"Acaso pienses ¿qué me traerá este nuevo año? Nada en absoluto. Un año no te pone nada nuevo en la vida. Es más objetivo y cierto que digas: ¿qué nuevo y valioso quiero poner en el año, o mejor, en la vida que llevo?

Acaso pienses ¿qué me va dar la vida? Aterriza, la vida no es un linda hada dedicada a dar algo a los humanos. La vida es como tú la quieras vivir y en ella sólo cosecharás las hermosas flores o los cactus espinosos que siembres. Es linda la canción que dice “gracias a la vida que me ha dado tanto”, pero no corresponde a la verdad. La vida no brinda nada, somos nosotros los que si queremos le damos algo hermoso y bueno a la vida.

Y Dios, ¿que nos da? Mucho, pero no todo lo que algunos piensan porque respeta nuestro libre albedrío. Elude el “pensamiento mágico” y falso de que la vida quita o da. Somos nosotros los que damos o sustraemos. En este nuevo año y siempre elige dar lo mejor aunque te sacuda el mal.

De las nubes más negras cae un agua que es limpia y fecunda. El agua demasiado pura no tiene peces. Son interesantes reflexiones para ir más allá de lo aparente y hallar oro en una rocosa y oscura mina. En el oriente desde hace siglos han amado la flor de loto que florece en aguas ricas en cieno o barro. En este plano existen la polaridad y la dualidad para que el humano aprenda a unir los contrarios, no a enfrentarlos. Ambos polos son tan importantes y necesarios como el negativo y el positivo para que brillen luces con la electricidad. Si eres sabio das gracias por los “entrenadores” de paciencia, aceptación, tolerancia o perdón que surgen en tu vida. Son los seres que se llaman “malos” y que al errar te dan la oportunidad de practicar esos valores. Míralos con ojos compasivos y podrás reinventarte y florecer como la flor del loto o beber agua pura que envía una nube oscura.

Este 2020 se cumple el 250 aniversario del nacimiento de Beethoven. Fue, sigue siendo y será una figura estelar de la música. Ludwig, fue el segundo de los siete hijos que tuvo la familia, de los cuales solo tres sobrevivieron. Su padre lo presionó porque quería que fuera, al igual que Mozart, un genio precoz. Dio su primer concierto con solo 7 años. Con 22 se fue a Viena. A los 30 iniciaron los males en sus oídos y a los 45 su sordera era total. Se comunicaban con él por medio de notas en un cuaderno. Vivir de la música no fue fácil. Pasó por serios agobios económicos y su vida fue dramática, sin la alegría de su 9ª sinfonía. Hoy se habla de su vida y amores o desamores, sus manías, su mal genio, pero su grandeza está en que supo superarse y reinventarse. Disfruta su música, en especial, sus sinfonías, sus conciertos y sus sonatas. Sus obras son geniales y junto con Bach y con Mozart es parte del trío dorado y sagrado de la música clásica. Beethoven es un espejo del ser que no se estanca e impulsa cambios. Sus obras son innovadoras y era amigo de renovarse y romper esquemas como lo hace en su novena sinfonía en la que se atrevió a incluir una coral por vez primera."

Gonzalo Gallo González


"Del sacerdocio no extraño nada. Si cierras un ciclo, cierra la puerta al ayer y vive el ahora."

Gonzalo Gallo González




"El retiro te abre puertas y te da libertad para actuar y expresar lo que piensas."

Gonzalo Gallo González


“El verdadero fracaso es aquel del cual no aprendemos nada.”

Gonzalo Gallo González


Toma consciencia de cuán importante y benéfico es para ti acabar con una horrible contaminación mental y un eclipse espiritual.

Libérate de creencias paralizantes y dale un nuevo aire a tu vida con una mente positiva, emociones sanas y coherencia. Lo ganas todo si decides renovarte y salir de la peor ceguera que es la ignorancia espiritual. Por falta de un cultivo espiritual, los seres humanos no conocen ni aprovechan toda su energía vital y sufren sin necesidad con un ser mutilado. No se dan cuenta de que el amor puro transforma todo y ayuda a manejar el dolor sin sufrimiento.

De eso hablaron con sapiencia maestros brillantes como Rumi o Spinoza, y ahora Eckhart Tolle. Es la mente errática y volátil la que sufre al escuchar los falsos presagios del ego soberbio que pregona sinrazones como estas: “no valgo nada”, “soy un desastre”, “la vida no tiene sentido”, “no me merezco esto”, “me ultrajó”, “no recibí en la misma medida”, “jugó con mis sentimientos”.

La verdad es que siempre vives lo que necesitas vivir para aprender lo que viniste a aprender en este plano y evolucionar. Cada ser siempre hace lo mejor que puede y el desafío no es juzgar y odiar, sino comprender y perdonar. Si batallas y haces resistencia, sufres; si aceptas y perdonas fluyes en paz.

El dolor y el sufrimiento no son lo mismo. El dolor es materia prima de la existencia para todos. Ya sea un dolor afectivo o emocional, él aparece en la vida para enseñarnos valiosas lecciones. Gracias a él, si lo asumes con amor, valoras más muchas realidades cuando estás a punto de perderlas o, de hecho, se esfuman.

El dolor es el maestro que eligen para cambiar o despertar consciencia los que no cambian con amor y sabiduría. Si no fuera por una saturación de dolor, muchos seguirían atrapados en las garras de una adicción u otros males.

El sufrimiento es opcional y brota como espinas cuando amarte y amar no es la primera prioridad en tu camino. Sufres por elegir mal, por no aceptar la realidad, por hacer resistencia y andar lejos de Dios y del amor.

Sufres porque quieres, no porque deba ser así y eso lo ves en millares de lisiados, pobres y enfermos felices. Por lo tanto, decide vivir bien y recuerda que el sufrimiento está presente cuando el amor y la fe están ausentes.

La mar es un espejo de los ritmos y los cambios necesarios de la vida, a veces sereno y a ratos tormentoso. Marea alta y marea baja. Nos aburriríamos sin piedad en un entorno siempre igual, en días sin noches y en bienvenidas sin adioses. Es gracias a las piedras que el agua canta en el río, es por la oscuridad que apreciamos el brillo de las estrellas.

Lo sabio es saber valorar esa polaridad del yin y el yang, de lo masculino y lo femenino, de lo suave y lo áspero. Todo tiene su valor y es necesario y perfecto para poder hacer los aprendizajes del amor. Las emociones que erróneamente llamas malas son tan valiosas como las que denominas buenas. Sin tristeza nadie te consuela y te hundes sin remedio en el pozo del dolor; sin miedos, te asechan y destrozan los peligros. Mira en el espejo de la mar el itinerario de una vida en la que todo es perfecto aunque lo veas como un mal. Sé consciente y coherente.

Gonzalo Gallo González







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