"Antes que me creciera el pelo yo ya era indio. Y antes de que fuera poeta ya me había crecido el pelo. A mí me identifica el alma. Pero como suele ocurrir, mi cabello terminó siendo una manera de identificación, no me lo propuse sino que esto se fue dando en la medida en que el círculo del tiempo fue transcurriendo, aunque obviamente es una tradición cultural manoseada por las modas impuestas en la televisión o trastornadas por los militares (y una pequeña aclaración, para que no haya malos entendidos: yo no me pinto el pelo de verde)."

Humberto Ak’abal


Camino al revés

De vez en cuando
Camino al revés,
Es mi modo de recordar.

Si caminara sólo hacia adelante,
Te podría contar
Cómo es el olvido.

Humberto Ak’abal


Dos Lágrimas

Cuando nací
me pusieron dos lágrimas
en los ojos
para que pudiera ver
el tamaño del dolor de mi gente.

Humberto Ak’abal


Embarazada

"Cuando yo estaba embarazada,
Esperándote,
Sentía muchas ganas de comer tierra,
Arrancaba pedacitos de adobes
Y me los comía..."

Esta confesión de mi madre
Me desgarró el corazón.

Mamé leche de barro
Por eso mi piel
Es de color de tierra.

 Humberto Ak’abal



"Es inevitable que, cuando se habla de Guatemala, tengamos que remontarnos al pasado inmediato, inevitable porque la sangre, el llanto, el dolor son ecos que no puede borrar la noche; son recuerdos que mantienen latente la tristeza, son suspiros que mantienen vivo el dolor. Los genocidas se pasean con la Biblia bajo el brazo y se limpian el trasero con los pañuelos humedecidos por el llanto de los huérfanos y las viudas. Y la justicia con las manos atadas... Y no obstante los intentos por diezmar a los pobladores originarios de estas tierras, aún seguimos con la mirada en el horizonte, los colores de nuestros tejidos siguen brillando, aún tenemos mucho de la herencia de la sabiduría de nuestros ancestros, son el apoyo, base y fundamento de nuestra identidad. La tierra sigue dando sus frutos, el sol y la luna siguen marcando los pasos del tiempo. Los volcanes, los lagos y las montañas con su tesoro de aves canoras aún ofrecen su paisaje y sus encantamientos. Y en medio de todo esto, la miseria, la pobreza, el analfabetismo y la marginación son lastres que seguimos arrastrando, somos muchos y las autoridades no nos ven, y aquí estamos. Vamos caminando a la par de las estrellas porque el sueño, nuestros sueños, aún esperan la aurora."

Humberto Ak’abal




Mayul re qajibal q’ij

Kinwaj kinoq’ik wakamik 
chuweq man in jamal ta hi ri’.

Kinwaj katinloq’aj pa wa q’ij wa’
rumal ri chuweq a’l chi ri’ ri nuk’aslemal.

Ma bij chuwe che ri achik’
k’o uk’isbal re.
Ma bij chuwe che ri eyenik kusach rib
ri xa je ta ri mayul re ri qajibal q’ij.

Man kinwaj taj kinwetamaj che kinban tzij
che wa jun k’exk’ol ri no’jimal
kuban uk’olibal cho ri nuk’ux
che xuwi wa’ ri qas usaqil tzij.

Neblina de la tarde

Déjame llorar ahora
porque después ya no tendré tiempo.

Déjame amarte en este tiempo
porque mañana me pesará más la vida.

No me digas que el sueño
tiene término.
No me digas que la ilusión desaparece
como la neblina de la tarde.

No quiero saber que me miento
y que este dolor que poco a poco
se hace espacio en mi corazón
es la única verdad.

Humberto Ak’abal



Mayuli

Cuando estás conmigo
no sé dónde queda el mundo.

Humberto Ak’abal



Noche

Noche oscura,
oscurísima.

A punto de llover.

En noches así
no se sabe
dónde termina la tierra
ni dónde comienza el cielo.

Humberto Ak’abal



Ojer bix re ri kik’el

Man xintu’ ta ri’, ri kaxlan tzijobalil
are taq xinalaxik.

Ri nuch’abalil xalax cho k’iche’laj
xuquje jas ne’ ulew ri unaba’il,
ri kich’abalil ri wati’t numan are ri’ ri wachoch.

