“Cuando el tecolote canta, el indio muere.”

Los Mayas-quiché
Tomado del libro, Experiencias en la frontera de Paloma Navarrete, página 74


"Cuando tengas que elegir entre dos caminos, pregúntate cuál de ellos tiene corazón. Quien elige el camino del corazón, no se equivoca nunca".

El Popol-Vuh de los mayas-quiché



"El Corazón del Cielo les nubló los ojos… De este modo la sabiduría y los conocimientos de los Primeros Hombres [junto con la memoria] de sus orígenes y sus comienzos, fueron destruidos."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché



"Ellos, los primeros homo sapiens, fueron dotados de inteligencia: ellos veían e inmediatamente eran capaces de ver más allá, ellos lograban penetrar, ellos lograron el conocimiento de todo lo que había en el mundo. Cuando ellos miraban, inmediatamente ellos veían todo lo que los rodeaba y ellos contemplaban el giro del arco del cielo y la redondez de la Tierra………Pero el creador y el constructor no vieron esto con agrado y dijeron: No está bien que nuestras criaturas hechas para el trabajo lo sepan todo, lo grande y lo pequeño, dijeron ellos (...) ¿Qué hacemos con ellos ahora? Hagamos que su vista sólo alcance aquello que está cerca; hagamos que ellos sólo vean una porción de la faz de la Tierra. No está bien lo que dicen. ¿Acaso no son ellos por simple natura de nuestra construcción? ¿Deben ellos ser dioses también? (...) Entonces el corazón del cielo envió neblina ante sus ojos las cuales oscurecieron su vista como cuando a un espejo se le respira encima. Sus ojos fueron cubiertos y ellos sólo podían ver lo que estaba cerca, lo único que estaba claro para ellos. De esta forma, la sabiduría y el conocimiento de todo lo que los rodeaba (al primer homo sapiens)…… le fue negado."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché


"Es tiempo de concentrarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre formado, como nuestro sostén, nuestro nutridor, nuestro invocador, nuestro conmemorador."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché
Tomada del libro El muñeco humano y otros artículos de Andreas Faber-Kaiser, página 10





"Los de la primera raza eran capaces de todo saber. Estudiaban los cuatro rincones del horizonte, los cuatro puntos del arco del cielo y la cara redonda de la Tierra."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché




"Los primeros hombres creados y formados se llamaron el Brujo de la Risa Fatal, el Brujo de la Noche, el Descuidado y el Brujo Negro... Estaban dotados de inteligencia y consiguieron saber todo lo que hay en el mundo. Cuando miraban, veían al instante todo lo que estaba a su alrededor y contemplaban sucesivamente, el arco del cielo y el rostro redondo de la tierra... (Entonces el Creador dijo): "Lo saben ya todo... ¿qué vamos a hacer con ellos? Que su vista alcance sólo a lo que está cerca de ellos, que sólo puedan ver una pequeña parte del rostro de la tierra... ¿No son por su naturaleza simples criaturas producto de nuestras manos? ¿Tienen que ser también dioses?"

El Popol-Vuh de los mayas-quiché



"Ni el sueño ni el descanso les fue concedido. Grandes fueron sus lamentos en lo más profundo de los corazones por si el amanecer no llegaba y se negase a aparecer la luz. Sus únicas expresiones eran de abatimiento y gran tristeza, y el desánimo cundió entre ellos. Todos estaban perplejos por el dolor […]. “¡Oh, si tan solo pudiéramos contemplar la salida del sol..!”, decían, y hablaban mucho entre ellos [… ]. Y entonces el sol se alzó. Y los pequeños y los grandes animales no cabían en sí de contentos, todos por los lechos de los ríos y por las quebradas; y todos aquellos que se encontraban en las cimas de las montañas volvieron su vista hacia donde el sol se alzaba […]"

El Popol-Vuh de los mayas-quiché



“No está bien lo que dicen nuestros construidos, nuestros formados. Lo conocen todo, lo grande, lo pequeño, dijeron. Por lo tanto, celebraron consejo. ¿Cómo obraremos ahora para con ellos? ¡Que sus miradas no lleguen sino a poca distancia! ¡Que no vean más que un poco la faz de la Tierra! ¡No está bien lo que dicen! ¿No se llaman solamente Construidos, Formados? Serán como dioses, si no engendran, si no se propagan, cuando se haga la germinación, cuando exista el alba; solos, no se multiplican. Que eso sea. Solamente deshagamos un poco lo que quisimos que fuesen; no está bien lo que decimos. ¿Se igualarían a aquellos que los han hecho, a aquéllos cuya ciencia se extiende a lo lejos, a aquellos que todo lo ven?”, fue dicho por los Espíritus del Cielo, Dominadores, Poderosos del Cielo. Así hablaron cuando rehicieron al ser de su construcción, de su formación. Entonces fueron petrificados los ojos por los Espíritus del Cielo, lo que los veló como el aliento sobre la faz de un espejo; los ojos se turbaron; no vieron más que lo próximo, esto sólo fue claro. Así fue perdida la Sabiduría y toda la Ciencia de los cuatro hombres, su principio, su comienzo. Así primeramente fueron construidos, fueron formados, nuestros abuelos, nuestros padres."

Popol-Vuh o el libro del Consejo de los indios Quichés


"¡Que aclare!
¡Que amanezca en el cielo y en la tierra!
No habrá gloria ni grandeza
hasta que exista la criatura humana:
el hombre formado."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché


"Que no caigan en la bajada
ni en la subida del camino.
Que no encuentren obstáculos
ni detrás ni delante de ellos.
Ni cosa que los golpee.
Concédeles buenos caminos.
Hermosos caminos planos."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché


"Solamente el agua limitada, solamente la mar tranquila, sola, limitada. Nada existía. Solamente la inmovilidad, el silencio, en las tinieblas, en la noche. Sólo los Constructores, los Formadores, los Dominadores, los Poderosos del Cielo, los Procreadores, los Engendradores, estaban sobre el agua, la luz esparcida."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché
Tomada del libro El muñeco humano y otros artículos de Andreas Faber-Kaiser, página 10



"Y el Corazón del Cielo desencadenó un diluvio; se formó un gran diluvio que se abatió sobre las criaturas de madera… Una pesada resina cayó de los cielos… la faz de la Tierra se ensombreció y una lluvia negra cayó incesantemente durante días y noches… Las criaturas de madera fueron aniquiladas, destruidas, despedazadas y asesinadas."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché


"Y los Maestros Gigantes hablaron, así como los Dominadores, los Poderosos del Cielo: Es tiempo de concentrarse de nuevo sobre los signos de nuestro hombre construido, de nuestro hombre formado, como nuestro sostén, nuestro nutridor, nuestro invocador, nuestro conmemorador. Haced pues que seamos invocados, que seamos adorados, que seamos conmemorados, por el hombre construido, el hombre formado, el hombre maniquí, el hombre maniquí, el hombre moldeado."

El Popol-Vuh de los mayas-quiché















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