"Cuando hablo inglés sale mi lado más de trabajo, de negocios y es en el único que puedo insultar, algo que no puedo hacer en francés. Porque para mí el francés es el idioma en que amo, en que siento."

Kim Thúy


"Cuando tú nunca has visto la nieve, su luminosidad hace que sea algo más que el simple color blanco, es su brillo lo que me atrajo. Cuando ves todo un aeropuerto cubierto de nieve [suspira], ese nuevo color, esa nueva intensidad… Es que tienes que imaginar que nosotros salíamos de un país en guerra, de un campo de refugiados donde el color principal era el negro, por la suciedad, y el rojo. Para luego llegar a un país en que todo está cubierto de nieve, nieve pura, en el que no se veían ni huellas sobre esta, piensas que nadie ha estado allí antes que tú. Es como una página en blanco, un pedazo de papel en blanco, donde puedes escribir lo que quieres en él, una nueva historia. Eso fue lo primero que sentí al llegar a Canadá, un nuevo comienzo y una nueva realidad que no podía comparar con nada. Era tal mi sorpresa ante esto que nunca había visto, que si alguien me hubiese dicho que habíamos llegado a Marte, le habría creído."

Kim Thúy


"El feminismo, o cualquier otra lucha por la igualdad, existe porque tenemos que luchar por un lugar bajo el sol, porque si no lo hiciéramos, alguien nos lo va a quitar."

Kim Thúy


"Estoy obligada a ser feliz, salir de Vietnam me salvó la vida."

Kim Thúy


"Mis padres nos recuerdan a menudo a mis hermanos y a mí, que no tendrán dinero que dejarnos en herencia, pero creo que nos han legado ya la riqueza de su memoria."

Kim Thúy



"No solo se supera sino que además te haces más fuerte porque has conseguido alcanzar algo que a otros les fue imposible, llegar a tierra. La lección más importante que aprendí fue a tener confianza en la vida y darme cuenta que soy una mujer afortunada. La desgracia fue para aquellos que se quedaron en el mar y que cuando nosotros escapamos fueron muchos los que han sido olvidados para siempre. Era doloroso ver los cuerpos flotando de los muertos y la imposibilidad de hacer nada por ellos."

Kim Thúy



"Si una muestra de afecto puede ser considerada un insulto, quizás las muestras de amor no son universales, se deben traducir de un lenguaje a otro, se tienen que aprender."

Kim Thúy



"Siempre subestimamos las cosas pequeñas. Siempre miramos los grandes momentos, pero nunca somos conscientes de los días anteriores que ayudaron a que eso ocurriera, ni miramos todos los pequeños detalles que construyeron ese acontecimiento. Nosotros estamos hechos de átomos y moléculas, sin estos la vida no existiría, y con todo y eso seguimos creyendo que las cosas pequeñas no son importantes. Eso es lo que yo siempre trato de resaltar en mis libros, todos esos pequeños gestos que hacemos a diario y que sin ellos no podríamos construir nada, sin ellos no pasan las grandes cosas. La mamá que cocina todos los días, que lava tu ropa siempre y que aparte de eso te la dobla, ¿quién habla de eso? Y solemos pensar que eso es trabajo menor, hasta miramos por encima del hombro estos gestos. Ahora solemos creer que una mujer profesional, una mujer fuerte es aquella que no se rebaja a cocinarle a su pareja o a sus hijos, es aquella que no limpia la casa, pero todos esos gestos lo que hacen es crear y construir un hogar. Cuando tus hijos entran a la casa y huelen comida eso les muestra que llegaron a su hogar, no a un hotel. Yo, por ejemplo, así pida comida por domicilio a mi casa, siempre trato de poner el pan en la tostadora para que mis hijos tengan presente ese olor a comida de la casa y así poder seguir manipulando sus recuerdos [risas]. Y muy a menudo, desafortunadamente, estos pequeños gestos son hechos solo por las mujeres, por eso mismo quiero resaltarlos siempre e insistir en la fuerza que tienen, que no los pasemos por alto. Por eso les sigo cocinando a mis hijos, para crear todos los recuerdos que pueda en ellos antes de que se vayan de la casa y no pueda jugar más con su mente. ¿Cuándo uno puede tener ese poder sobre alguien? Nunca, solo se tiene ese poder con esos pequeños detalles."

Kim Thúy



"Todo es fácil en Canadá, un país que te anima a ser diferente. De hecho creo que el ser diferente, el llamarme Kim Thúy, me ha ayudado a abrirme carrera como escritora. Si hubiera tenido un nombre 'normal' quizás ni siquiera me habría llamado un editor, si me hubiera apellidado Davies y fuera de Ohio igual no estaríamos hablando ahora. Ser diferente siempre ha sido un punto a mi favor. Y, por otro lado, en Canadá nunca me han hecho sentir alguien diferente. Yo misma me olvido con frecuencia de que tengo rasgos asiáticos. Si quedo con alguien que no conozco le puedo decir por ejemplo que llevo un abrigo de color azul celeste, pero no se me ocurre decirle que tengo rasgos asiáticos simplemente porque se me olvida. Y si me olvido es porque nunca me he sentido discriminada por mi aspecto. ¿Sabe lo que le digo? Canadá, mi país, es un gran país, de verdad que lo es. ¿Se puede creer por ejemplo que el gobernador general de Canadá, el jefe del estado, me ha invitado a visitas de Estado como representante de Canadá? ¿Cuántos países cree que elegirían a un refugiado para representarles oficialmente? Estoy orgullosa de Canadá, de mi Canadá. Canadá me abrazó nada más llegar, y cuando alguien te abraza así no eres capaz de decir nada, sólo puedes enamorarte."

Kim Thúy


"Yo soy lo que hoy soy gracias a Canadá. Lo que le puedo decir es que yo era una niña muy enfermiza. Tenía alergia a todo: al pescado, al marisco, a los huevos, a la leche... A todo. Estaba siempre enferma, y me desmayaba todo el tiempo, cada dos por tres. Y cuando emigré, cuando perdí todo, me hice fuerte. No quedaba otra: o te hacías fuerte o morías. Ahora vivo en Canadá, un país donde llegamos con frecuencia a los 28 grados bajo cero, y raramente me pongo enferma. Por eso digo que los inmigrantes se convierten en súper seres humanos: tu cuerpo se reprograma, no sabes cómo pero lo hace."

Kim Thúy









No hay comentarios: