicida
cual su sangrienta garra la pantera.

Quede, echada al crisol, tu arma guerrera,
en reja del arado convertida,
y vuelve a las labores de la vida
de esa inquietud constante que te altera.

Busca la paz al fin; al fin aprende
que el hacha al árbol por su flor respeta
y en cambio el tronco por su fuerza hiende.

Nada al furor del tigre te someta.
Aprende a ser león: nadie le ofende,
que en el valor es rey ... y a nadie reta.

Ignacio Alberto Pane


El beso

Dulce como la miel más delicada
 Que hirviente del verano a los ardores,
 En nuestras selvas liban de las flores
 Las abejas en turba alborada, 

 Fue el beso en que me hiciste, enamorada,
 De la luna a los pálidos fulgores,
 Embriagarme de néctar y de olores
 En la flor de tus labios encarnada. 

 Para expresar como expresar me toca,
 La dicha inmensa que me diste en eso
 Es la grandeza del lenguaje poca. 

 Sólo fuera capaz de tal exceso
 Si mis labios hablaran en tu boca
 Con el mudo lenguaje de otro beso.

Ignacio A. Pane


El héroe completo

(A Pedro Juan Caballero)

En el combate y el cuartel tu mano
Al patrio sol de Mayo le dio vida
Tu fortaleza, en la prisión, herida
Dejó a la torpe furia del tirano. 

Hízote así tú fuerza de espartano,
A tu virtud de ciudadano unida,
En vida un semidiós, aunque suicida,
Y en la muerte un Catón, aunque cristiano. 

Y llegaste a ser por este modo,
Con igual, indomable resistencia
En el brazo y la fe, gigante en todo,

Para ejemplo inmortal de las edades,
El héroe de la patria independencia
Y el Mártir de las patrias libertadas.

Ignacio Alberto Pane


El inválido

-          Condúceme a tu casa, noble anciano;
Tus joyas quiero ver – No tengo nada:
Casa me da quien de mi mal se apiada,
Joyas las cruces que ganó mi mano. 

-          De honores ciento y de laurel galano
Tu vida entonces mirarás colmada.
-          Nadie en mi ser detiene la mirada,
Mi pan a costa de vergüenza gano. 

-          Así la ingratitud padece y calla
El hijo predilecto de la gloria
Que igual tan sólo entre los mitos halla; 

Esa es su suerte miseria, irrisoria;
El hambre en pos de la ser par batalla,
El desprecio después de la victoria.

Ignacio Alberto Pane


Un ramillete

Haciendo un ramillete,
Tomé mucho jazmín
Y entre el jazmín ocultas
Violetas del jardín,
Dos florecitas luego
Con su corola azul
Sobre un clavel muy rojo…
Y te asomaste tú.

 Ignacio Alberto Pane












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