Parabolanoi

El Poema Del Amor Eterno

Nos hemos puesto viejos,

ya tu frente no tiene la tersura del nacar,

ni tus ojos son claros

como fueron las lunas

de tu antiguo ropero,

sin embrago mi vieja,

todavia te quiero.

Nos hemos puesto viejos,

ya las manos me tiemblan,

no aprecio como antes la honradez del espejo,

sin embargo mi vieja,

todavia te quiero.

Ya veo que caminas inclinada

como si te pesaran demasiado los recuerdos,

todo ha ido cambiando,

han perdido mis dedos sus ágiles reflejos,

ya no puedo tocarte como antes guitarra,

y ya tu no podrias oirla,

ni aun haciendo un esfuerzo.

Que mucho hemos cambiado,

es tan blanco tu pelo que una vez fue tan negro,

pero se que aun conservas con orgullo en tu alma,

mis alagos primeros.

Te ha fallado la vista,

no puede contemplarme como antes de lejos,

pero en cambio consrvas todavia,

para llenarme la vida aun de alegria.

el tono de tu voz,

dulce y sereno.

Ya están hecho tres hombres nuestros

hermosos y adorados nietos,

si supiera mi vieja que ayer los sorprendí diciendo:

"!Que acabado esta abuelo!"

Si,

nos hemos puesto viejo,

sin embargo mi vieja,

todavía te quiero.

Guillermo Venegas Lloveras

Poema No. 21: La Luna de Puerto Rico, Ella i Yo

Pueblo viejo i cansado 

tú incubaste mis sueños atrevidos-

llenas de lunas viejas 

van tus calles- 

cruzando mi corazón entristecido!-

El dia que yo muera- 

mi canto echo pedrada 

se sentirá en los techos 

del destino- 

como cuerda qe vibra enamorada- 

bajo la majia de unos dedos finos!- 

El dia qe yo muera- 

entonces tú sabrás si fuí poeta i tuve 

como nadie el don divino- 

entonces tú sabrás porqe me bebo- 

el zumo del recuerdo qe te debo- 

cual consagrado vino!- 

Pueblo viejo i cansado- 

tus calles de lunas viejas- 

siempre se van conmigo- 

estas calles andariegas- 

saben qe soi tu amigo!- 

Por qè pueblo si tú nunca- 

por qè- 

qisiste los versos mios?

Guillermo Venegas Lloveras

La Oración Del Árbol

El árbol es la iglesia de los pájaros,

en él se reunen a cantar sus salmos.

quien derriba un árbol,

derriba un templo,

tumba,

una casa de Dios.

Yo,

quien soy un místico sin cruz.

le llamo arbol,

es mi mejor amigo,

me lo da todo y no me exije nada.

me parece que extiende sus deformes brazos,

como ofreciendo afecto o implorando amor.

Regio poema en conjuncion de verdes,

alma nostalgica de comprencion y altura,

brazos peludos de hojas donde juega el viento,

haciendo con su acento una canción.

El árbol es la iglesia de los pájaros,

en él se reunen a cantar sus salmos,

quien derriba un árbol,

derriba un templo,

tumba,

una casa de Dios.

Guillermo Venegas Lloveras

Mi llamado

Llamé a cientos de puertas y todas se negaron,

y eso,

que traía de oro llena las manos.

Le hablé a miles de hombres y nunca me escucharon.

y eso,

que traía de mieles llenos los labios.

Y luego decidí decir mentiras,

y entonces-

que extraño,

todos me veneraron.

Guillermo Venegas Lloveras

Revelacion

Amé los pasos de Bécquer y Machado

y su poesia sencilla,

pero, a la hora del verso,

llené los mios de acorders disonantes,

de armonías modernas,

de novenas con quintas aumentadas

y cuartas suspendidas,

parece ser que mi guitarra un día,

se sumerjiera en ellos,

por ello, yo no escribo poesías,

sólo escribo poemas.

Guillermo Venegas Lloveras