Are we kinch’awik para kaxlan tzij, 
xa je ta che kinkoj jun k’ak’ lawe
ri kutor jun uchi’ ja chik ri kok cho jun k’ak’ ulew
ri jawi ri tzij k’o wi chi ri kakibij
k’o wi chi ri kinaba’il che ri ulew.

Wa kaxlan tzij are una’tasibal re jun k’ex,
xuquje man kink’ix ta wib we kintrijon chupam
rumal che loq’om wa
ruk’ ri kikik’el re ri nuxe’tayil uwi’ nujolom.

Pa wa jun kak’ ch’abalil
kink’ut chawe ri ukotz’ijal re ri nubix,
ri una’bal re k’o wi chi taq bis
xuquje uwachibal re k’o wi chi taq ki’kotemal…

Wa kaxlan tzij xa jun lawe chik
che ubixoxik ri ojer bix re ri nukik’el.

El canto viejo de la sangre

Yo no mamé la lengua castellana
cuando llegue al mundo.

Mi lengua nació entre arboles
y tiene sabor de tierra;
la lengua de mis abuelos es mi casa.

Y si uso esta lengua que no es mía,
lo hago como quien usa una llave nueva
y abre otra puerta y entra a otro mundo
donde las palabras tienen otra voz
y otro modo de sentir la tierra.

Esta lengua es el recuerdo de un dolor
y la hablo sin temor ni vergüenza
porque fue comprada
con la sangre de mis ancestros.

En esta nueva lengua
te muestro las flores de mi canto,
te traigo el sabor de otras tristezas
y el color de otras alegrías…

Esta lengua es solo una llave más
para cantar el canto viejo de mi sangre.

Humberto Ak’abal



Oración

En los templos
sólo se oye la oración
de los árboles
convertidos en bancas.

Humberto Ak’abal


Poesía

La poesía es fuego,
quema dentro de uno
y dentro del otro.

Si no, será cualquier cosa,
no poesía.

Humberto Ak’abal



Recuerdo

De vez en cuando camino al revés:
es mi modo de recordar.

Si caminara sólo hacia adelante,
te podría contar
cómo es el olvido.

Humberto Ak’abal



Ri ja’,  ri q’aq’

Man kasach ta pa ri nujolom
ri jun q’aq’ pa ri wabal,
kaq’aq’an ri sib pa ub’oqoch jun
xuquje k’a pa uchi’ jun.

Are k’ut cho ri xan
ri nonoch’ e q’eq’a labaj.

Ri moxirinaq q’aq’
kutijijej ri si’…

Are k’ut ri ja’ ri kapoq’owik
xa je ta jun ch’uj awaj
ri tajan karakin chupan ri t’uy.

El agua y el fuego

Yo no olvido la imagen
de aquella cocina encendida,
el humo ardía en los ojos
y era amargo en la lengua…

Las sombras en las paredes
eran espantos negros.

El fuego enloquecido
devoraba los leños…

Y el agua hirviendo
parecía un animal rabioso
rascando dentro de la olla.

Humberto Ak’abal



"Si no fuera por la poesía, el mundo ya se habría quedado mudo. Todo aquel que abre la boca siempre es peligroso, pero el peligro lo sienten aquellos que le tienen miedo a la palabra dicha con el corazón, con el alma desnuda, le tienen miedo al que habla con la cara al sol. En todos los tiempos, en todas las culturas, siempre se ha necesitado a los poetas. Los mismos gobiernos que los ignoran recurren de vez en cuando a un verso, cuando son medianamente cultos (porque los hay de los otros y son la mayoría). Y como diría Julio Cortázar: “Lo desagradable del poeta no está en que lleve el corazón peinado de otra manera, sino en que es siempre un testigo, y ya se sabe lo desagradable que son los testigos”."

Humberto Ak’abal


Solo quiero

Yo solo quiero
un poco de atardecer
para platicar con ella,

escondidos detrás de algún árbol,
decirle que ya no aguanto más,
que se venga a vivir conmigo,

que tengo ganas
de echarle una semilla.

Humberto Ak’abal




Sombra


Sombra:
noche pequeña
al pie de cualquier árbol.

Humberto Ak’abal









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