"Aunque somos dos los que redactamos este tratado, sólo uno de nosotros ha encontrado y visto hombres semejantes: por ejemplo uno que era antes maestro de escuela y ahora sacerdote en la diócesis de Freysing, tenía la costumbre de contar que una vez había sido levantado a los aires por el diablo y conducido a lugares apartados. Igualmente también otro, sacerdote en Oberdof, una fortaleza, próxima a Landshut, que era en aquel tiempo amigo de uno de nosotros vio con sus propios ojos semejante transporte. Contaba de qué manera el hombre era transportado con los brazos extendidos, y cómo gritaba aunque sin lamentarse. La causa de ello era la siguiente: un día, numerosos estudiantes se habían reunido para beber cerveza y todos se pusieron de acuerdo para que aquel que sirviera la cerveza no pagase. Pero uno de los compañeros yendo a buscar la cerveza, cuando abrió la puerta, vio una espesa nube situada delante de la entrada. Aterrorizado volvió, y manifestando la razón, hizo comprender a los otros que no quería traer la bebida. Entonces otro gritó con fuerza: yo traeré de beber aunque el diablo mismo esté ahí. Salió, pero ante la vista de todos fue transportado por los aires."

El Malleus Maleficarum



"No existe ni el más pequeño cortijo donde las mujeres no traten de hacerse mal unas a otras resecando la leche de sus vacas por medio de conjuros y, con frecuencia, hasta dándoles muerte."

El Malleus Maleficarum o Martillo de las brujas
Heinrich Kramer, también conocido como Heinrich Institoris, y Jacob Sprenger


"[…] Porque la brujería es alta traición contra la Majestad de Dios. […] Cualquier persona, fuese cual fuere su rango o profesión, puede ser torturada ante una acusación de esa clase, y quien sea hallado culpable, aunque confiese su delito, será puesto en el potro, y sufrirá todos los otros tormentos dispuestos por la ley, a fin de que sea castigado en forma proporcional a sus ofensas. […]"

El Malleus Maleficarum


"Vicente de Beauvais, en su Espejo histórico, citando a Pedro Damián, relata la historia de un niño de cinco años, hijo de un hombre perteneciente a la alta nobleza; este niño era monje en aquel momento. Una noche fue transportado desde el monasterio hasta el molino que se encontraba cerrado, donde fue hallado por la mañana. Interrogado, contestó que había sido llevado por dos hombres para un enorme banquete y que había sido instado a comer. Tras de ello le habían arrojado al molino por la trampa de arriba.
Y puesto que se habla de los magos que en nuestro lenguaje usual llamamos nigromantes, que son transportados a menudo por los aires por los demonios, con frecuencia hacia tierras lejanas, conviene que se trate algo acerca de ellos. A veces persuaden incluso a los otros para que vayan con ellos sobre un caballo, que en realidad no es un caballo sino el mismo demonio bajo esta forma. Se dice que advierten entonces a sus compañeros para que no hagan el signo de la cruz."

El Malleus Maleficarum
Tomada del libro Viajes inexplicables de Chris Aubeck y Jesús Callejo, página 17







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