"Cuando la mujer se une al varón, el calor del cerebro de ésta, que tiene en sí el placer, le hace saborear a aquél el placer en la unión y eyacular su semen. Y cuando el semen ha caído en su lugar este fortísimo calor del cerebro lo atrae y lo retiene consigo, e inmediatamente se contrae la riñonada de la mujer, y se cierran todos los miembros que durante la menstruación están listos para abrirse, del mismo modo que un hombre fuerte sostiene una cosa dentro de la mano."

Santa Hildegarda de Bingen
Causa et curae


“Dios dice: siempre estás ante mis ojos.
Dios, soy tu obra.
Antes del principio de los tiempos,
ya entonces,
yo estaba en tu mente.”

Santa Hildegarda de Bingen



"Este es el alfabeto de su lengua ignota y que cada uno saque sus propias conclusiones. El vocabulario consta sólo de sustantivos y adjetivos. Como muestra, veamos algunas de las palabras escritas en esta angelical “lengua ignota” —con su traducción al latín y al español— y serían las siguientes: Aigonz: deus (Dios) Aieganz: angelus (ángel) Zuuenz: sanctus (santo) Liuionz: salvator (salvador) Diuehz: diabolus (diablo) Ispariz: spiritus (espíritus) Inimois: homo (ser humano) Jur: vir (hombre) Vanix: femina (mujer) Sonziz: apostolus (apostol) Lkischiol: martir (mártir): Zanziuer: confessor (confesor) Vrizoil: virgo (virgen) Jugiza: vidua (viuda) Pangizo: penitens (penitente) Kulzphazur: attavus (bisabuelo) Phazur: avus (abuelo)."

Santa Hildegarda de Bingen
Tomado del libro de Jesús Callejo, Misterios de la Edad Media, página 168




 O tu dulcissime amator

"Hemos nacido en el polvo,
¡ay!, ¡ay!, y en el pecado de Adán
Es muy duro resistir
lo que tiene el sabor de la manzana
Elévanos, Cristo salvador."

Santa Hildegarda de Bingen



"Las visiones que tengo no las percibo en sueños, ni cuando estoy a punto de dormirme o caigo en delirios, ni tampoco las tengo con los ojos y oídos corporales. Las recibo cuando me hallo despierta y puedo ver lo que me rodea con mente clara, con los ojos y los oídos interiores, en espacios abiertos y según la voluntad de Dios. Pero cómo puede producirse tal cosa, es algo que para nosotros, mortales, resulta difícil saber."

Hildegarda de Bingen


" [...] Padre, estoy profundamente perturbada por una visión que se me ha aparecido por medio de una revelación divina y que no he visto con mis ojos carnales, sino solamente en mi espíritu. Desdichada, y aún más desdichada en mi condición mujeril, desde mi infancia he visto grandes maravillas que mi lengua no las puede expresar, pero que el Espíritu de Dios me ha enseñado que las debo creer.

[...] Por medio de esta visión, que tocó mi corazón y mi alma como una llama quemante, me fueron mostradas cosas profundísimas. Sin embargo, no recibí estas enseñanzas en alemán, en el cual nunca he tenido instrucción. Sé leer en el nivel más elemental, pero no comprenderlo plenamente. Por favor, dame tu opinión sobre estas cosas, porque soy ignorante y sin experiencia en las cosas materiales y solamente se me ha instruido interiormente en mí espíritu. De ahí mi habla vacilante. [...]"



Hildegard von Bingen
Carta a Bernardo de Claraval



"Todos, así los buenos como los malos, comparecen ante el saber de Dios, porque no hay oscuridad que pueda nublarlo."

Hildegard von Bingen
Tomada del libro de Carl Gustav Jung, Sobre cosas que se ven en el cielo, página 117



"Vi que el alma que vivía en el cuerpo humano fue aplastada por muchas tormentas; hasta el suelo la doblaron. Pero el alma recobró su fuerza, se enderezó con coraje y se resistía vigorosamente. Susurrando profundamente, el alma habló: "Peregrino que yo soy, ¿dónde estoy? En la sombra de la muerte. ¿Por qué sendero estoy vagando? Por el sendero de la equivocación y de la ilusión. ¿Y qué consuelo tengo? El consuelo de los que están en el exilio"."

Santa Hildegarda de Bingen (en alemán: Hildegard von Bingen)
tomado del libro de Ralph Meztner, Las grandes metáforas de la tradición sagrada, página 187



"Y ocurrió que... cuando tenía yo cuarenta y dos años y siete meses, el cielo se abrió y una luz enceguecedora de brillo excepcional me inundó por completo el cerebro. Y me encendió el corazón y el pecho como una llama que no quemaba, pero calentaba... y de pronto comprendí el significado de lo que exponían los libros..."

Hildegard von Bingen




"Yo, vida ígnea de la sustancia de la divindad, arrojo llamas sobre la belleza de los campos y brillo en las aguas y resplandezco en el sol, en la luna y en las estrellas; y, con un viento de color broncíneo, despiero a la vida todas las cosas desde una vida invisible, que todo lo sostiene."

Hildegard von Bingen















No hay comentarios: